Cuanto antes aceptemos que es imposible controlar todas las variables de la realidad, menores serán las posibilidades de ser subyugados por la frustración, la angustia y la ansiedad.
La ideología dominante en el mundo nos dice que sin acción, nada alcanzaremos. Esta idea ha estado creando una verdadera legión de hacedores, que corren desesperadamente en pos de resultados, para ser considerados merecedores del éxito.
Es obvio que para materializar nuestros sueños alguna acción se hace necesaria. Movilizar la energía para que el Universo conozca nuestra intención es un paso importante.
No obstante, tan esencial como eso, es aprender a relajar y a confiar en la acción de la existencia, pues ella sigue su propio flujo para permitir que algo suceda.
Mientras no consigamos aceptar esto, corremos el riesgo de dejarnos arrastrar por la ansiedad y el deseo incontrolable de resultados inmediatos.
La ilusión de la omnipotencia – de que somos inmunes a los imprevistos y a los cambios inesperados en el curso de la vida – está en la raíz de numerosos trastornos emocionales, pues al encontrarse frente a frente con lo inexorable, muchos entablan una verdadera batalla interior de resistencia.
Esa lucha generalmente resulta en una desarmonía que puede afectar a todo el sistema, no sólo a lo emocional, sino también al cuerpo físico.
La aceptación es la única forma de que transformemos los obstáculos en aliados en el aprendizaje de la paciencia, en vez de encararlos como trabas para la consecución de nuestras metas.
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Publicado dia 2/13/2017 10:39:21 AM em STUM WORLD
