Podríamos comenzar el proceso de construcción del Vehículo Interdimensional por el alineamiento energético, pero queremos compartir contigo la enseñanza de nuestros hermanos pleyadianos que nos afirman - y lo hemos podido comprobar en la práctica - que la quinta dimensión ya está accesible, a nivel interno.
El cuerpo que habitamos es solamente uno de los aspectos de nuestra existencia. Ni mejor ni peor que los otros, y sin embargo fundamental para que existamos en este plano y en esta dimensión.
Pese a ser el más denso de los cuerpos, el físico está dotado de varios puntos de enlace con la Fuente y no podría ser de otro modo, toda vez que el cuerpo físico es nuestra "imagen", mientras que el séptimo cuerpo - la manifestación de la Fuente individualizadora - es nuestra "identidad".
¡No sería ni una pizca justo que no pudiésemos tener acceso a lo que realmente somos! De esta forma, toda nuestra estructura energética está preparada para llevarnos de un "lugar al otro", en nuestro propio existir.
La intermediación del contacto de lo más denso con lo más etéreo se hace por medio de los chakras.
Ellos son los interruptores que nos conectan con los cuerpos superiores, y uno de sus ejes, el cardíaco-coronario, forma un lugar que los pleyadianos denominan Espacio del Corazón.
La comparación que nos viene a la mente es un templo. Si pudiésemos alojar lo sagrado dentro de nosotros, en un lugar físico, sería este.
El Espacio del Corazón es nuestro lugar de aprendizaje, de co-creación, de sanación, de consejo, de encuentro, de contacto con la quinta dimensión, a un nivel interno.
Y al mismo tiempo que individual, es asimismo el portal que nos conecta al colectivo universal, uniendo los demás Espacios del Corazón de todos los seres que existen, no solo los que viven en este planeta. ¡Ni siquiera es preciso que estén "vivos", por decirlo así, y esto hace la experiencia más curiosa! Recordad que más allá de la cuarta dimensión los conceptos de tiempo y espacio desaparecen.
Nuestra entrada en este lugar proporciona dos clases de encuentros: uno primero, con nosotros mismos, a un nivel tan profundo que llega a emocionar. El segundo, con los otros seres, se hace ya de forma interdimensional; al expandir nuestro espacio personal, llegamos a las intersecciones con los espacios de los otros seres.
En este punto hay que dejar claro que el ejercicio es casi una meditación. ¡Para ser más exactos, según las informaciones de nuestros amigos, debemos quedarnos con la parte "acción" de la palabra meditación! O sea: no es para descansar, vaciar la mente, no pensar en nada. ¡Todo lo contrario! Cuando llegamos al Espacio del Corazón, es preciso actuar y mucho.
Usa el ejercicio de varias formas:
· limpia patrones negativos de tu personalidad;
· "desecha" personas y situaciones que, interiormente, te traen disgusto;
· encuéntrate con personas y restablece los patrones armónicos de convivencia - perdonar, ser perdonado;
· pide consejos;
· cura aspectos físicos;
· trabaja aspectos prácticos: ideas, soluciones de problemas del día a día, etc.;
· organízate;
· recoge informaciones sobre situaciones que no han quedado muy claras en el pasado;
· ¡pasea! Puedes explorar otras dimensiones, ya desde la primera vez que hagas el ejercicio.
Ten en mente que todo está a tu alcance y depende de acción.
Pero ¿cómo saber si esto es real o fruto de tu imaginación?
La respuesta es simple: en un primer momento, tu mente racional intentará quitar todas las imágenes que ya forman parte del subconsciente. Es un tipo de desvío, pero no se trata de error. Es que eso es así. como si la mente quisiese, o necesitase, descargar una gran cantidad de informaciones, para después "liberar la entrada".
Pero eso, afortunadamente, no dura mucho. El propio proceso de activación de los chakras hace la conexión y después de esas primeras oleadas de imágenes conocidas, si das el tiempo suficiente para que la mente llegue al objetivo de estorbarte (entonces, ¡permíteselo!) nuevas imágenes, ideas, conceptos, voces y visiones se presentarán, tan claras como un día de sol.
En nuestros encuentros presenciales hacemos el ejercicio en grupo, guiados por la voz de alguien que nos orienta.
Aquí, en el próximo artículo, El Espacio del Corazón 2, colocaremos un guión. Si tienes esa posibilidad, graba tu propia voz, a fin de memorizar los pasos rápidamente.
¡Esperamos que tu experiencia sea maravillosa, ya en la primera vez! Pero no te quedes en la primera. Hazlo siempre, diariamente, prepárate. Este será nuestro ambiente, en la próxima Era.
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