Imagina que tienes una varita mágica que manifiesta todo cuanto le pides…
Parece algo tan bueno e irreal que ni siquiera creemos en esa posibilidad.
Sin embargo… la tenemos y usamos todo el tiempo, sin que las más de las veces nos demos cuenta siquiera de que estamos usando ese instrumento mágico… y lo peor es que mucho de lo que manifestamos son cosas que no queremos.
¿Cómo es eso? Una varita mágica que no trae lo que pedimos…
Ella sí trae lo que pedimos, somos nosotros quienes no percibimos que pedimos justamente aquello que queremos evitar.
Parece conversación de locos, no obstante, loca es la forma en cómo creamos nuestra realidad día tras día sin darnos cuenta siquiera.
Esa varita mágica que tenemos en nuestras manos y que usamos todo el tiempo es nuestro foco, y casi siempre lo colocamos en lo que no nos gusta o queremos evitar o corregir… la mayor parte del tiempo nos enfocamos en los problemas, en lo que no va bien y eso es lo que vamos atrayendo para nuestra realidad.
Si me enfoco en problemas atraigo problemas…
Cada vez que nos preocupamos por algo y pensamos no sé cuántas veces en aquello, imaginando cosas peores que vendrán de allí, cada vez que nos quejamos a otros, estamos usando nuestra varita mágica para manifestar.
Cuando somos bombardeados todo el tiempo por noticias malas que prenden nuestra atención y se convierten en tema de nuestras conversaciones… es ahí donde estamos colocando nuestro foco.
En fin… pasamos gran parte de nuestras vidas enfocando y atrayendo cosas y situaciones que no nos gustan y continuamos quejándonos de ellas sin darnos cuenta de que al proceder así estamos creando la misma realidad, que no es la que queremos.
Pero ¿qué hacer?
Ante todo, podemos permanecer atentos para no enfocarnos en lo que no queremos manifestar…
¡Eso es un gran paso!
Evitar la postura de víctimas, porque a la víctima siempre le gusta divulgar sus problemas a todo el mundo.
Y una cosa mágica que siempre funciona es cambiar el foco a la gratitud y/o la admiración.
Escribí este texto por la noche y dejé para terminarlo al día siguiente; y cuál no sería mi sorpresa al constatar que el Universo me brindó una oportunidad de poner en práctica lo que acababa de decir en el texto.
Sucede que varios barrios aquí en Belo Horizonte se han quedado sin agua y cuando nos dimos cuenta de ello la primera reacción ha sido protestar, pero enseguida observé mi foco negativo y lo cambié…
Pensé en lo muy afortunados que somos al disfrutar siempre de agua disponible en casa… y sentí una profunda gratitud por tan bendito elemento, y eso me llevó a un amor hacia el agua que nunca había sentido antes. Gratitud, amor, admiración, fue lo que enfoqué aquellos dos días en que nos faltó el agua y me sentí muy bien con eso…
Y la gratitud desvió el foco de lo negativo de las quejas que siempre llegan en las ocasiones en que las cosas no funcionan…
Busca en tu vida y a tu alrededor cosas sencillas y preciosas que agradecer… y que la mayor parte del tiempo no nos damos siquiera cuenta de cuánto valen, hasta el día en que nos faltan...
El agua, por ejemplo, cada vez que bebamos un vaso de agua o nos demos un delicioso baño podemos ligarnos con la gratitud, el amor y la admiración por ese bien tan precioso…
Tantas cosas tenemos para agradecer y admirar en nuestra vida, pero tenemos el vicio de los problemas y las quejas y eso prende tanto nuestra atención que sobra poco tiempo para agradecer las bendiciones.
Si no estás feliz con tu realidad permanece atento a tu foco… lo que has venido pensando, qué conversaciones has tenido… a qué has estado aplicando tu energía…
Cambia el foco y a partir de ahí abre espacios para que las cosas que te harán más feliz se manifiesten.
Somos creadores compulsivos de lo que no queremos cuando en eso es donde nos enfocamos.
Cambia el foco y abre espacio para que el Universo te traiga lo que va a hacerte feliz.