Uno de los mayores desafíos de la vida es la capacidad de tomar decisiones. Siempre que nos vemos colocados frente a dos caminos, la duda y la inseguridad tienden a predominar.
La principal dificultad es que queremos tener la certeza absoluta de que el camino elegido es el ideal, aquel que nos hará felices. Entre tanto, si tenemos en cuenta que nada en la vida está bajo control y que únicamente la experiencia nos traerá respuestas, no hay otra salida sino decidir.
El mejor guía para orientarnos en estos momentos es el corazón. Si bien muchos consideran esta opción una locura, ser fiel al sentimiento es la única posibilidad que tenemos de alcanzar la plenitud.
Está claro que esa actitud exige un componente esencial: la madurez. Solamente ella nos da el valor de pagar el precio necesario por nuestras elecciones.
Mientras permanecemos inmaduros, tratamos escapar a la confrontación con nuestra verdad, las más de las veces por la opinión ajena. De hecho, actuar en la dirección contraria a lo que esperan de nosotros, siempre origina consecuencias.
Pero como somos los únicos responsables por nuestra felicidad, asumir esa responsabilidad es el modo más seguro de conquistar una vida enraizada en la verdad.
“Solamente lo desconocido debe tener una atracción para ti porque tú aún no lo has vivido; tú no has andado por ese territorio. ¡Muévete! Algo nuevo puede suceder por allá.
Siempre decide por lo desconocido, sea cuál fuere el riesgo, y habrás de crecer continuamente. Pero continúa decidiendo por lo conocido y permanecerás moviéndote repetidamente en un círculo con el pasado…
...Y decide. Mañana ya te habrás hecho más viejo, tu ánimo será menor; mañana tendrás más experiencia, tu perspicacia será mayor; mañana la muerte estará más cerca; empezarás a estar más asustado.
Nunca aplaces para mañana. Y, ¿quién lo sabe? El mañana puede llegar o puede no llegar. Si tienes que decidir es preciso que decidas ahora mismo”.
Osho
Publicado dia 7/1/2017 10:05:48 AM em STUM WORLD
