Aunque debería serlo, visto que ya somos la sencillez. pero nos alejamos de ella en la medida en que nos alejamos de nosotros mismos.
La sencillez para mí es ser quien tú eres, lo mismo que un colibrí sabe que es un colibrí y no necesita aprender cómo es ser un colibrí, considero que ya nacimos sabiendo quienes somos, pero nos enseñan a no ser. ¿Complicado, verdad?
Dicho así parece cosa de locos, ¡y ciertamente lo es!
Lo que nos enseñan, lo que enseñamos a nuestros hijos es un aprendizaje sobre cómo dejar de ser inocentes y naturales para encuadrarnos en maneras de ser antinaturales.
Y qué difícil es ese aprendizaje para no ser quien tú eres. a menudo nos rebelamos contra eso, pero poco a poco vamos encuadrándonos en varios moldes que la sociedad nos impone y cada vez que lo hacemos, dejamos otro poco más de nuestra naturaleza. hasta que ésta ha quedado tan escondida que nos parece que proceder como nos han enseñado sí es lo natural.
Pero se hace tan complicado cumplir tantos requisitos, encajarnos donde no cabemos y la falta de sencillez se va haciendo tan clamorosa que nos damos cuenta de que eso no puede traer felicidad. ¡Algo anda mal ahí!
¡Y nuestra naturaleza llama!
Bajito. susurra. habla más alto. hasta que grita y llega a un punto en que ya no es posible fingir que no nos enteramos de esa llamada.
Y, entonces, iniciamos la búsqueda de ser quienes somos, y a menudo corremos el riesgo de encuadrarnos en otras muchas formas que nos parecen bonitas, espirituales, sagradas o políticamente correctas.
Pero nada de lo que nos enseñan a ser, es quien uno es. así de sencillo.
No hay reglas que te representen, éstas sólo te hacen uno más entre tantos que se adaptan a los cánones. porque cada momento es nuevo y único y si ya entramos en él cargados de lo viejo y de repeticiones sólo vamos a crear más y más problemas.
Cuando seguimos las muchas reglas y todo lo demás que nos quieren imponer, y que, dicho sea de paso, son imposibles de seguir porque chocan unas con otras, traeremos desarmonía y desamor.
Muchas veces no percibimos siquiera que allí no está nuestra verdad, y vamos fingiendo que estamos felices. Nuestras creencias y memorias equivocadas nos hacen reaccionar, defendiendo cosas, eligiendo lados, cuando a decir verdad el único lado que deberíamos elegir es el de dentro. sólo de ahí brotan las respuestas a la vida, lo demás es reacción a la vida. Y la vida no es para reaccionar, es para vivir.
Mientras creamos que tenemos que buscar fuera, recorrer un largo camino para descubrirnos, hacer un montón de cosas, siempre vamos a tener caminos para recorrer y cosas para hacer, pero no nos encontraremos allí.
Descubrir que ya somos lo que buscamos y que no sirve de nada buscar fuera, y sí permanecer. observar. oír al corazón, hace que la esperanza se renueve y nos traiga todo lo que necesitamos para el momento.
Cuando somos fieles a nuestra esencia, nuestras acciones van a estar en sintonía con el Amor y eso sólo puede generar Amor.
Creer en que ya somos lo que buscamos y que brotamos de nosotros mismos hace que reguemos más nuestra naturaleza para que ella florezca y nos revele cuán sencillo es lo que parecía tan complicado.
Sencillo es ser quien tú eres, lo demás es complicación...
Publicado dia 4/8/2020 11:35:23 AM em STUM WORLD
