Cuando dejamos atrás cosas que nos daban seguridad, pero que solo nos llevaban hasta determinado punto… podemos tener acceso a un poco más de profundidad en las zambullidas y algo más de apertura en las posibilidades…
Sé que siempre hay más… y esos momentos en que nos adentramos en algo nuevo que nos inspira a ir al fondo en busca de uno mismo… son especialmente preciosos, porque nos ofrecen la certeza de que es momento de retirar un poco más los velos que nos impedían ir más allá…
Me encuentro en un momento así, y percibo que el Universo me ha situado en un campo fértil de posibilidades… Nada fuera de mí, solo claves a que hasta entonces yo no había accedido, me muestran cómo nuestro potencial de crecimiento es abierto siempre, sin que nunca llegue al fin…
Esa inmensidad que se abre ante nuestros pasos que se arriesgan en lo desconocido, nos da siempre un susurro de que no debemos detenernos ni apegarnos a nada, por muy maravilloso que aquello pueda parecer…
Sin embargo, a menudo lo olvidamos, e intentamos retener con las manos lo que de repente se revela maravilloso y especial…
Noto que me encamino a un lugar nuevo dentro de mí… un lugar de acogimiento de muchas cosas que no aceptaba en mí por considerarlas inadecuadas para lo que suponía que yo era… Hoy sé que inadecuado es negar cualquier cosa que forme parte de nuestra totalidad…
Me siento encantada cuando esas posibilidades nuevas se dejan percibir… o mejor, cuando me permito percibir las posibilidades nuevas que están siempre presentes.
Este tiempo es siempre precioso, porque ya sabemos lo que no queremos que se repita, y tenemos coraje para avanzar sin garantías rumbo a lo desconocido… y solo la intención ya pone en movimiento un fluir enorme de informaciones que son reconocidas por tu Alma… y que te dan nuevas esperanzas de que todo puede cambiar, si modificamos nuestra percepción de las cosas…
Ante las nuevas percepciones, un abanico de posibilidades se despliega y lo nuevo pasa a ser algo, no solo soñado y esperado, sino una posibilidad real que viene de tu disponibilidad para abrirte a él… Dejando los viejos modos de ser y de obrar vamos adentrándonos por terrenos nuevos dentro de nosotros, y liberando con Amor y Aceptación todo cuanto pide salir a la Luz de la Consciencia…
Me gusta estar en este tiempo… en el cual todo parece posible expandir en la proporción en que también expandimos los espacios de nuestro corazón para que en él quepan las cosas que hasta entonces rechazábamos en nosotros mismos y considerábamos como partes no aceptables de nuestra naturaleza…
En esas zambullidas he encontrado partes mías que estaban listas para salir a la luz… y que solo habían sido negadas y rechazadas por no encuadrarse en los esquemas normales… por no adecuarse a la normalidad de cierta historia o de cierta época, que ya ni siquiera tiene importancia…
Y muchas de esas partes son tan preciosas y me han susurrado una sabiduría tan sencilla… pero tan sencilla… y que ahora, a la Luz de la conciencia, me parece tan obvia, que hasta me pregunto cómo nunca me había dado cuenta de ella…
Y eso me hace sentir deseos de zambullirme todavía más… para buscar cada vez más hondo, hasta que no quede nada escondido y negado… pero sé que todo tiene su momento oportuno para suceder… y sé que por mucho que me busque, siempre habrá más de mí que buscar… hasta que un día ya no quede nada… ni el buscador ni lo que tiene que ser buscado…
Seremos Uno con el Todo…