¿Te ha pasado alguna vez despertar dentro de un sueño, sabiendo que estabas soñando? O sea, ¿alguna vez te has percibido lúcido en medio de un sueño? Si nunca has pasado por esa experiencia, voy a contarte un poco sobre cómo es y cómo funciona. Y tendrás ocasión de pensar al respecto y también de cuestionarte si eso puede ser verdad o ficción, sacando tus propias conclusiones.
Y si acaso ya has pasado por alguna situación de ese tipo, es bien probable que a partir de ahora llegues a tener una explicación más amplia sobre este interesante asunto.
Con el fin de desarrollar el tema, te invito a abrir tu mente y a partir juntos del presupuesto de que permanecer lúcido dentro de los sueños es plenamente posible, aunque esa situación pueda en principio parecer a muchos algo inusitado e improbable.
Según algunos estudios científicos, cuando pasamos por un sueño lúcido, la parte delantera de nuestro cerebro, llamada lobo frontal, la cual está implicada en la planificación de nuestros actos y movimiento, el pensamiento abstracto, creativo, el lenguaje y respuestas afectivas con capacidad para conexiones emocionales, juzgamiento social y atención selectiva, se ve altamente activada. En otras palabras, cuando somos acometidos por un sueño lúcido, nuestro cerebro funciona como si estuviésemos extremadamente despiertos.
Pero ¿qué es lo que de hecho sucede cuando permanecemos lúcidos dentro de un sueño?
Lo primero, la consciencia sabe que todo allí es un sueño. Mantiene la capacidad de reflexión, el sentido crítico, y a partir de esa percepción puede literalmente dirigir su propio sueño creando y ampliando o incluso cambiando totalmente la realidad del mismo.
En el sueño lúcido, tú dejas de ser un personaje inconsciente de la trama vivida y súbitamente despiertas en ella con capacidad de raciocinio, memoria y percepción de la estructura del sueño.
La gran baza del sueño lúcido es la posibilidad de rasgar escenarios, crearlos y ampliarlos. Imagina, con entrenamiento tú puedes llegar a hacer todo eso innumerables veces, incluso abriendo espacio para aventuras poco comunes.
En uno de los grupos de desarrollo a través de los sueños que llevo a cabo, uno de los integrantes tenía un sueño recurrente con algunas variables, donde él siempre estaba conduciendo un coche y en medio del trayecto notaba que estaba siendo perseguido por atracadores; y en su ruta de fuga, en el momento máximo de la posible confrontación, con el miedo, ¡siempre acababa despertando! Después de algunos encuentros, hicimos algunas prácticas, donde pudo ver claro que cuando soñase nuevamente debería enfrentarse a los tales bandidos.
Si bien sospechaba que no iba a ser capaz de lograr tal hazaña, después de exactos dos sueños del mismo tipo, he aquí que el muchacho repentinamente despertó dentro del propio sueño y se acordó de que había pactado consigo mismo que iba a enfrentarse al peligro. En la escena del sueño, despertó cuando los atracadores golpeaban fuertemente la ventanilla de su coche. En ese momento, totalmente lúcido, abrió la portezuela y fue a lidiar frente a frente con aquellos que lo amenazaban, pero para sorpresa suya, al salir para enfrentarse a ellos, llevó un gran susto, ya que a medida que encaraba de frente a cada uno que lo asustaba, veía un flash de sí mismo estampado en cada rostro de los supuestos bandidos.
En un susto, vio todos sus miedos de fracaso frente a frente desvanecerse en la medida en que se enfrentaba a ellos. Despertó emocionado. Entendió estar más lúcido que nunca, tanto en sus sueños, como fuera de ellos. Después de traer la experiencia al grupo y de contar su reflexión, su vida ha cambiado drásticamente a mejor. Se ha vuelto mucho más próspero, más osado, ha cambiado a un trabajo que lo satisface más, y ha empezado simultáneamente otros cambios más lúcidos en su vida.
Ese ejemplo real presenta sólo algunas de las ventajas de entrenar la consciencia para tener sueños lúcidos.
Podemos tener una noche buena de sueño cuando dormimos en torno a 6 horas. En ese período de tiempo, pasamos por entre 4 y 6 ciclos de sueño que se repiten, durante los cuales soñamos. ¿Por qué no sacar provecho de ese espacio de tiempo con mayor lucidez, activando nuestra autonomía creativa? La fase en que nuestros sueños son más intensos es la denominada REM, durante la cual ocurre algo mecánico, que es el movimiento rápido de los ojos, y se producen los sueños lúcidos.
El hecho de poder acceder a nuestro cerebro en un estado diferente del que tenemos cuando estamos despiertos, nos habilita para presenciar situaciones lúcidas, aunque con conexiones diferentes de lo habitual.
En estos sueños lúcidos podemos descubrir soluciones para las más diversas cuestiones, y lo mejor, averiguar más sobre nosotros mismos.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos