El corazón espiritual no es lugar para descargas emocionales.
Todo lo contrario, es el hogar del habitante sutil. Es la casa secreta del espíritu.
Sin embargo, hace mucho que el ser humano viene mancillando ese templo interior.
Y, al someterse a la influencia de sus emociones densas, permite que otras conciencias, extra-físicas, también carentes de sentimientos nobles, se conecten a sus energías, instalando en su aura*, entonces, los procesos de vampirismo psíquico.
Urge que el habitante terrícola se exonere de las emociones conflictivas de su vida.
Puesto que, sin equilibrio emocional, el corazón del hombre se convierte en tierra de nadie.
Más que nunca es esencial meditar acerca de las enseñanzas del dulce Jesús, que ensalzaba ante los hombres el cuidado con la calidad de sus pensamientos y actos.
No en vano dijo ¡Orad y vigilad!
Orar es conectarse con lo Alto, en espíritu y verdad.
Y vigilar significa mantener la casa mental en orden y el corazón limpio.
El hombre es mucho más de lo que piensa. Es espíritu. Es destello divino en la carne.
Y hay un tesoro de luz en su Ser.
Por tanto, urge que cada cual descorra el velo del misterio que encubre la riqueza que el Gran Arquitecto Del Universo ha dejado en su corazón.
Que el Amor disuelva las brumas de las ilusiones. ¡Y que la conciencia despierte!
Porque el corazón no es lugar para cosas ruines ¡No, no!
Es el centro del espíritu. Y es el hogar de la Luz**.
Paz y Luz.
- Ramael***-
(Recibido espiritualmente por Wagner Borges).
- Notas:
*Aura - del latín, aura - soplo de aire - halo luminoso de distintos colores que envuelve el cuerpo físico y que refleja, energéticamente, aquello en que piensa el individuo, lo que siente y vivencia en su mundo interior; esfera psíquica; campo energético.
**Estos escritos fueron recibidos dentro de los estudios de Radio Mundial de São Paulo, momentos antes del comienzo del programa Viaje Espiritual. Y a continuación, leídos para los oyentes. Y ahora, se ponen en abierto a disposición de todos.
***Ramael es uno de los mentores espirituales que me orienta hace muchos años. Se presenta como un hindú alto, de unos 40 años, con turbante. Su rostro es limpio y aparenta cierto aire sereno y jovial. Forma parte del equipo extra-físico de Ramatís. Se dice admirador de las enseñanzas de Jesús.
Quede aquí mi agradecimiento a ese amigo espiritual tan discreto y sencillo. Siempre es un honor recibir sus orientaciones serenas y lúcidas y, también, sentir sus energías amorosas y llenas de sabiduría.
Observación: Mientras tecleaba estos renglones, me acordé de otro texto, a saber por qué. Entonces, lo añado a continuación.
LUZ Y SIMIENTES CONSCIENCIALES
(¡El Amor de los Iniciados!)
¡Oh, Luz!
Madre sutil de los hombres y de las estrellas.
El universo es tu vestimenta luminosa.
Cada ser es expresión de tu ser.
Cada estrella es un pensamiento tuyo.
Cada vida es tu soplo vital.
Tú eres la sembradora de soles.
Tú eres la incubadora de vida, también en los abismos.
Pitágoras hablaba de ti, siempre admirado.
Hermes Trismegisto te escuchaba en la canción de las estrellas.
Orfeo tañía la lira en tu honor.
Los grandes iniciados siempre te han amado.
¡Oh, Luz!
Vida secreta del corazón.
¡Mentora sutil de todo!
Tú eres el sueño bueno de los iniciados.
Madre, vivimos en tu manto estelar.
Tú conoces lo que cada corazón siente.
Aquí y ahora, nos juntamos a los iniciados de todos los tiempos, y te damos las gracias.
Las esferas de Pitágoras, la sabiduría estelar de Hermes, y la lira de Orfeo.
Todos ellos te admiraron. ¡Ellos te amaron tanto!
Inspirados en ellos, aquí y ahora, ¡nosotros te amamos también!