Si te sientes desmotivado en una o más áreas de tu vida. Si absolutamente todos tus días parecen una secuencia de días iguales. Si tienes la percepción de que estás funcionando en modo piloto automático, pero ya ni eso importa siquiera. Si permaneces en un estado de apatía constante sin esperanza de que algo mejore en tu vida, puede que estés pasando por un momento depresivo que necesita cuidados especiales.
En otras ocasiones podemos percibirnos más agresivos de lo normal, más irritables e incluso con alteraciones importantes en la calidad de nuestro sueño, que se evidencian tanto en más como en menos. Todo esto configura posibles signos de estados depresivos importantes que son revelados en esa forma.
Otros síntomas que tampoco podemos dejar de advertir en los estados de la depresión, son la aparición de sentimientos de culpa mucho más allá de lo viable, permaneciendo en la escala de lo insoportable. Algunas personas, además de los diversos síntomas referidos, son acometidas por sensaciones físicas, como la expresión de la angustia en la región que llamamos Timo, localizada en medio del pecho. Es el dolor que no calla y que duele profundamente a medida que la angustia va aumentando.
Desde la aparición de los primeros síntomas hemos de estar muy atentos, evitando banalizarlos presuponiendo que son tonterías o cosa parecida. Y cuando se es consciente de que la situación se ha vuelto demasiado perturbadora, haciendo sufrir más de la cuenta, buscar la ayuda de profesionales adecuados es lo más sensato que se puede hacer. Siempre es bueno saber que ninguna mandinga o charla, tipo déjate de tonterías, suele hacer efecto en esos postreros momentos de dolor emocional intenso, añadido al aluvión de pensamientos negativos y cambios de humor. Lo ideal sería no llegar a estos extremos de dolor, pero no siempre se tiene conocimiento de que estos estados forman parte de un cuadro depresivo.
Para finalizar, también es importante saber que el estado depresivo es una enfermedad física ocasionada por el exceso de estrés. Sería como una gastritis, por ejemplo, que puede ser resultado de un estado excesivo de ansiedad, de asuntos emocionales insistentes que no se han podido solucionar.
A saber, factores genéticos pueden influenciar sobre la depresión, pero no forzosamente pueden ser activados en la persona hasta el punto de que si un familiar la tiene, otros también la tendrán. Ejemplo: si en una familia hay cardiópatas esto no es premisa para que todos lo vayan a ser, pero es importante hacer chequeos y ser cuidadosos en el modo de vida. En el caso de familias con historial de depresiones, sugiero que también la buena calidad de la vida sana, los deportes y la terapia serán bienvenidos.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
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Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos