Frente a este hecho no hay argumento. Al menos para los seres que nacieron con un cerebro dicho normal, lo anormal es no sentir. Identificados como psicópatas, estos seres son incapaces de sentir empatía hacia el dolor del otro y pueden causar un enorme caos, un verdadero estrago en la vida de sus víctimas inocentes.
El tejido social está en constante transformación y esto requiere la atención de los gobernantes de una nación como una más de sus responsabilidades. Esto no quiere decir que los ciudadanos puedan vivir así, libres, leves y sueltos dejándolo todo a cargo de los gobernantes. Pienso que debe haber cierta concienciación, no es necesario crear una paranoia colectiva, pero así como hay alertas en relación con varios peligros de la existencia, la inclusión de que el mal puede estar más cerca de lo que podemos suponer sería un aviso más a los seres del bien, que a menudo fácilmente pueden caer en armadillas de estos elementos muy bien articulados, a veces de hablar dulce y aparentemente inofensivos. Ellos desean ardientemente el poder y los fines justifican los medios; y si estamos poco atentos podemos incluso pensar que hacen todo este trabajo en razón de alguna causa mayor, por mérito y porque no hay nadie más a la altura de semejante tarea. Por lo regular son fríos, manipuladores y astutos, se vanaglorian de sus dotes de predadores, y su narcisismo se nota fácilmente.
Por no poseer buena memoria, si se les hace frente de una forma técnica e inteligente, pueden ser desenmascarados. Puede que hasta tengan muchos amigos, no obstante prefieren aduladores y vasallos a su disposición. Esto los hace más poderosos a los ojos del medio social en que se insertan astuta y furtivamente, muchas veces.
En esta onda de migraciones que se producen por todo el mundo me reservo el derecho de proteger y alertar a personas que todavía tienen alguna pureza en el corazón para que consideren el hecho de que el mal de verdad realmente existe, que por desgracia ninguno de nosotros está a salvo y que tenéis que observar bien con quién os relacionáis. El peligro puede estar al lado. La noticia buena que nos dan los neurólogos hasta el momento es que únicamente el 1% de la población mundial nace con este “defecto de fabricación”, no incluyendo aquí otros varios trastornos mentales genéticos o adquiridos debido al ambiente, condiciones de vida, traumas e idiosincrasias de cada uno. Afortunadamente la Neurología, la ciencia, la tecnología, están avanzando cada vez más para detectar el comportamiento humano debido a los factores antes mencionados, proporcionándonos más conocimientos e inteligencia para lidiar con la vida y más opciones para detectar el peligro y no aplazar el tomar la medida a estos seres “con nuestra propia regla”, parafraseando a la abogada Janaína Paschoal.
Lógicamente no voy a subestimar el poder del Creador que siempre está advirtiéndonos contra los peligros y armadillas del mundo, a través de la intuición, señales, personas, etc., pero no siempre lo escuchamos, de ahí las estrategias casi anunciadas. ¡Y que podrían no haberse concretizado!
La consciencia es nuestra mejor consejera cuando en conexión con lo Divino en nosotros; y no hagáis como yo, que en un dolor insoportable del alma me dejé llevar desencaminándome más y más, convirtiéndome en “presa fácil” por el único motivo de no querer narcotizarme, enviciarme en píldoras “mágicas”. Desde hace tiempo veo cómo ha ocurrido todo y cuánto he perdido. No tengo adjetivos para estos acontecimientos lacerantes, podrían ser varios. Todo lo que antes he relatado y vivido ya ha sido tema de varios vídeos que hice después del sepelio de mi querida e inocente madre, que como guerrera también dejó esta Tierra.
¡Con mucho amor, madre!
por WebMaster
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