Al principio de las eras existía la Gran Diosa, y la Diosa era la propia Tierra, Gea, y la Tierra era la Diosa. Los orígenes del culto a la Gran Diosa se remontan a la penumbra del tiempo prehistórico. La Diosa gobernó durante miles y miles de años, años en la que la Tierra vivía los ciclos lunares en perfecta armonía con la vida orgánica de la Madre. A lo largo del tiempo la Gran Madre fue quedando arrasada y relegada a la oscuridad, y comenzó el triunfo del más patriarcal de los arquetipos, el del Gran Dios Padre, Allah, IHVH, que fue completamente adoptado con la expansión del judaísmo, del cristianismo y de la religión musulmana. Solo en la forma atenuada de María, Madre de Dios, se permitió la subsistencia de algunos aspectos de la Gran Diosa. Varias Madonnas antiguas son aún vestigios del culto a la Gran Diosa.
La figura de Lilith - La Luna Negra - representa uno de los aspectos de la Gran Diosa. En la antigua Babilonia se la reverenciaba como Lilitu, Ischar o Lamschtu. La mitología judía la colocó en los reinos más oscuros de los demonios de la noche, reino de Satán, capaz de subyugar a los hombres y de matar a los niños. El cristianismo hizo de ella una prostituta, a causa del miedo que ella despertaba en los hombres.
Representaccion de Lilith en la época de los Sumerios: terracota. Aproximadamente 1950 antes de Cristo.
La Lilith astronómica.
La Luna viaja a lo largo de una elíptica en torno a la Tierra. Una elipsis tiene dos puntos focales, y el otro punto focal no ocupado por la Tierra ha sido llamado Luna Negra, o Lilith. Esta es una definición bastante simplificada, pues en realidad la Luna y el Sol se mueven, ambos, en torno a su centro de gravedad común, y el camino de la Luna no presenta una elipsis precisa, sino que es un camino bastante oscilante.
Es preciso distinguir entre el punto medio orbital de la Luna, que posee una elipsis ligeramente alargada, y la órbita real, que vacila en torno al camino medio, debido a varias interferencias. Así como existe un Nodo Lunar medio y uno "verdadero". He puesto "verdadero" entre comillas porque el Nodo Lunar es verdadero solo dos veces al mes, cuando la Luna está realmente en él; durante el tiempo restante no es tan verdadero como el Nodo medio. De hecho, cuando trabajamos con un punto tan cercano a la Tierra, solo podemos tomar en consideración un gran eje paralelo, o sea, considerar, desde el punto de vista de la Tierra, por donde estamos realmente mirando hacia un determinado punto en el espacio. En este caso la Astrología observa a los planetas de forma geocéntrica, o sea, teniendo el centro de la Tierra como punto de partida, y no topocéntricamente, o sea, desde el punto preciso del observador.
La Luna Negra se ha definido como el afelio de la órbita lunar, o el punto en que la órbita está más lejos de la Tierra. Ambos puntos, el afelio y el segundo punto focal se encuentran a lo largo del gran eje de la elipsis orbital, la línea de los ápsides. Vistos desde la Tierra, esos puntos están en la misma dirección y por tanto ocupan el mismo lugar en el Zodiaco. El segundo punto focal se encuentra a una distancia de solo 36.000 km aproximadamente de la Tierra, y el afelio a aproximadamente 400.000 km. Aparte de esto, las dos definiciones pueden tenerse por equivalentes: como la órbita de la Luna traslada continuamente en el espacio, la Luna Negra se mueve a lo largo del Zodiaco aproximadamente 40º por año. Una revolución completa lleva 8 años y 10 meses.
Lilith en la Carta Astral
El símbolo empleado para Lilith es una Luna Negra, en oposición a la Luna real que se representa llena. Lilith es localizada en las Cartas Astrales y representada conforme a la tabla de las posiciones planetarias o Ephemeris.
INTERPRETACIÓN DE LILITH
Muchos libros de Astrología ofrecen explicaciones acerca de Lilith. En Astrología su influencia no debe ser tratada con negligencia. La Luna Negra describe nuestra relación con lo absoluto, cómo nos ofrecemos en sacrificio ante un designio superior y de qué forma abrimos mano de nuestro control para servir al TODO. En la mujer, puede expresar el poder de la Gran Diosa que reside en todos los seres del género femenino, capaz de generar la vida. En el tránsito, la Luna Negra indica algunos de los complejos de frustración y castración, frecuentemente en el área del deseo, cierta falta de poder de la psique y una especie de inhibición generalizada.
Por otra parte, su localización en nuestro mapa puede mostrarnos dónde nos cuestionamos más, dónde cuestionamos nuestra existencia y nuestras vidas, nuestras creencias y nuestras filosofías. Considero importante su acción, ya que ella nos da la oportunidad de abrir mano de algo, de dejar de ejercer el control, permitiendo que la vida fluya a través de nosotros, sin levantar muros para proteger nuestro EGO. Al mismo tiempo en que nos cuestiona, Lilith no indica pasividad, por el contrario, sino que simboliza un firme propósito de estar abiertos y confiados, de dejar que el TODO fluya a través de nosotros, confiando enteramente en las grandes leyes que rigen el universo, a las cuales no podemos sustraernos.
Lilith nos prepara para abrir nuestro entendimiento hacia lo que es inevitable, como el nacimiento de un nuevo ser, por ejemplo, una creación que viene a través de nosotros, pero no por nuestra acción directa. Cuando la vida se abre camino en el vientre de una mujer, el universo conspira para que esa vida fluya a través de ella, y no a causa de ella. De ahí la importancia de la locación de Lilith si deseamos comprender, por ejemplo, por qué ciertas mujeres tienen más dificultades que otras para el embarazo. La confianza en el designio superior del TODO es muy importante para dejar que la vida fluya a través de nuestras entrañas, de nuestro vientre fértil. Nada de control, nada de voluntad propia para interferir en el plan divino.
Analicemos dónde se encuentra Lilith en nuestra Carta Astral a fin de verificar de qué forma empleamos su grande y sabia energía.