Desde que el mundo es mundo, extrañas coincidencias, ya sean buenas o malas, alguna que otra vez atraviesan nuestras vidas.
A veces, podemos estar literalmente durmiendo, soñando con algo que no tiene nada que ver, cuando en ese mismo sueño aparece algo sorprendente, que viene como un aviso repentinamente ocasionando nuestro despertar. En el universo onírico, las más de las veces recibimos tales informaciones de modo simbólico, pero aun así, cuando existe urgencia para que comprendamos tales mensajes, como si fuese en un pase de magia, algo de inmediato ocurre en nuestras mentes y sacamos lo que necesitamos saber. Tomar en serio tales mensajes o no, eso es otra cuestión.
Al igual que en los sueños, apuesto a que todos ya han tenido personas que han pasado por sus vidas tan sólo para dar algún recado importante, algún aviso, o que incluso sirvieron de conductores de caminos, para que encontrásemos a determinadas personas, o para que llegásemos a donde debíamos llegar.
Según mi parecer, nuestros mentores, ángeles de la guarda o lo que sea, siempre están al acecho para guiarnos y protegernos. Basta con estar de oídos y ojos bien atentos para poder comprender la seriedad con que estos movimientos de verdad se producen.
Por otra parte, se sospecha que el mismo tipo de interferencias que viene por orden de lo divino, también puede ser vehiculada por aquel lado que podríamos llamar B. No pocas veces hablamos con personas, incluso las muy conocidas, y repentinamente hay algo, como si fuese algún tipo de interferencia negativa del más allá, que nos trae sensaciones e ideas de difícil digestión. Claro que hay mucho que hacer y que arreglar dentro de nosotros, a fin de que no estemos tan frágiles hasta el punto de contaminarnos con alguna influencia negativa que pueda venir de otros, sean quienes fueren.
La cuestión mayor se refiere a cuán esclarecidos estamos sobre los rumbos de nuestros propios propósitos creativos. Lo explicaré mejor, si tú tienes plena convicción acerca de a dónde deseas llegar, es cierto que todas tus actividades encaminadas a la construcción de tal intento deberán ser placenteras. E incluso en las que no lo son tanto, ya sólo la percepción de que determinada etapa que ha de ser resuelta facilitará la concretización de tu objetivo, será lo suficiente para que tus acciones revistan otro colorido.
En esas horas, cuando fluimos con clareza, como en una danza, el universo entero se mueve conspirando juntamente y a nuestro favor. En el caso inverso, donde las dudas e incertidumbres imperan, lo mismo puede ocurrir, pero el gran diferencial es que aunque las situaciones buenas pasen bien delante de ti, desgraciadamente no tendrás la capacidad para verlas y agarrarlas con tus manos.
La clave, por tanto, es que encuentres tu sagrado punto de equilibrio interno, que es y siempre será tu constante sensación de bienestar. Si aun así te quedan dudas sobre el camino a seguir y también sobre los mensajes que se te han dado, detente algunos instantes y atiende a tu faro interior, que no es más que tu guía interno. Fíjate en los mensajes interiores y en la medida de lo posible, trata de atenderlos, recordando solamente que el bienestar sugerido antes es muy diferente de la satisfacción inmediata de los impulsos.
La impulsividad se da cuando deseas mucho alguna cosa y quieres actuar desenfrenadamente para proveerte de ella. No confundas, por tanto, objetivo de vida con deseos de conquistas y urgencias para suplir algún placer inmediato, con falta, carencias o vicios de todo orden.
Aprovecha y observa tu pensamiento funcionando, sin jamás dejarle correr suelto. Lo mejor es siempre aliarlo a la sensación: piensa en por qué quieres algo, para qué servirá y cómo harás para lograrlo. Si el resultado de esta reflexión es equilibrio, posibilidad real y buena sensación que respeta tus propios límites y los de los demás, sigue adelante y disfruta de los mensajes del más allá que, con toda seguridad, atravesarán tus sagrados caminos con el fin de ayudarte.
No desviarse y mantener la rectitud en los propósitos de alma son excelentes antídotos para que las influencias nocivas del tal lado B se mantengan anémicas.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos