Muchas veces la vida nos pone al límite… al límite de cuánto podemos soportar algunas cosas… y percibo que muchos de nosotros estamos siendo puestos a prueba hasta ese límite… para que el cambio sobrevenga…
Parece que el Universo nos está llevando al punto de decir… ya no aguanto más… o ya no sé qué más hacer…
Cuando esto ocurre, es bueno porque se nos está mostrando que en aquella forma, con aquellas creencias, ya no es posible continuar… es hora de dar un grito de libertad respecto de muchas cosas que durante muchas eras nos han mantenido en un cautiverio… presos por rejas invisibles pero… llega un día en que ni siquiera esas rejas pueden ya contener nuestra sed de libertad.
Desde el comienzo del año he entrado en contacto con la energía de las Abuelas… y realicé dibujos de esas mujeres que poco a poco se me fueron revelando… Una de ellas, a quien llamo Vibración, viene llevándome a muchas sanaciones, de una forma en que lo que necesita ser liberado se muestra como una imagen de lo que está dentro y no lo percibes… Pero a partir de ahí se hace tan claro que ya no es posible tragar… Y ella me ha llevado por caminos muy ricos y me ha revelado una sabiduría simple y una sanación muy real.
Después de algunos viajes hacia dentro guiada por ella, ese contacto ha pasado a ser bastante natural, como si ella fuese una parte mía o como una voz que está siempre a mi lado cuando pregunto algo… Y fue, en una de esas preguntas que le hice, cuando Ella me mostró la escena del nacimiento de Jesús con los tres Reyes Magos que traían regalos para Él… Y enseguida me enseña aquella escena congelada en que todos los personajes se vuelven figuritas, y yo me veía como una mujer, en otro tiempo, con ropas largas, mirando aquellas figuritas que representaban el nacimiento de Jesús sobre un pañito… y yo tenía que tomar una decisión en aquel momento… debía romper aquellas figuritas que pasaron a ser solo imágenes congeladas, pero… por un momento estuve en duda y me vi envolviéndolas en el paño y guardándolas en el bolsillo… después las imágenes que vinieron fueron rápidas y sin mucha nitidez… parece que aquella mujer fue llevada presa, y por haber guardado aquellas figuritas fue condenada a muerte…
La Abuela en ese punto me llama a la realidad al decir:
- Tienes que romper el vínculo con la religión católica…
Como mi familia está más ligada al espiritualismo, sin una religión definida… y siempre ha creído en otras vidas, yo nunca estuve vinculada a la religión católica… que respeto como a todas las demás, porque considero que cada uno tiene su forma de conectarse con Dios…
Pero comprendí que la Abuela me hablaba de las memorias equivocadas que aún actuaban en mí de forma inconsciente…
Por la noche, le pido a la Abuela que me ayude a limpiar esas memorias y duermo… Sueño que estoy sentada a una mesa para almorzar, y que ante mí, está servido mi plato y cuando miro el plato veo horrorizada que hay una tortuguita verde en mi comida… Siento náuseas y, puesto que no como carne, pienso en sacarla de mi plato… pero pienso así… Ella murió para eso, por tanto, tengo que comerla. Ella se sacrificó por mí…
Y así lo hago, y me siento mal de tanto asco y náuseas… Y me despierto, todavía con un mareo que no pasa y con la boca llenándose de agua casi todo el día.
A la misma hora, la ficha cae al mismo tiempo que una voz resuena dentro de mí…
Él murió para salvarnos… Aquella imagen del sueño me trajo una libertad que aún no he podido evaluar… Y la idea del sacrificio me parecía ahora absurda e incoherente.
Y así como comí la tortuga, comprendí cómo nos estamos sacrificando todo el tiempo cada vez que hacemos cualquier cosa porque el otro se sacrificó por nosotros… vamos contra nuestra naturaleza siempre que nos sentimos deudores del sacrificio del otro… y por eso hemos de hacer esto o aquello.
Percibí un ciclo vicioso que se crea a partir de esas memorias equivocadas que se congelan en nuestro inconsciente haciéndonos eternos prisioneros de historias que nos fueron contadas.
Cuántos padres no se sacrifican por los hijos y después exigen de forma muy sutil que esos hijos se sacrifiquen por ellos… o haciendo una carrera que ellos consideran que es lo mejor… y así en un círculo vicioso sacrificio genera sacrificio… cuántas personas se sacrifican por tantas cosas… en luchas que nunca tienen fin…
Cuántas veces nosotros mismos luchamos para conseguir algo, y cuando lo alcanzamos vemos que no es precisamente eso lo que nos hace feliz… sin embargo, una voz allá en el fondo nos habla así… yo me he sacrificado tanto por conseguir esto… y entonces no tenemos valor para cambiar, para empezar de cero se preciso fuese… sacrificándolo todo para no sacrificar nuestra verdadera naturaleza…
Sé que hay muchas explicaciones simbólicas que explican la muerte de Jesús en la Cruz, pero sé también que una parte nuestra toma ese símbolo al pie de la letra… y la exigencia sobre ese sacrificio es tanta que nos juzgamos eternos deudores…
Muchas cosas se han ampliado para mí…
Lancé un grito de libertad de esa imagen de sacrificio y sentí como si Jesús estuviese sonriéndome, feliz por esa nueva libertad.
Comprendí que lo que importa es el nacimiento de Jesús; los personajes que quedaron congelados a partir de aquello en historias y dramas sin fin, de esos quiero abrir mano… y el sentimiento que quiero tener es el de Jesús siempre Vivo dentro de mí… El sacrificio nos ata y limita… Jesús es Amor y el Amor no tiene límite.
Publicado dia 11/22/2012 2:27:33 PM em STUM WORLD
