“Puede ser que el Universo esté sólo esperando que tú inicies el movimiento, al dar el primer paso…
Haciéndolo, abres las puertas para recibir toda la ayuda necesaria, a través de nuevas situaciones, personas, corazonadas… y una serie de acontecimientos que facilitan tu andadura en aquel sentido.
Lo que has iniciado se hace mucho mayor de lo que jamás podrías esperar y sientes que estás en sintonía con el Gran Misterio…
Si tienes un sueño… atrévete a dar el primer paso en el sentido de su realización… Puede ser que el Universo sólo esté esperando tu autorización para ayudarte a manifestar sus planes aquí en la Tierra”.
Ese mensaje es el que viene en la carta “primer paso” de mi Oráculo de las Mandalas y fue ese primer paso lo que hizo que se convirtiese en realidad un sueño a que algunas veces hasta casi había llegado a renunciar por considerar que “no era capaz” y algunas otras creencias equivocadas que me impedían concretizarlo.
La verdad es que esta historia empezó hace mucho tiempo, cuando trabajaba en una cosa que no me gustaba, y, un día en el año de 1996, al leer sobre el Don que cada persona tiene, en el libro de Deepak Chopra, yo creí profundamente en esto y le pedí al Universo que me mostrase mis Dones y cómo podría usarlos para mejor servir. En aquella época le tenía gran aversión al computador, un miedo que siquiera me permitía entrar en contacto… pero todo se encaminó de una forma que acabé comprando uno y aprendiendo yo sola a hacer las mandalas y los diseños, después de una experiencia muy profunda en otra dimensión de realidad… Ese fue mi primer aprendizaje sobre el Don… Puede ser que el miedo oculte aquello que más deseas… Mi miedo al computador ocultaba la herramienta que más iba a ayudarme en mis Dones.
Cuando entré en contacto con el computador y aprendí yo sola a hacer los diseños, el tiempo se detuvo, y me sentía tan en casa que no tengo palabras para describirlo… Era un flujo encantado… Y las mandalas llegaron así…
Y durante muchos años he diseñado sin siquiera saber para qué, pero era sólo lo que conseguía hacer porque mi Alma me indicaba que era ciertamente por allí por donde debía seguir… Y así empecé mi Oráculo de las Mandalas sin saber siquiera que era eso lo que estaba haciendo… Hasta que empezó a tomar forma y pasé a usarlo en mis vivencias…
Las personas que querían tener uno me pedían terminarlo, pero eso chocaba en mí con muchas creencias de que “no era capaz”, alimentadas por sentimientos de “temor a exponerme”, “no merecimiento”, y otras cosas que he ido liberando a lo largo de estos años. Siempre que me lo pedían, avanzaba un poco, pero me topaba con obstáculos que yo misma colocaba ante mí, que hacían de aquel sueño algo lejano y a veces casi imposible de materializar.
Parece que yo tenía que pasar por la experiencia de cada carta… Y así he ido liberando creencias y recibiendo experiencias que me encantaban… La Mandala “espíritu de las abejas” vino en una de esas experiencias que me enseñó que sólo nos sentiremos en casa cuando aceptemos que somos “de nuestro tamaño”, ni más ni menos, pero ya lo contaré en otro texto…
Recientemente identifiqué otra creencia más… un miedo que me dejó muy claro uno de los motivos de mi dificultad para materializar las cosas. Uno ni siquiera se imagina cuántos miedos tiene, adquiridos por experiencia de vidas pasadas que nos causaron sufrimiento y, por increíble que parezca, tenemos incluso el “miedo a que salga bien”. Mientras que una parte nuestra, consciente, tiene un gran deseo de realizar los sueños y de que las cosas sucedan, otras, que guardan memorias antiguas de sufrimientos causados por castigo al uso de la Intuición… hablan más fuerte y nos llevan a crear varias y sofisticadas maneras de sabotearnos para que no volvamos a repetir aquello que ya una vez nos ha causado dolor.
Al descubrir ese miedo, me dediqué a limpiarlo con el Ho’oponopono y esto marcó una diferencia enorme. Empecé a compartir las cartas de mi oráculo en el facebook y las personas me preguntaban cuándo lo tendría listo, porque querían tener uno.
Enseguida choqué con la creencia de que sería una tarea demasiado grande, pero… por haber ya limpiado algunas memorias de miedo, en un impulso di el primer paso.
Acepté recibir encargos del oráculo y me puse un plazo para terminarlo.
Entré en contacto con mis limitaciones y confieso que me ha dado mucho miedo no ser capaz…
Pero… cuando comencé el trabajo, para sorpresa mía, constaté que estaba prácticamente listo y todo fluyó con tanta facilidad desde el punto de vista práctico, que me encanté al ver cómo el Universo estaba ayudándome… Parece que, al dar el primer paso, fue como si yo hubiese colocado una bola en lo alto de una montaña y eso era todo lo que había que hacer para que ella rodase ladera abajo. Yo sólo tenía que tomar la decisión de terminar…
Por tanto, si tienes un sueño, por más difícil que pueda parecer, recuerda que las dificultades no son de tu Alma, sino de memorias equivocadas… el Universo está siempre dispuesto a proporcionarte toda la ayuda si le das tu autorización y… eso se da con un paso.
Avanza a pesar de los miedos y atrévete a ir más allá de las creencias… si tu Alma está contigo, es seguro que todo el Universo también lo está.