El simbolismo contenido en nuestro Mapa Astrológico Natal muestra las diferencias potenciales entre los seres humanos. En ciertos aspectos somos bastante semejantes, todos nacemos y vivimos algunas o todas las fases que corresponden a la jornada humana en el planeta: infancia, juventud, edad adulta y vejez. En otros aspectos, sin embargo, somos muy diferentes.
Cada uno de nosotros constituye una expresión única de la energía de la vida y responde de distinta forma a ella. Es esa singularidad lo que podemos identificar en el Mapa Natal.
Los tránsitos planetarios indican, básicamente, los períodos importantes de la vida, pues activan las energías de nuestra carta natal. Ellos definen los ritmos en que los desafíos nos son presentados e indican importantes fases de crecimiento.
Los así llamados períodos de crisis pueden ser comunes a una gran parte de la humanidad y, al mismo tiempo, individuales, dependiendo de los planetas implicados y del tiempo que transitan por cada signo.
Si enfrentamos los tránsitos con cierto grado de comprensión de lo que está sucediendo, o de lo que va a suceder, podemos entrar en contacto con la energía contenida en ellos, y así tratar de utilizarla de la forma más creativa y constructiva posible.
Ellos no solamente energizan, sino que hacen producirse cierto cambio en la consciencia. Pueden enfatizar complejos o desafíos natales y exigir atención hacia aquellas partes de nosotros que estemos descuidando por la dificultad en trabajar con ellas.
Obviamente, los aspectos difíciles traen más energía que los fáciles, y por eso mismo pueden intensificar la posibilidad de crecimiento. Por ejemplo, un tránsito de Marte, que tiende a despertar energía de agresividad, si se utiliza conscientemente puede ser reencauzado hacia el desarrollo de la creatividad. En este caso la energía marciana puede hacerse productiva.
El tránsito puede ayudarnos de modo significativo a orientarnos y a ser nuestros propios consejeros. Naturalmente, aquellos que ya han desarrollado cierto grado de consciencia y crecimiento espiritual, podrán beneficiarse de los tránsitos de modo mucho más significativo que aquellos que aún están viviendo en la inconsciencia y en la inmadurez.