¿Te has hecho alguna vez esta pregunta: qué legado dejaría yo en la Tierra si mi vida terminase ahora? O bien, ¿qué dirían de mí las personas con quienes convivo si yo ya no estuviese aquí? ¿Cómo me recordarían? O entonces, ¿qué marcas estoy dejando en las personas más cercanas a mi familia, en mi ambiente de trabajo, en las personas que amo?
Hoy día se habla mucho de huellas ecológicas ambientales, medida para ver si nuestra vida es o no sostenible.
Me gusta también hacer la pregunta en términos de huellas personales. ¿Cuáles son las huellas, las marcas, las impresiones dactilares, espirituales, emocionales, afectivas, genéticas, conductuales, que estás dejando en las personas y en los ambientes por donde pasas? ¿Cuál es la marca que dejará tu vida en el planeta?
Lo queramos o no, nuestras palabras, el tono de nuestra voz, nuestras actitudes, virtudes, talentos, manías, vicios, ausencias, compulsiones, pensamientos, creencias, permanecen impresos en nosotros, en la vida a nuestro alrededor, en nuestras parejas, en los niños que criamos, en los animales que viven con nosotros, en los ambientes donde vivimos.
Algunos ejemplos:
Nuestra agresión verbal queda impresa en forma de ansiedad y tensión continua, no sólo en nosotros, sino en el ambiente y en las personas con quienes convivimos, causando dolencias mentales, emocionales y físicas, especialmente en los más sensibles.
Nuestra omisión queda impresa en forma de sentimiento de abandono, gran generador de baja autoestima, depresión y violencia, tanto en la fase de adolescencia como en la fase adulta.
Las marcas de la omisión practicada permanecen también en nuestro psiquismo, en forma de culpas y a menudo se expresan como auto-sabotaje.
Nuestra insensibilidad da origen a enfermedades variadas en el ambiente familiar, desde el insomnio al terror nocturno, desde la angustia a la depresión, especialmente en los críos, causando marcas terribles en nuestro psiquismo, que buscará compensación en vicios de la más variada especie.
Nuestro egoísmo es un gran desconectador de corazones, creando dolencias a largo plazo en el tejido físico de nuestra propia vida y en la vida física de los familiares.
El narcisismo y el individualismo, marcas registradas de nuestra actual sociedad, dejan heridas de difícil cicatrización en la vida en común. Inviabilizando familias y relaciones.
En cambio, la generosidad es origen de beneficios inestimables e incalculables a corto y largo plazo, desarmando corazones, mejorando la convivencia y dejando marcas de bienestar en las personas, que responden con mejor calidad de salud física, emocional, mental y espiritual.
Altruísmo, admiración, compasión, generosidad, dejan marcas bioquímicas en nuestro organismo, según el instituto americano Heart Hatch, que afirma que "Esos sentimientos positivos que tienen como centro el corazón, generan ritmos estables y armoniosos de la HRV - heart rate variability - considerados indicadores de eficiencia cardiovascular y del equilibrio del sistema nervioso". Fíjate en ti mismo y en el ambiente en que vives. ¿Qué marcas reconoces estar dejando en la vida?
Si te resulta difícil responder a esa pregunta, afina más tu mirada, pidiendo a las personas más cercanas que escriban cinco cosas por las cuales te recordarían si dejases la vida hoy. Esto puede sorprender tanto positiva como negativamente. Has de estar preparado.
Si no te sientes satisfecho con las huellas personales que has venido imprimiendo en tu cotidiano, busca un cambio, perfecciona el auto-conocimiento, despertando en ti lo mejor para ofrecérselo a la vida.
Prueba a sembrar todos los días algo bueno en el ambiente: esperanza, amabilidad, optimismo, lucidez, perdón, compasión, sentimientos de amor, y observa, al cabo de cierto tiempo, que la simiente depositada en el terreno fértil de la vida, fuera de nosotros, germina en nosotros también, con ganancias de bienestar personal.
La idea de esta forma de vivir es transformar tu existencia en una obra de arte, de la cual también tú puedas disfrutar, pues el tejido de la vida es uno solo.
Thais Accioly é especialista em Terapia Floral pela Escola de Enfermagem da USP.
Professora da Pós Graduação em Terapia Floral na Escola de Enfermagem da USP.
Professora da Flower Essence Society/CA EUA no Brasil.
Professora da Bush Flower Essences/AU no Brasil.
Consultora em Cultura de Paz.
11 3263 0504 Visite meu blog e Conheça o Interativo dos Florais. Email: [email protected] Visite o Site do Autor