¿Qué es ‘tikún’? Es la palabra con que los astrólogos cabalistas definen el destino, el karma. Nosotros no aparecemos en el mundo por casualidad. Cada uno tenemos una misión, una función determinada en este aparente caos que es nuestro universo. Cuando llegamos a este planeta no aparecemos mediante un proceso aleatorio de selección: nos encarnamos por cierta razón. ¿Qué razón es esa? te preguntarás. La razón es la de cumplir un proyecto superior: el proyecto de Dios. Por eso es preciso que evolucionemos a través de las innumerables reencarnaciones para permitir que el espíritu vuelva a la casa del Padre.
La Astrología procura desvendar la razón de nuestra presencia en la Tierra analizando el momento cósmico de esta aparición, y lo hace elaborando un mapa natal individual. O sea: tu mapa de nacimiento es la clave y el reloj de tu destino. Al interpretarlos, el astrólogo obtiene respuestas acerca de la búsqueda individual de cada uno. La diferencia entre la Astrología tradicional y la cabalística es que la primera es más determinista, y la segunda nos indica de qué forma podemos proceder en busca de nuestro aprendizaje espiritual. Para el cabalista, lo más importante es ‘restaurar la Luz’, o sea, retirar los obstáculos que impiden a nuestro espíritu evolucionar. Con este conocimiento tendremos más acceso a nuestro libre albedrío, siempre dentro del patrón único determinado por nuestro mapa. Recordemos, por tanto, que no somos rehenes de nuestro mapa astral, que no somos rehenes de nuestro destino. Las estrellas indican el camino, pero no nos obligan a ir por él. Solo recorriendo el camino podremos evolucionar, y el astrólogo cabalista considera que precisamente allí donde tenemos más obstáculos que superar, donde nos estancamos o nos paramos, es donde se encuentra nuestro tikún.
El tikún corresponde a la posición de los Nodos Lunares. Los Nodos Lunares, llamados también Nódulos Lunares, son dos puntos de intersección entre la órbita de la Luna y el Ecuador Celeste. El Nodo Ascendente, o Cabeza de Dragón, se considera benéfico y de naturaleza jupiteriana. Representa el reto a que habremos de enfrentarnos en esta encarnación. El Nodo Descendente, o Nodo Sur o Cola del Dragón, se considera maléfico y tiene la naturaleza de Saturno. Los dos Nodos se mueven en retrogradación. El Nodo Norte – su posición en el mapa – indica cierto equipaje que traemos de encarnaciones pasadas y el Nodo Sur indica cuál dirección debemos seguir para nuestro progreso espiritual.
Cuando analizamos el mapa de una persona desde el punto de vista cabalístico, procuramos interpretar la posición de los Nodos Lunares, ya que éstos nos proporcionarán indicaciones sobre el destino y el camino a seguir. Ciertamente no interpretaremos solo estos puntos en el mapa, puesto que la Astrología abarca mucho más, y todos los aspectos planetarios son importantes para obtener un retrato completo de las características personales. Por ejemplo, en mi mapa natal los Nodos lunares se hallan respectivamente en Acuario y Leo. En estos signos casualmente también tengo las Casas 1 y 7. Si mi Nodo Norte está en Leo, quiere decir que en otra encarnación yo procedí como leonina y fui una líder, pero es posible que haya impedido mi desarrollo espiritual con actitudes arrogantes y autoritarias. En esta encarnación tengo el Nodo Sur en Acuario, lo cual indica que tengo necesidad de desarrollar todas las cualidades de los nativos de ese signo, con relaciones más equilibradas, respetando la opinión y la libertad ajenas y viviendo sin prejuicios. El eje Leo/Acuario es uno de los más orgullosos del Zodíaco: el eje del Yo Soy/Yo Sé. Si Leo/Yo Soy se conduce de forma autoritaria, convirtiéndose en déspota en una encarnación, habrá de corregir esta conducta en la encarnación siguiente, portándose de modo generoso y respetando la libertad ajena. Por otra parte, si en una encarnación el Acuario/Yo Sé se preocupó más por el bienestar de los demás en detrimento del suyo propio, en la actual tendrá que pensar más en su poder de liderazgo, compartiendo su conocimiento y empleando su capacidad intelectual en ayudar a la evolución de sus semejantes. Leo/egoísmo versus Acuario/donación. Ese sería mi tikún.
La profunda comprensión de la cualidad de nuestro tikún puede ayudarnos a actuar en nuestro favor, y a suscitar actos que nos llevarán al equilibrio necesario para recibir la Luz. Tikún significa rectificación, reparación. Pero ¿qué es lo que necesitamos reparar? Nuestro espíritu. Traemos un equipaje de otra encarnación, un equipaje con todas las situaciones que significaron obstáculos y dificultades o situaciones olvidadas, no trabajadas, no resueltas. Cada vez que fallamos en resistir a nuestro comportamiento reactivo (o lunar), tendremos que rectificarlo en el futuro. En esta o en otra encarnación. Este es el concepto de tikún. El concepto de rectificación del camino.
Podemos tener que rectificar en dinero, carrera, salud, amigos o familia. Entonces ¿cuál es tu tikún? ¡Allí donde estás encontrando más dificultad! Ese es tu tikún. Y puedes corregirlo modificando tu comportamiento, haciendo los cambios necesarios en el recorrido. Modifica tus patrones negativos y emplea tus equipajes positivos, y así podrás recibir la Luz en estas áreas y las resolverás.
Los cabalistas dicen que todas las personas que te incomodan y te causan malestar forman parte de tu tikún. Son necesarias para tu tikún, por eso no te enojes con ellas, mejor piensa positivamente, ya que ellas están precisamente allí donde deben estar. Piensa en esto.
Por eso puedo afirmar que las estrellas no obligan y no determinan nuestro destino, sino que indican qué camino debemos seguir para recibir la Luz y continuar nuestra evolución. Sé que el camino es arduo y que en ciertos momentos incluso pensamos en abandonar y no seguir adelante. Sin embargo, no debemos quejarnos de nuestra infancia, de nuestros padres, de las condiciones sociales, etc., etc. Esas situaciones son de esa manera exactamente para ayudarnos, ¡por más increíble que pueda parecer! ¡Todo está en Divino Orden!
Para conocer tu tikún, o sea, para conocer mejor cuál es tu misión en la vida, ten en manos tu mapa astrológico natal y cabalístico. Solo con este auto-conocimiento podrás llevar a cabo las rectificaciones necesarias y harás crecer tu árbol más fuerte y firme. ¡Entonces, sigue la orientación de tu tikún: cumple tu destino de forma consciente!
Aprovecho para reiterar los agradecimientos a todos cuantos me escriben relatándome sus experiencias de vida entre los 27 y 28 años. ¡Un beso en el corazón!
¡Deseo a todos una semana llena de Luz!
São Paulo, 16 de agosto de 2011