La astrología relaciona el signo de Libra con el matrimonio, las asociaciones y las sociedades. Ese signo se posiciona en la Casa VII, en oposición a la Casa I, o sea, a la Casa del signo Ascendente. Si en esa primera Casa mostramos la forma en cómo nos presentamos a los demás, en la séptima Casa mostramos con quién formamos las sociedades en la vida. La Astrología enseña que las seis primeras casas zodiacales son las áreas de experiencia personal, cuando el "yo" se desarrolla y aprende sobre sí mismo. ¡No es por casualidad que en la primera Casa donde tenemos el signo de Aries, regido por Marte, localizamos la "cabeza del bebé"! El bebé sale de la barriga de la madre generalmente por la cabeza, y así es como debe ser, porque en ese momento del nacimiento son activadas las neuronas necesarias para empezar a comandar todas las funciones del pequeño cuerpo en una vida ahora independiente. Con la segunda casa zodiacal, la de Tauro, la astrología relaciona la boca, el gusto, que surge cuando el bebé aprende a comer, succionando la leche. En la tercera Casa, la de Géminis, el bebé empieza a desarrollar sus cinco sentidos estimulados por el mundo alrededor, y empieza a balbucear y a comunicarse. En la cuarta Casa, la de Cáncer, el bebé se relaciona con los otros miembros de la familia, además de la madre. El aprendizaje manual y corporal que depende de los juegos se desarrolla en la Casa V, de Leo, que también incluye los juegos con los amiguitos. En la Sexta Casa, de Virgo, empieza a comprender cómo funciona su rutina y va a relacionarse mejor con el alimento y la higiene personal. Así, al llegar a las experiencias de la séptima Casa, de Libra, necesita empezar a relacionarse con los demás, ya sean compañeros de escuela o bien amigos más íntimos, con los cuales tiene y tendrá las relaciones sociales. Esas relaciones se reflejarán en el futuro en las asociaciones, sociedades y en el matrimonio o matrimonios que esa persona tendrá, y en qué tipo de compañero atraerá para sí.
Las enseñanzas del signo de Libra, o Balanza, requieren mucho empeño para ser comprendidas. De hecho, parece siempre muy fácil relacionarse con personas afines, es decir, personas con quienes tenemos afinidades en gustos y pensamiento. Pero ¿cómo relacionarse con las personas diferentes? ¿Cómo aceptar a aquellos que no piensan como nosotros y no comparten los mismos gustos? Creo que ese es nuestro mayor reto durante este mes.
Como decía Jean Paul Sartre, filósofo francés del siglo XX: ¡"El infierno son los otros"! Confieso que no comprendí fácilmente esa frase en mi juventud, pero a medida que he ido madurando (y posteriormente envejeciendo) fui comprendiendo cada vez más su significado. Estoy segura de que cada uno de vosotros podéis aprovechar la reflexión sobre el significado de esa frase para analizar cómo andan vuestras relaciones personales y sociales. En los tiempos actuales, y especialmente desde el inicio de las redes sociales, he percibido que las personas vienen emitiendo opiniones tan agresivas y radicales ¡que en muchos casos sobrepasan lo "socialmente aceptable"! Las guerras de palabras agresivas e improperios en muchos casos van más allá de todos los límites, simplemente por el hecho de que esas personas se consideran inimputables e inalcanzables. No voy a comentar aquí lo que puede hacer la ley contra esos agresores, pues ya hemos visto imponer sanciones, ¡pero en muchos casos es el propio agredido el que sufre más!
El signo de Libra que tiene como símbolo una balanza, nos invita a colocar las pesas en los dos platillos, para utilizar los pros y los contras de cada situación. Esas pesas han de utilizarse en los pensamientos, en las palabras y en las actitudes, si queremos vivir bien dentro de una sociedad.
En astrología hablamos del efecto sombra de cada planeta o de cada signo, y hablamos también de vicios y virtudes, de los puntos extremos y opuestos de una misma energía manifestada. Siendo así, hemos de reflexionar sobre una cuestión: cuando criticamos algo en otra persona es porque no conseguimos reconocer y aceptar esa misma tendencia en nosotros mismos. Por ello también sentimos antipatías o simpatías que no sabemos explicar. Las relaciones son fruto de esas inclinaciones naturales que cada uno posee, pero que no siempre reconoce. En astrología, al hacer una Sinastría, analizamos signos, elementos o planetas compatibles y que facilitan las relaciones o las dificultan.
El romancista cubano Alejo Carpentier escribió: "Nadie ama a nadie. ¡Las personas se aman a través de los demás!". Puede no ser fácil aceptar esa afirmación, pero ella es real. Reflexionad: ¿por qué hay relaciones que empiezan ardientes como la furia de un volcán y después se apagan de pronto, cuando el 'otro' cambia de repente? No, apreciados lectores, el 'otro' no cambió, sino que la imagen (el espejo) que hicimos de él ha dado lugar al ser real. En consecuencia, buscamos culpar al otro por el fracaso de la relación, cuando deberíamos comprender que nuestra relación es simplemente fruto de la imagen que proyectamos y que deberíamos ser capaces de aceptar, puesto que es un trozo de nuestra propia psique. Ese fenómeno es conocido en psicología como proyección. Siempre que hay luz, existe sombra. E incluso los planetas benéficos, como Venus, tienen su efecto sombra. Recordad que la Venus de Libra pertenece al elemento Aire y por eso los nativos de Libra racionalizan todo: ¡ellos 'piensan' y buscan explicaciones racionales incluso para amar! Todo tiene que ser perfecto, equilibrado, fino, estético, simétrico y armonioso. Ese tipo de amor es teórico, idealizado, es una idea proyectada del 'amor perfecto', ¡y como éste no existe en la realidad, el nativo de Libra (y la nativa) acaba atrayendo hacia sí a personas que lo van definitivamente a decepcionar! ¿Sabías que el nativo de Libra es bastante más perfeccionista que el de Virgo, del cual se habla tanto? Y si el de Libra tiene una necesidad innata de encontrar su 'par ideal', si busca el amor y la armonía en todo, necesita aprender también que los seres humanos son imperfectos y dignos de amor incluso en su imperfección. El odio, la ira, los celos, ¡también existen! Y Venus sí puede ser un planeta negativo. Todo tiene dos polos. ¿Recordáis las Leyes Herméticas?
Bueno, estimado lector, estamos bajo esa energía de Libra y os invito a examinar vuestras actitudes en lo que atañe a las relaciones personales. Quien siembra amor, cosecha los frutos del amor. ¡Quien siembra vientos, recoge tempestades! ¡Vamos a tratar de controlar nuestro mal humor, nuestra ira, tratando de solucionar nuestros conflictos personales con el diálogo, con la diplomacia y con la amabilidad!
Mi libro Os Signos na Cozinha ya está a la venta en las librerías del país y muy pronto estará online también aquí en el STUM. El libro es divertido y leve, describe los signos y sus preferencias gastronómicas ¡y está repleto de recetas de cocina fotografiadas para todos los signos y gustos!
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"Todo momento tiene una cualidad. Todo lo que nace o surge en ese momento está impregnado de esta cualidad única".