Imagínate, a partir de este momento, que tu día ya no fuese a tener mañana y que tu hoy estuviese hecho de un único e ininterrumpido ahora… Imagina, además, que esa sería tu última posibilidad de estar verdaderamente vivo, viviendo únicamente con lo que te queda, es decir, con tu presente.
¿Y si además de imaginarte en esa situación, pudieses realmente tener total conciencia de que esa realidad existe, y decidieses asumir este estado por completo? Dedícate a estar en este momento y abre espacio para transitar por la experiencia del ahora absoluto. Despereza todo tu cuerpo al mismo tiempo en que te conectas con todo a tu alrededor. A continuación, respira profundamente y percibe el aire entrando y saliendo de tu cuerpo, imprimiendo un patrón de funcionamiento altamente despierto al mismo tiempo en que tu mente permanece en estado de meditación. Con la adquisición de la autonomía y el despertamiento provenientes de ese estado, mente y espíritu automáticamente empezarán a atravesar portales y más portales de tu propia conciencia. Una jornada en que comienzan a descortinarse realidades mayores, en que el factor trascendencia emerge. Un proceso más que natural que forma pacto con la presencia ininterrumpida de tu totalidad en el ahora.
A partir de ese estado de excelencia, comprenderás los tonos de todas tus escenas existenciales y te habilitarás para diseñarlas como te plazca, en la conciencia de que tú eres, siempre has sido y siempre serás el creador de todas tus experiencias, sean cuales fueren. Por tanto, infinitas serán las posibilidades de elegir las realidades en que desees existir. Siempre podemos decidirnos por lo mejor, cuando estamos en presencia absoluta, con foco y acciones definidas para actuar y proceder sin vacilar.
Tenemos la fuerza y el poder para modificar cualquier destino elegido, cualquier realidad que no nos parezca buena.
Si acaso adviertes que algo no es bueno, no lo hagas, no vayas. Si notas que es bueno, confía, fluye. Tu intuición es y siempre será tu ángel de la guarda. Acuérdate de que al ser tú mismo, instantáneamente estás plantando algo en el mundo que no estaba allí antes. Por tanto, aprende a decir no cuando aparentemente todo te impulse al sí, esto es un acto de maestría en la escucha del alma y no hay error posible en este tipo de situaciones.
Confía.
Recuerda que tu mente no es local. Somos influenciados e influenciamos ininterrumpidamente cuando pensamos y cuando sentimos. Estar lúcido, consciente y responsable nos habilita para elegir lo que es bueno para nosotros mismos y para el universo. Somos todos co-responsables por todo lo que existe.
Mientras no compartas, perfecciones y creas en la expresión de tus habilidades de alma, esto te será reclamado de todas las formas y maneras.
Te sirves de tu máquina física para manifestarte. Tu cerebro es inteligente, pero se vuelve literalmente “burro” sin tu presencia, como una computadora girando un programa nunca visitado y con soluciones no actualizadas que acaban por volverse arcaicas para todo el sistema.
Renueva, sé digno de ti mismo y de tu sagrada presencia.
Danza tu propia música en comunión con todo lo que existe. Sé consciente aquí y ahora.
- Tú puedes, debes y eres capaz de ejercer tu expresión plenamente despierto.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos