La mayor fuente de sufrimiento para el ser humano es el apego. Desde temprano, fuimos condicionados a apegarnos a todo lo que consideramos indispensable para que podamos sentirnos seguros y cómodos.
A lo largo de la vida, sin embargo, vamos descubriendo que este apego nos vuelve extremamente vulnerables. Desapegar no significa vivir una vida sin desear alguna tipo de conquista o sin crear lazos de afecto con otros seres humanos.
El problema es que ponemos nuestro equilibrio interior en dependencia con todo aquello que nos es externo. Generalmente esto sucede porque aprendemos a tener nuestro valor como persona, avalado siempre por las victorias que obtenemos en el mundo.
Aunque éstas sean esenciales para nuestra sobrevivencia, no podemos olvidar que todo en esta dimensión es transitorio y, por lo tanto, pasible de desaparecer en cualquier momento.
Mientras no consigamos vivir profundamente esta verdad y busquemos otros valores que nos sustentan en cualquier circunstancia, seguiremos esclavos de los apegos que tanto nos fragilizan.
Fortalecer la confianza en el poder que todos indistintamente poseemos es el paso esencial para que comencemos a libertarnos de todo aquello que nos aprisiona.
Una existencia plena de paz y felicidad pasa, obligatoriamente, por la capacidad de reconocer en nosotros la fuente de amor y abundancia que nos originó. Esta estará siempre disponible, pues no depende de nada ni de nadie para ser provista.
Todas nuestras miserias y sufrimientos no son nada más que apego. Toda nuestra ignorancia y oscuridad es una extraña combinación de mil y un apegos. Estamos apegados a cosas que serán llevadas en el momento de la muerte, o aún, tal vez, antes.
Puedes estar muy apegado al dinero, pero puedes ir a la bancarrota mañana. Puedes estar muy apegado a tu poder y posición, pero estos son como pompas de jabón. Hoy están aquí, mañana no dejarán ni un rastro.
…Todas nuestras posiciones, todos nuestros poderes, nuestro dinero, nuestro prestigio, respetabilidad, son todos pompas de jabón. No te apegues a las pompas de jabón, si no, estarás en continua miseria y agonía.
…Comprender que la vida es hecha de la misma materia que los sueños es la esencia del camino. Desapégate: vive en el mundo, pero no seas el mundo. Vive en el mundo, pero no permitas que el mundo viva dentro de ti. La energía que estaba involucrada en el apego a las cosas traerá un nuevo amanecer a tu ser, una nueva luz, una nueva comprensión, un tremendo descargar, ninguna posibilidad para la miseria, la agonía y la angustia.
Al contrario, cuando todas esas cosas desaparecen, te encuentras sereno, calmo, tranquilo, en una alegría sutil. Habrá risa en tu ser.
…Si te vuelves desapegado, serás capaz de ver como las personas están apegadas a cosas triviales y cuanto están sufriendo por eso. Reirás de ti mismo, porque también estabas en el mismo barco antes. El desapego es ciertamente la esencia del camino.
Publicado dia 4/9/2012 2:36:28 PM em STUM WORLD
