Hay ejercicios estupendos que pueden hacerse mediante la Constelación Familiar o Sistémica. La técnica de la Constelación emplea lo que la Biología describe como Campo Mórfico o Morfogenético; es un campo de información y comunicación y en él podemos observar y poner en movimiento las interacciones o dinámicas que están más allá de nuestra inteligencia moldeada y racional.
Hace mucho sentí la necesidad de emplear ese campo maravilloso para que las personas pudiesen mirar y acceder a lo que contiene cada nombre que las representa, qué es lo que esos nombres guardan y vibran y qué es necesario armonizar.
Todo crea un campo de información: una empresa, una casa, una familia. Todo pulsa, vive e interactúa con nosotros, pero no nos damos cuenta porque estamos entrenados para mirar solamente con nuestros ojos físicos y las otras formas de percepción quedan fuera. Tanto si los vemos como si no, de todas formas esos campos actúan en nuestra vida.
Siempre que utilizo ese método las personas se emocionan mucho porque mirar para el nombre es mirar para nuestras raíces, para los que han venido antes, para todas las historias, resueltas o no, y mirar para lo que ellos esperan de nosotros, cuál es nuestra parte ahora y qué es lo que vamos a dejar a futuras generaciones. ¡Es muy lindo!!!
Estamos tan acostumbrados a creer que somos un alma individual que cuando miramos para nuestro nombre, miramos hacia atrás y vemos que pertenecemos a un grupo. Miramos para todos los que han venido antes y que el alma de nuestra familia viaja y ha viajado por muchos lugares, sentimientos e historias, y nosotros, de alguna forma, sentimos todo esto. Muchas veces repetimos la historia de ellos, o no somos tampoco capaces de ir más allá de lo que ellos han ido.
Los nombres, cuando se miran, también interactúan entre ellos. En ese ejercicio, podemos percibir por qué no nos gusta nuestro nombre compuesto, o nuestro primer nombre.
Voy a citar algunos ejemplos importantes: cierta vez, constelé a una persona que sentía fuerte depresión y decidí preguntarle el origen de su nombre; ella me respondió tranquilamente sin darse cuenta de nada: mi madre leyó en un periódico de Río de Janeiro que una muchacha se había suicidado y tuvo pena de ella y cuando yo nací decidió ponerme a mí su nombre. ¿Qué hace a una madre adoptar semejante actitud? ¿Cuál es su ligazón con esa muchacha desconocida que se suicidó? Le pregunté si se había suicidado alguien en su familia y me dijo que sabía algo, pero que nadie hablaba claramente. O sea, cuando excluimos una historia o a alguien, de alguna forma en las próximas generaciones esto aparece nuevamente y esa joven acarreaba eso, sin saberlo.
También tenemos el ejemplo de un chico que había perdido a su hermano mayor cuando la madre estaba embarazada de él, y cuando él nació, decidieron ponerle el mismo nombre del hermano muerto, como homenaje. ¿Qué significa esto? ¿Qué fardo arrastra ese niño? ¿Qué lugar tiene él? ¿El suyo o el del hermano? Muchas familias hacen eso como forma de “reponer” a alguien, no como homenaje. Y esa persona pierde su lugar y queda siempre entre la vida y la muerte, de muchas formas...
En fin, que consigamos, por medio de nuestro nombre, honrar a los que han venido antes y hacer algo bueno con nuestra vida dejando a cada cual su propia historia.
Simone Arrojo é apresentadora do programa Virando a Página, na Rádio Mundial, aborda assuntos relacionados a Constelação Familiar e Autoconhecimento.
Trabalha com Grupos todas às terças e quintas-feiras; Atendimentos Individuais com Constelação Familiar; Palestrante e Organizadora de Projetos de Qualidade de Vida e Constelação Sistêmica em Empresas; Dirige Grupos em Viagens a Lugares Sagrados em vários países para trabalhos terapêuticos. Email: [email protected] Visite o Site do Autor