El vientre está localizado en el centro de equilibrio de nuestro cuerpo. En él tenemos los órganos generadores y los controladores de la eliminación de las toxinas: intestinos, vejiga y útero.
La psicología moderna comprueba: las personas controladoras tienen intestinos perezosos, las personas que no se desapegan de pensamientos antiguos generan estreñimiento.
Según Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, el estreñimiento está relacionado con la libido del niño en la fase anal. Él consideraba que cuando un niño de hasta dos años come o juega con sus heces, está explorando su primer producto. Si, en lugar de ser tratado con cariño y comprensión por sus padres, es severamente reprendido por ese acto inocente, acabará, inconscientemente, asociando el repudio a sus heces con el repudio a aquello que crea, o sea, madurará llevando consigo la sensación de que es incapaz de producir, crear o desarrollar algo que pueda llegar a ser aceptado por la sociedad. Con toda seguridad su agresividad - aquí, en el sentido de osadía o fuerza interior - estará a la baja, dando lugar a las frustraciones, miedos, apego, deseo de controlar a los demás, dudas.
El abdomen ha sido un misterio incluso para los profesionales del área. Existen las más diversas teorías intentando explicar por qué es tan difícil quemar la grasa del abdomen. Mientras que algunos especialistas alegan que una dieta equilibrada, combinada con ejercicios abdominales, puede resolver el problema, otros afirman, convictos, que ni la dieta y mucho menos los ejercicios representan la solución.
Mujeres y hombres de complexión esbelta no se conforman cuando la barriguita aparece, lo cual les lleva a ponerse a régimen para adelgazar aún más, con la esperanza de perder, definitivamente, aquella prominencia. Muchos de los que frecuentan gimnasios, clínicas de masajes o recurren a la cirugía plástica, no todos consiguen alcanzar sus objetivos. Por otra parte, también están los que no hacen ejercicio de ningún tipo, comen bien, y pese a todo, no tienen la tal barriguita. Entonces surgen las teorías intentando explicar ese fenómeno.
Aunque no se padezca estreñimiento, intestino perezoso o problemas en el útero, habrá retención de grasa en el abdomen, simbolizando las emociones y sentimientos aprisionados o mal resueltos, tanto en relación con el amor, las amistades o la parte financiera, especialmente deudas. Por tanto, resolver con coraje y rápidamente todo lo que permanece archivado hace que el abdomen se vacíe.
¡Deja de empujar con la barriga!
En el abdomen también está localizado el centro umbilical, o sea, uno de los siete chakras de nuestro cuerpo etéreo, en sánscrito el manipura. La característica de ese chakra es el poder personal y el control sobre los demás. Las personas con énfasis en ese chakra duermen de seis a ocho horas diarias con el vientre hacia arriba.
El exceso de energía en ese chakra causa estrés y agresiones ligadas a una mala administración de la voluntad, la cual no encuentra medida para sobreponerse a las fuerzas internas y externas, o sea, hace al individuo pasivo cuando debe reaccionar y reaccionar cuando debe ser pasivo.
Por otra parte, la falta de energía en ese chakra hace surgir personas dominadas por emociones tales como miedos, bloqueos, rabias, repulsa, agresividad, egoísmo, orgullo, intolerancia y una fuerte tendencia a manipular a los demás.
Hace falta, entonces, el necesario equilibrio para la liberación de ese chakra, pues sólo así la persona controlará sus emociones y eliminará el orgullo, lo cual evitará que se coloque en oposición a aquellos que no piensan como ella.
El centro umbilical, si está equilibrado, se convierte en una energía que lleva al individuo a sentirse responsable y a dominar sus actos. Está asimismo ligado al sentimiento de misericordia y amor por los animales, puesto que la región abdominal es el centro de absorción de todo sentimiento egocéntrico y manipulador. Cuanto más se aprisione a personas y acontecimientos en el corazón, más reaparecerá la grasa en el abdomen. Miedos, rabias, rechazos, agresividad en los actos, en los pensamientos y en las palabras, indican que la persona no es capaz de perdonar a alguien.
El abdomen también simboliza el equilibrio y la armonía. Si hay descontento, críticas o rebelión contra alguien o en relación a algún acontecimiento, acaban surgiendo grasa y dolencias en ese sitio. Quien critica severamente a otros acaba manifestando alguna enfermedad que lleva a una operación quirúrgica en el abdomen, porque criticar a otros es lo mismo que cortarlos. Por otra parte, todo individuo que no tiene un abdomen abultado muestra determinación, coraje e, intuitivamente, encoge el abdomen depositando fuerza en el bajo vientre, cultivando la firmeza mental.
En fin, toda mente rebelde y terca, aparentemente pasiva hasta el extremo, que no acoge con gratitud a personas y cosas y no libera la vida, provoca el desequilibrio estético en la región abdominal.
Si pretendes modificar tu cuerpo para mejor, deberás aprender a tener la mente dócil, no acomodada, agradeciendo todo y a todos, y a desarrollar, conscientemente, la comprensión de la vida.
Asume tu propia vida y cesa de culpar a otros por tus amarguras y pérdidas. Las otras personas son tan sólo un espejo de nuestro emocional y, por tanto, responden con el mismo nivel energético de nuestra mente, a través de vibraciones semejantes.
Aprende a perdonar. Perdonar es poner a cero los acontecimientos, las amarguras, las desconfianzas, y lograr convivir con el perdonado, amándolo con alegría sincera. Tan sólo libera a las personas, lucha para conseguir esa desenvoltura espiritual y desapégate de todo y de todos, con cariño.