Todos los seres humanos anhelan por la felicidad y a pesar de eso, el opuesto a este estado de ser aún es predominante en el mundo. La mayoría de las personas se muestra muy poco dispuesta a hacer lo necesario para alcanzar este objetivo tan deseado. Los que poseen la genuina vocación para la felicidad aún constituyen una minoría.
Sí queremos mucho alcanzar algo debería ser natural que nos mostrásemos dispuestos a buscarlo con total empeño y voluntad. Sin embargo, la infelicidad tiene un aspecto contradictorio del cual pocos tienen conciencia: esta puede ser un instrumento que nos permite obtener la atención ajena.
Así, a pesar de que se quejen, mucho sufridores acaban por sentir cierta comodidad en esta condición. Es claro que al principio si intentamos mostrarles esa realidad, ellos ciertamente lo negaran y difícilmente irán a asumir que el sufrimiento les trae alguna ventaja.
Pero si les es mostrada una nueva posibilidad de vivir, enseguida presentarán una serie de excusas para no ir en busca de lo que afirman desear. Las justificativas son en realidad para sí mismos, para reforzar la creencia de que el cambio no depende de ellos, sino siempre de algo exterior.
El hecho es que la felicidad consiste simplemente en una manera diferente de lidiar con la vida y con las experiencias que esta nos presenta. Si tenemos la firme convicción de no permitir que los acontecimientos nos impidan de mantener nuestro equilibrio interior, aunque estos sean a veces bastante desafiantes, nada nos impedirá de alcanzar este objetivo.
Buscar la conexión con la Fuente, la conciencia universal que nos originó, es la única forma de mantener intactos los sentimientos de alegría y paz con que sigamos al mundo.
"La recompensa en infelicidad.
La miseria tiene muchas cosas para darte que la felicidad no te puede dar. De hecho, la felicidad te saca muchas cosas. La felicidad te saca todo aquello que siempre tuviste, todo aquello que siempre fuiste, la felicidad te destruye.
La miseria nutre tu ego y la felicidad es básicamente un estado sin ego. Éste es el problema, el punto crucial del problema. Por eso a las personas les parece muy difícil ser felices.
Es la razón porque millones de personas en el mundo tienen que vivir en la miseria… Decidieron vivir en la miseria. Esta les da un ego muy cristalizado… En la miseria, la cristalización; en la felicidad quedas disuelto.
… La miseria te vuelve especial. La felicidad es un fenómeno universal, no hay nada especial en esta. Los árboles son felices, los animales son felices, los pájaros son felices. Toda la existencia es feliz, excepto el hombre. Siendo miserable, el hombre se vuelve muy especial, extraordinario.
La miseria te vuelve capaz de atraer la atención de las personas. Cuando eres miserable eres asistido, simpatizado, amado. Todo el mundo comienza a cuidarte. ¿Quien va querer lastimar a una persona miserable¿ ¿Quien va poder ponerse en contra de una persona miserable? Eso podría ser muy malo.
Una persona miserable es cuidada, amada, asistida. Hay una gran inversión en la miseria… esa persona siente que no está sola, esa persona tiene una familia, tiene amigos.
Cuando estás enfermo, depresivo y la miseria, los amigos vienen a visitarte, confortarte, vienen consolarte. Cuando está feliz, los mismos amigos tienen celos de ti.
… A nadie le gusta una persona feliz, porque la persona feliz hiere el ego de los otros.
Los otros comienzan a sentir, entonces estás feliz y nosotros aún estamos arrastrándonos en la oscuridad, en la miseria y en el infierno. ¿Cómo puedes osar ser feliz cuando estamos todos en miseria?
Es claro que el mundo consiste en personas miserables y nadie es bastante corajudo para ir contra el mundo entero; es muy peligroso, demasiado arriesgado. Es mejor apegarse a la miseria, eso te mantiene como parte de la multitud. Feliz tú eres un individuo; miserable, eres parte de la multitud…
… La felicidad es simplemente felicidad. La persona es transportada para un otro mundo. La persona no es mas parte del mundo que la mente humana creó, la persona no es más parte del pasado, de la historia fea. La persona no es más absolutamente parte del tiempo. Cuando estás realmente feliz, alegre, el tiempo desaparece, el espacio desaparece… Cuando tú estás feliz comienzas a moverte hacia lo trascendental.
Eso no es social, esto no es tradicional, nada tiene que ver con la mente humana, de ninguna manera".
Publicado dia 9/27/2012 9:07:57 AM em STUM WORLD
