¿Qué hacer cuando se corre en pos de aquello que nunca vendrá?
Si eres el tipo de persona que siente que necesita tener una relación con una respuesta emocional de confirmación afectiva clara, has de tener cuidado redoblado para no hacerte daño cuando te encuentras al comienzo de una nueva relación afectiva.
Por lo regular, las personas con menos máscaras, cuando tienen un encuentro mágico de conexión intensa con otro, a menudo ingenuamente olvidan que aquel que también se conectó del mismo modo y en el mismo instante, puede, por cuestiones personales adversas que para nada tienen que ver con la persona de la conexión, no ser capaces de sostener, repetir o incluso ampliar estos preciosos momentos. Y aunque muchas veces hasta puedan legítimamente desear que eso suceda, muchos vienen de otras historias de vida que les impiden sostener situaciones en que podrían darse la oportunidad de vivir su mejor relación. Debido a esto, muchos encuentros acaban teniendo un carácter simplemente superficial.
Cuanta más edad se tiene, o cuántas más vivencias no bien resueltas a lo largo de la vida, más dificultad existe para la inmersión en momentos de verdadera conexión, y para mantenerlos, perdiéndose así muchas oportunidades de triunfar en el área afectiva. El miedo, el temor y muchas veces el exceso de idealización de los afectos, acaban por ser los grandes villanos de muchas historias que podrían haber sido de paz. No pocas veces el ser humano complica y rehuye aquello que siquiera ha intentado vivir enteramente. Historias anteriores mal terminadas, puertas que permanecen entreabiertas de relaciones anteriores que no tuvieron resolución completa, también acaban funcionando como villanos en la instalación de un estado pleno de afecto recíproco en la nueva pareja.
Y ¿qué hacer cuando se tiene una vida pasada limpia, o sea, con sus historias anteriores resueltas, se encuentra a otro y ambos tienen conexión correcta, pero tras los primeros encuentros, él acciona el freno de mano? ¿Qué hacer con algo que acaba por no suceder?
- El primer paso es que definitivamente sepas que eso no es personal y que en modo alguno quiere decir que tú no tienes valía.
Lo cierto es que sí, tú tienes tu valía, tu modo de ser, y él tiene una historia que nada tiene que ver con todo lo que Tú eres. En un cortocircuito, incluso podéis haberos encontrado, pero a veces este encuentro, por innumerables motivos, puede no continuar tal como las almas y las sensaciones de ambos lo sintieron.
Ocurre que la percepción de la totalidad del encuentro, a veces es tan intensa y soleada, que en realidad no habría motivo alguno para no continuar ampliando lo que es bueno. Pero lidiar con el otro, con su alteridad, no es tan sencillo ni así tan claro.
Ser hipersensible a la mirada del otro, normalmente no es un terreno fácil de administrar. La brecha delicada que la no confirmación afectiva puede activar en ti suele representar el peor de los mundos, llevando a una dolorosa caída emocional de difícil rescate, que minará todo lo bueno que has venido haciendo por ti misma.
El resultado desastroso que suele quedar cuando no se entra en contacto con la posible realidad de la supuesta pareja y con la propia valía es la terrible sensación de aislamiento, exclusión y rechazo.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos