¿Sabías que estamos siendo obligados a procesar más y más cantidad de informaciones en cada vez menos tiempo? ¿Y que este montante es tan exhaustivo para el cerebro que llega al punto de desequilibrar el comportamiento humano? A causa del requerimiento de procesado ultra-rápido de informaciones, somos inducidos, lo queramos o no, a ser multitareas.
Al mismo tiempo en que estás hablando por el móvil, puedes estar tecleando en el ordenador y en la peor de las hipótesis, conduciendo. Por añadidura, simultáneamente es posible que estés además escuchando música, preocupado por una presentación de trabajo que harás más tarde y por tu cita de la noche…
Aparte de todo esto, acabamos por existir en varios sitios al mismo tiempo. Hoy más que nunca estamos vivenciando la aceleración del tiempo versus la dispersión de los lugares por donde nuestros focos de atención “revientan” como palomitas de maíz incesantemente. Debido a la información ultra-acelerada, el aquí y ahora pierden el sentido primordial al participar virtualmente y en segundos, en lugares, tiempos y realidades de lo más diverso. Nuestro cerebro participa al mismo tiempo en que se hiperactiva, con la intención de dar cumplimiento a todas esas demandas espacio-temporales.
Por la pantalla del ordenador podemos ver y hablar en tiempo real con alguien que está al otro lado del planeta. Y más, esa persona está en su ahora simultáneo al nuestro, pero 12 horas más adelante. ¿Te has parado a preguntarte cómo hará nuestro cerebro para procesar todo eso?
- Todas esas transformaciones perceptivas están sucediendo desde hace poquísimo tiempo y día tras día se amplían en infinitas nuevas posibilidades.
Múltiples demandas es lo que no falta. Como consecuencia de este nivel de agitación, la tendencia es a tener poca paciencia para escuchar relatos con más de media docena de palabras, o incluso para escucharse internamente.
En la exacerbación de este terreno fértil es donde se verifica el estado patológico cerebral cuyo nombre es déficit de atención e hiperactividad.
El gran problema es que nuestros sistemas no están habilitados para hacer varias cosas al mismo tiempo con eficiencia. Nuestra máquina humana, aunque participativa en todo eso, no consigue procesar mecánicamente toda esa rapidez informacional. La confusión se produce cuando nos parece que podemos dar cuenta simultáneamente de múltiples tareas con total eficiencia. Nuestro sistema físico hasta el presente momento aún no es capaz de hacerlo, por ahora está sobrecargado y ocupado en extremo intentando auto-superarse y esa misma es la razón de entrar a veces en colapso. Y es exactamente cuando se produce el colapso, o sea, el fallo en nuestro sistema, cuando aparece el déficit de atención o la hiperactividad como algo patológico y que necesariamente debe ser tratado. Fíjate también en que, por otra parte, innumerables veces el colapso del sistema puede no estar de verdad ocurriendo, y buscar un diagnóstico patológico puede no ser necesario. En estos casos un proceso terapéutico que también cuenta con la psico-educación es una excelente clave para que la persona pueda realinear su cerebro de modo satisfactorio evitando consecuencias emocionales más dañosas. Sentimientos subterráneos como ansiedades mal resueltas, traumas de todas clases, cuestiones relacionadas con la perfección y culpas también deben ser considerados como factores propulsores de la dificultad para mantener el foco de la atención, para la dispersión y la hiperactividad.
Lo cierto es que el cerebro asocia acontecimientos, pero antes los sectoriza, sólo consiguiendo trabajar con una cosa cada vez, por más que hoy día pueda parecer que no es así. Voy a explicarlo mejor; nuestra máquina cerebral fue concebida para poder alcanzar el máximo de su eficiencia cuando enfoca la atención dedicándose a una tarea cada vez. Es posible hacer varias cosas al mismo tiempo con eficiencia si ese mismo tiempo es literalmente subdividido en pequeños tiempos de atención total a cada cosa que se está haciendo (las más de las veces ni siquiera nos damos cuenta de que estamos funcionando así).
Por otra parte, algo interesante de saber: oír música puede ser un facilitador de la atención enfocada, por colocar a la persona en el clima ideal para realizar las tareas deseadas. En este sentido es un catalizador de la atención. El cerebro puede trabajar con atención enfocada en algunos asuntos y de modo eficiente cuando es activado en áreas con diferentes demandas. Por ejemplo, puedes hablar por teléfono y garabatear en un papel al mismo tiempo, son áreas distintas del cerebro; pero escribir un correo y hablar por teléfono al mismo tiempo, complican la atención ¿no te parece?
De cualquier modo el tema expuesto es para hacerte pensar sobre ti mismo de modo diferente de lo habitual, en relación a este asunto que tantas dudas ocasiona. Y si hay algún cuestionamiento personal mayor, quién sabe si no es el momento de acelerar tu proceso existencial buscando ayuda terapéutica.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos
Publicado dia 6/28/2013 7:55:38 AM em STUM WORLD
