¡Ah, los tiempos de crisis! He pasado ya por tantas que he aprendido que evitar la sintonía con la energía de la masa, en la que todos estamos envueltos, es el punto crucial para que encuentres tu equilibrio y no te conectes con ella.
Hoy vivimos en un enmarañado de energías densas resultantes de los pensamientos y sentimientos de las masas; esas energías penetran en los ambientes actuando en nuestros campos energéticos y traen reflejos muy negativos a nuestras vidas, que afectan a la salud, a las relaciones y asimismo a la parte financiera.
Estas trampas mentales que creamos han de ser eliminadas, si es que de veras deseamos una historia de brillo para nuestra vida. De hecho, los bloqueos mentales que creamos a lo largo de nuestra existencia, casi nunca nos permiten vislumbrar salidas y nos llevan a repetir nuestras historias una y otra vez.
Si tu repetición es en lo afectivo, encontrarás siempre personas que no corresponden a tus sentimientos, o que te traen vivencias de tu infancia, como la sensación de estar siempre en segundo plano, de no tener importancia para el otro, de poder ser sustituido en cualquier momento. O la peor de ellas, la sensación de agradar en exceso para recibir amor a cambio. Y sin que esto suceda nunca.
Si tu repetición es en la parte financiera, tendrás siempre una enorme tendencia a encontrar jefes que no valoran tu trabajo, que no reconocen tus méritos y que incluso te tratan con aspereza, ya que, visto que tú no emanas ni transpiras tu valor real, el otro jamás lo reconocerá. Una máxima que oí el otro día es que nuestro trabajo y lo que hacemos, debe gustarnos hasta el punto de no parecer que estamos trabajando en el sentido real de la palabra... y ¿por qué no alcanzar esto?
Si tu repetición es en el ámbito de la salud, serán muchos y variados tus problemas, todos muy reales. Puede que sean muchos los médicos consultados y los análisis hechos, pero al término de una peregrinación en busca de explicación y curación, encontramos un diagnóstico que dice: “tu problema viene del estrés de la vida diaria”. ¡Vaya!
Hay cuatro aspectos que debemos recordar siempre, para vivir en plenitud: espiritualidad, tiempo, dinero y salud.
La espiritualidad nos encamina a buscar la conexión con lo Divino, que nos alimenta y nos conforta; el tiempo, siempre logramos hacernos con él; el dinero se puede obtener trabajando... ¿y la salud?
La salud... bueno, podemos acabar con ella en cualquier momento si no tratamos de armonizar los tres aspectos anteriores, tanto por exceso de trabajo como por falta de tiempo o por la desconexión con lo Divino.
Las decisiones de la vida están en nuestras manos a cada paso que damos; no vislumbrar salidas significa que te has sumergido en la energía de la masa. Una excelente solución para salir de ella es trabajar tus bloqueos por medio de la Mesa Radiónica y tener la confianza, la seguridad, de que tú eres una estrella, tienes brillo propio y puedes, sí, fulgir durante la noche (salir de la crisis).
En mis texto relato siempre las historias del consultorio, indicando la sanación para diversos bloqueos; sin embargo, hoy mi intuición Divina decidió compartir con vosotros mi ejercicio diario de protección...
En primer lugar, me conecto con mi presencia Divina Yo Soy (Dios Omnipresente). A continuación, imagino la formación de un poderoso campo de fuerza de pura luz blanca, infranqueable para toda y cualquier disonancia.
Seguidamente, me conecto a las siguientes afirmaciones, mantras que decimos de apelación para la formación del manto de luz blanca:
Yo Soy, Yo Soy, Yo Soy la victoriosa presencia del Dios Omnipotente que ahora me envuelve, en su flamante y brillante manto de luz blanca, manteniéndome invisible e invulnerable frente toda creación humana ahora y para siempre.
Es importante que te visualices en el interior de un tubo de luz irradiando luz blanco-cristalina, que va a envolver y traspasar completamente tus cuerpos: físico, etérico, mental y emocional.
Este campo formado es completamente impenetrable a energías negativas de baja frecuencia vibratoria.
Una importante consideración: este manto sólo puede romperse de dentro a fuera, es decir, sólo con tus pensamientos disonantes.
Por tanto, si esto ocurre, vuelve a formarlo en cualquier momento ¡y jamás creas que la crisis o la oscuridad pueden afectar a tu vida! Aprende a vivir sin estrés, ya que realmente ¿de qué te servirá trabajar o agotarte hasta perder tu salud para ser el muerto más rico del cementerio?
Pues tal como dice la canción de Tom Jobin: “¡Hay que saber vivir!!!”
¡Cura y sana tus bloqueos, no des cancha a pensamientos negativos y nunca te conectes con ningún medio de comunicación que traiga dentro de tu casa energías que no te añadirían nada bueno!
Nos vemos y nos encontramos en todo y en todo lugar donde esté la presencia de la Luz Divina.