El tema de la búsqueda de la verdadera identidad ha venido permeando mis sueños y mis días y recientemente me he dado cuenta de que estaba sin mi identidad, esa que es documento, desde hacía exactamente un año… y a la búsqueda de la otra, la que es infinita e ilimitada, me he visto recibiendo esa que cabe en un trozo de papel plastificado.
Como me ha llegado en un día 22, a los 22 años de haberla renovado y… ha venido por mano de alguien que asimismo nació en un día 22… 22 de abril, fui a buscar el significado.
Descubro que mi identidad ha sido devuelta por alguien, que nació el día 22 de abril, que es el día del descubrimiento del Brasil y el día de la Madre Tierra.
Saber que era el día de la Madre Tierra me ha dado una alegría incontenible… Ligando los hilos, ha quedado claro que estoy al fin logrando crear mis raíces en este lindo y amado país, en este lindo y amado planeta… Como mi abuelo nació el día del descubrimiento de América y es de origen portugués… reconocí esa recepción de la identidad como un nuevo nacimiento… en que recibía también todas las bendiciones de mis ancestros por parte de mi madre de la Tierra… Por casualidad, o no, acababa de tener una experiencia súper fuerte en la Torre de Lisboa, precisamente el lugar de donde partieron las carabelas.
Cuando percibí lo que esto me quería decir, me vino la imagen de nuestra querida Madre de Tierra, agua, fuego y aire… viajando libre por los espacios infinitos como si fuese una gran nave espacial y sentirla así me confortó y me dio la certidumbre de que cada uno de nosotros tiene un papel en este viaje; cada uno de nosotros tiene una función específica que desempeñar, y que cuando estamos en el uso pleno de nuestros Dones, lo cual sólo ocurre cuando rescatamos nuestra verdadera identidad, será donde estemos felices y cumpliendo nuestro propósito Divino.
Recibir esa nueva/vieja identidad, tuvo para mí un sabor muy especial, porque fue un tiempo precedido de mucha liberación de partes mías que me revelaron un miedo muy grande relativo al empleo de los Dones de la intuición. Percibí que en las sombras de mi inconsciente, bien escondido en un rincón oscuro, estaba una creencia, la de que no podría emplear mis Dones. En esa experiencia, donde accedí a ella, me he visto pasando por un gran dolor en un tiempo muy antiguo, pero que dejó marcas muy profundas de cuya existencia siquiera me daba cuenta, en esa forma en que me ha sido revelada.
Sentí todo el dolor y lloré todas las lágrimas, viví todas las emociones que estaban allí, congeladas, en aquel punto a que tuve acceso dentro de mí… y he podido una vez más constatar cómo esas memorias son vivas y actúan llevándonos a sabotear nuestra vida en aquello donde tenemos más miedo; y como ya decía un maestro que tuve… tienes miedo a lo que más quieres.
Esto ha quedado comprobado una vez más cuando, al sumergirme en el mundo de las sombras y con ayuda del Ho'oponopono, limpiando las memorias que llegaban he descubierto lo que ese miedo mío estaba impidiéndome vivir… y tenía qué ver con mi verdadera identidad, y consiguientemente, con mis Dones.
Una vez trabajado, ese miedo me ha traído un material muy rico, al mostrarme cómo yo atraía a las personas adecuadas que iban precisamente a ayudarme en el sabotaje. Y como estaba claro que nada está fuera, y que somos nosotros quienes creamos nuestra realidad proyectando lo que necesitamos para impedirnos repetir cierta historia muy sufrida de algún día…
En ese caso, he visto que mi dolor había sido causado en una supuesta vida pasada, en que manifesté plenamente mis Dones; y aquel dolor, que fue tanto, me hizo crear una protección para que aquello no se repitiese nunca más… Dentro de mí había quedado la creencia de que no podría avanzar e ir más allá de un determinado punto.
Siempre que eso amenazaba con ocurrir en mi realidad, una parte mía buscaba la forma de pisar el freno para no seguir adelante con aquel proyecto; para ello, era como pedir a las personas: por favor, entrad en mi historia y ayudadme a sabotear esos planes a fin de que no vayan adelante, no pueden salir bien.
O entonces mandaba un mensaje así:
Por favor, no me ayudéis en ese plan porque no puede ir adelante… si esto ocurriese, me causaría un gran dolor…
Además, claro está, de hacer mi parte con un perfeccionismo exagerado, que impedía que muchos comienzos no encontrasen su final, muchos proyectos sólo fuesen hasta cierto punto, desde donde, a partir de allí, era peligroso avanzar…
Mi creatividad iba a mil por hora, pero la parte de concretizarla en la Tierra iba muy lenta…
Cuando recibo esa identidad y toda la comprensión relacionada con ese miedo que me impedía ir más allá, me vino un Amor muy profundo hacia mi Madre Tierra y mi Madre en la Tierra… Amor y Gratitud.
Al ir más allá del miedo, noté que liberaba mucha energía para mi presente y más fuerza para ir al encuentro de lo que mi Alma quiere...