¿Eres una de esas personas que atrae siempre el mismo tipo de relación? Cambias de pareja, pero el modo en cómo eres tratado(a) es siempre el mismo? Por ejemplo, ¿atraes siempre a personas que te abandonan o son agresivas?
¿Cuál fue el motivo que te ha hecho unirte a la persona con quien convives? Quizá respondas que ha sido por diversas características que son importantes para ti, pero has de saber que esas respuestas sólo son aquellas a las que tienes acceso por tu consciente. Si crees que la elección de tu pareja está hecha de manera consciente, y que sabes exactamente por qué lo(la) has atraído, ¡has de saber que probablemente esa no es la respuesta correcta!
Las motivaciones que nos llevan a entablar relaciones por lo regular son inconscientes. La mente consciente influye sobre una parcela muy pequeña de nuestras decisiones, emociones y actos. Para ser más precisa, la mente consciente es responsable por únicamente un 5%, dejando los 95% restantes a cargo de la mente INCONSCIENTE. ¡O sea, quien elige tu pareja es tu INCONSCIENTE!
Es muy importante aquí definir qué es inconsciente: lugar de nuestra psique que guarda todo aquello que no “queremos” recordar. En el inconsciente quedan los contenidos que alteran e influyen sobre el comportamiento, todo lo que el consciente considera agresivo. Tales recuerdos son reprimidos en el inconsciente como forma de defensa y censura interna. Se puede decir que el inconsciente es semejante a un desván donde se guarda todo lo que no queremos ver y donde hay muchas más cosas de lo que suponemos. Es el cuarto trastero que no siempre se limpia. O sea, las imágenes, pensamientos e ideas olvidadas no han dejado de existir, sólo han quedado reprimidas en el inconsciente.
Sí, ¡tu inconsciente elige tu pareja a dedo! Y todas las personas tienden a patrones repetitivos en las relaciones. En una relación, el aspecto repetitivo de la elección es impresionantemente literal, como por ejemplo, cuando una mujer cuya infancia fue perjudicada por un padre alcohólico acaba casándose con un alcohólico; tras mucho sufrimiento, consigue divorciarse y nuevamente se casa con otro alcohólico, repitiendo por segunda vez el mismo patrón. O entonces, un hombre cuya infancia fue marcada por su madre con problemas cardíacos puede unirse a una mujer con problemas semejantes. Otro ejemplo es la niña que tuvo su padre ausente durante su infancia y se casa con un hombre igualmente ausente.
Un caso interesante que atendí fue el de una mujer con la queja siguiente: ¡sólo atraía a hombres casados! No deseando tener más relaciones de ese tipo, decidió averiguar el origen de repetir ese patrón.
Durante el proceso recordó que cuando era niña su padre tuvo un caso extramarital, y su madre se separó al descubrirlo, causando mucho sufrimiento a todos. De niña registró que la mujer con quien su padre tuvo el caso fue la responsable por su sufrimiento, reprimiendo esto en su inconsciente. Pero su inconsciente hizo que la situación se repitiese al ser adulta, es decir, atraer a hombres casados y destruir otros matrimonios, como le hicieron a ella de niña. Al recordar ese hecho que estaba olvidado y reprimido durante muchos años, comprendió que repetir ese patrón era una tentativa inconsciente de reparar aquello que cuando era pequeña no tenía estructura emocional para lidiar en la época de los acontecimientos.
La repetición de patrón es identificada por el sentimiento conocido que se genera y, no necesariamente, por la misma situación original. Esto ocurre porque el inconsciente tiende a repetir lo que conoce, y como no se actualiza solo, se hace necesario el proceso de autoconocimiento, que se da por el análisis.
Pero ¿por qué motivo el inconsciente hace que vivamos nuevamente situaciones que nos causaron tanto sufrimiento? Precisamente para que, ahora de adultos, logremos confrontarnos con tales situaciones y podamos liberarnos de lo que no conseguíamos de niños. Al revivir los mismos sentimientos originados por la repetición de patrón, podemos tener la oportunidad de entrar en contacto con los contenidos reprimidos que nos hicieron sufrir, para así poder liberarnos. O sea, la repetición de patrón es consecuencia de conflictos inconscientes reprimidos.
Piensa en los problemas que enfrentas en tu relación o matrimonio. ¿Hay algún patrón repitiéndose? ¿Cuáles son? ¿Los relacionas con las experiencias vividas en tu niñez? Los conflictos actuales ¿no estarán originados por situaciones ocurridas en tus primeros años de vida?
Si percibes un patrón repetitivo, no te desesperes. Si no eres capaz de resolverlo solo(a), pues no siempre logramos acceder a contenidos reprimidos en el inconsciente, busca un profesional cualificado que pueda acompañarte en ese proceso.
Si quieres saber un poco más sobre el inconsciente aquí y puedes ver también la materia “¿Quién manda aquí?” sobre el inconsciente, publicado en la tab de la uol en enero 2015 aquí. ¡Imperdible!
Rosemeire Zago é psicóloga clínica CRP 06/36.933-0, com abordagem junguiana e especialização em Psicossomática. Estudiosa de Alice Miller e Jung, aprofundou-se no ensaio: `A Psicologia do Arquétipo da Criança Interior´ - 1940.
A base de seu trabalho no atendimento individual de adultos é o resgate da autoestima e amor-próprio, com experiência no processo de reencontrar e cuidar da criança que foi vítima de abuso físico, psicológico e/ou sexual, e ainda hoje contamina a vida do adulto com suas dores. Visite seu Site e minha Fan page no Facebook. Email: [email protected] Visite o Site do Autor