En el camino del autoconocimiento, una cualidad se vuelve esencial: la decisión. Ser decidido significa abandonar totalmente la duda y no dejarse influenciar por las tentativas constantes de la mente de hacernos desistir de la jornada.
Y los argumentos serán muchos, desde aquellos que intentan hacernos dudar de los maestros, hasta los que buscan desviarnos hacia placeres inmediatos o superfluos.
Si no estamos firmemente focalizados en el objetivo de bucear profundamente en nuestro propio interior, ciertamente nos dejaremos seducir fácilmente por estos llamados.
Al final, seguir lo desconocido, sin ninguna garantía acerca de lo que encontraremos al final, es un desafío que exige determinación y coraje.
Lo divino, este aspecto misterioso de nuestro ser, es, al mismo tiempo, nuestra naturaleza esencial. Por más paradoxal que parezca, buscamos al final lo que ya poseemos, debiendo para esto dejar de lado lo que no nos pertenece.
El ego - nuestro falso yo - es desde siempre un conocido, con él desarrollamos intimidad y por esta razón, pasamos a darle total crédito, aún cuando nos hace creer en falsos paradigmas.
Solamente la persistencia y una confianza absoluta en el proceso, pueden llevarnos finalmente a experimentar un nuevo nivel de consciencia, donde las dudas van de a poco dando lugar a un nuevo estado del ser, donde el sentimiento de que la existencia es siempre perfecta, del modo como se presenta, se vuelve natural.
Osho, quiero volverme un sannyasin, pero me enseñaron desde la infancia a tomar cada paso con mucho cuidado. Y por culpa de eso, he estado dudando largamente. ¿Qué debo hacer?
Osho:
Si sigues vacilante, perderás todo lo que es bello. Porque lo bonito viene apenas en raros momentos. Si no estás listo lo suficiente para saltar hacia él en el momento que está allí, continuaras perdiendo.
Un hombre que continuamente vacila continua perdiendo, porque cuando llega el momento, él está dudando. Cuando el momento se fue, puede aún decidir, pero ahora la oportunidad ya no está más ahí. Entonces, tiene que esperar por la oportunidad…
…La vida pertenece a quien tiene coraje. Yo no estoy diciendo que no tengas cuidado, pero para mi, cuidado tiene un significado totalmente diferente del que tiene para ti. Cuidado, para mi, significa alerta, consciencia. Cuidado no significa astucia, no significa cálculo.
…No estoy diciendo, “sé ciego y haz cualquier cosa“. Mantén los ojos abiertos. Pero apenas manteniendo los ojos abiertos y sentado en el silencio y nunca asumiendo riesgos, no estás yendo a ningún lugar. Simplemente morirás ahí.
No estás viviendo, estás vegetando. ¡Muévete! La vida es movimiento, la vida es río. Si el río vacila, se volverá un lago y un lago es una cosa muerta… Y, tarde o temprano, el lago se vuelve seco, el agua irá a evaporarse.
El río corre y llega al océano, entra en el infinito. El río no tiene ningún mapa ni guías y no sabe realmente donde está yendo… El océano está muy lejos, ni siquiera el ruido del mar puede ser oído.
Pero el río va, poco a poco moviéndose, se cambia hacia lo desconocido, continua tanteando hacia lo desconocido… y un día llega al océano. Todos los ríos llegan…
Si quieres llegar, sé como un río. Cada persona debe estar consciente de lo que es correcto, pero cuidado, pues en exceso puede ser un obstáculo. Este no va a permitir que tengas lo desconocido en tu vida. Lo desconocido nunca es suficiente, apenas lo desconocido satisface. Solamente cuando te mueves hacia lo desconocido eres fresco y joven.
…Pero si estás infeliz y miserable de la manera que eres, entonces, sé un poco corajudo. Da algunos pasos más allá del límite en que viviste hasta ahora. La felicidad le sucede a las personas que están vivas. A veces, mucho cálculo, como de una mente de negocios, crea problemas innecesarios… Por lo tanto, tu cálculo puede perjudicarte y puede perjudicar a los otros también… sé un poco más corajudo.
…Vacilar es un viejo hábito. Por causa de tu vacilación, puedo decirte que debes haber perdido muchas oportunidades también en la vida, porque la oportunidad viene y se va. No espera, no se preocupa contigo. Viene y en un momento se fue. Está ahí apenas por un momento, la ventana se abre por un momento y, entonces, se cierra y puede permanecer cerrada para siempre… nunca se sabe.
Así, cuando la ventana esté abierta, da un salto, ve hacia lo desconocido. No perderás nada, porque no tienes nada. ¿Por qué estás preocupado con perder alguna cosa? ¿Por qué vacilas? ¿Qué tienes a perder?
Es como un hombre desnudo que no va a tomar baño al río porque tiene miedo ¿dónde secará sus ropas? Y no tiene ropa, es un hombre desnudo, pero no va a bañarse, porque entonces irá a crear complexidades innecesarias ¿dónde secará sus ropas?
Observa, ¿de qué tienes miedo? ¿qué tienes a perder?
¡Apenas tus miserias!
Publicado dia 12/2/2012 8:03:27 PM em STUM WORLD
