Voy a contarles a una historia que me sucedió cuando yo era niña. Claro que las palabras fueron adaptadas para escribir este texto, así como a lo largo de los años, fui intentando tornar lógico todo esto, con informaciones que acabé adquiriendo de otras fuentes.
Era víspera de Navidad y yo tenía siete años. Mi familia reunida, aguardaba la media noche, cuando fui para el patio, miré para el Cielo, para variar, y vi un rastro de Luz y al frente, era como si fuese una nube con forma de reno y Papa Noel, en el cual nunca creí!
Quedé inmóvil, no le conté a nadie, porque no me iban a creer. Dirían que era una “bobada” más, mía.
Me fui a echar y luego comenzaron aquellos zumbidos metálicos en mi oído, antecediendo las comunicaciones. Sé que muchos sienten estos zumbidos y me entienden. Comencé a llamar a Jesús y me fui calmando. Quedé en aquel estado entre despierta y dormida hasta que apareció en mi cuarto un señor de barba gris, sonriéndome. Comenzamos a conversar telepáticamente, y él me dice, más o menos así, el sentido era exactamente este:
“Mi niña, tú ahora estás ocupando este cuerpo en la tercera dimensión, pero todo es pura ilusión. Es como un gran cine con imágenes holográficas. Entonces, por que no creer en Papa Noel, si esto te trae felicidad?
Ustedes pueden optar en qué creer. Las ilusiones saludables son necesarias en este mundo. Cada adulto en la Tierra, trae dentro de sí, a la criatura que ya fue un día. Yo soy real y mi nombre es Sanat Kumara.
Soy el Logos Planetario* y el Regente del planeta Venus. Muchos me conocen como Anciano de los Días o Salvador de la Tierra”.
Yo le pregunté el porqué “Salvador de la Tierra”, a lo que él me respondió:
“Porque hace más o menos 2,5 millones de años, cuando ocurrió la “caída del hombre” (que fue cuando los hombres comenzaron a usar el libre albedrío y se apartaron de las conciencias superiores que hasta entonces los dirigían), fue decidido que la Tierra sería exterminada, pues, con esta elección hecha por los seres que en ella habitaban, no habría Luz suficiente para que el planeta se mantuviese dentro de la Ley Cósmica.
Fui, entonces, invitado a participar de un Consejo Cósmico** establecido y comandado por Alpha y Omega, junto con el Consejo de la Gran Jerarquía Solar de esta y de otras galaxias. En esta reunión, irían a decidir por la desintegración o no, de la Tierra, considerado un planeta en desarmonia con los demás del sistema, cuyo eje se había inclinado en 45 grados, siendo esta una clara demostración de la “caída” que allí ocurriría.
Si hubiese desintegración de la Tierra, los seres que en ella habitaban, sufrirían la 2ª muerte, o sea, serian destruidos totalmente, tanto el cuerpo físico como el espiritual.
Aquello tocó el fondo en mí, pues amaba este bello planeta. Fue entonces, que pedí autorización y me apresté a asumir la responsabilidad de reequilibrar el planeta y los seres que allí estaban en evolución.
En común acuerdo con mi llama gemela Venus y con el consentimiento del Consejo, partí para acá en un exilio voluntario de millones de años, confiando en mi suceso.
Antes de mi venida, 30 fieles compañeros, todos Kumaras,*** me precedieron y se ofrecieron para construir un Hogar parecido con el mío en Venus. Fue entonces que surgió Shamballa.
Algunos de estos arquitectos son conocidos, hoy, con los nombres de Seraphis Bey (responsable por el 4º Rayo de la Llama blanco-cristal de la Ascensión y Kutumi, uno de los instructores del mundo, que vino en una de las encarnaciones, como San Juan Evangelista).
Lea también el texto: “La Gran Fraternidad Blanca Universal”
Siete Kumaras hacían parte de mi guarda de honor y aún después de mi retorno a Venus, continuaron como guardianes de la Fuerza de Shamballa, representando cada uno, un Rayo de Luz.
Los 30 Kumaras, fueron los responsables de la construcción del Templo de Salomón y del Taj Mahal.
Vinimos tres Kumaras con misiones especiales: Yo, Sananda Kumara, conocido como Jesús y Sanaka Kumara, conocido como Arcángel Miguel, o Ashtar Sheran”.
(Perciban que al citar nombres, la referencia es cuanto a las funciones).
A medida que él hablaba, yo me sentía envuelta por un amor que no conseguiría transmitirles, más está presente en mi vida, hasta hoy, y por siempre.
Y siguió él hablando:
“Shamballa es hoy un reino etéreo y su localización es mutable, de acuerdo con las necesidades de cada época. En el inicio quedaba en una isla en el mar de Gobi, al oeste de Asia, conocida como la Isla Blanca, que era llamada así porque la ciudad era toda de mármol blanco, ornamentada con piedras preciosas y oro. Hoy en el lugar sólo hay un desierto: el desierto de Gobi.
Su construcción demoró 900 años y cuando quedó terminada era casi idéntica a la de Venus. Apenas faltaba mi alma gemela: Venus.
La entrada estaba decorada con un lindo jardín. Una larga avenida llevaba a mi residencia que quedaba en lo alto de la ciudad. En la entrada, una larga escalera de 12 escalones conducía a una terraza sembrada, repleta de flores de infinitos colores. La fachada era de mármol blanco y en sus jardines, había una fuente para cada Rayo Divino, y escurrían aguas cristalinas y coloridas. La cúpula del Templo era un gran Loto dorado, donde los rayos del sol reflejaban las siete esferas de Luz.
Cuando finalmente llegué a Shamballa, invoqué y anclé la Llama Trina, representando amor, sabiduría y poder. Esta llama trina está impresa en cada corazón humano, debiendo ser accionada para anclar El Cristo en la Tierra. En este día, sabré que valió la pena haber depositado mi confianza en la Tierra y en su humanidad”.
En este momento, él me miró con mucha suavidad y dijo:
“Ahora duerma, mi niña, sueñe con la realidad y al despertar, viva sus sueños para despertar su Llama Trina, para que pueda retornar a Shamballa”.
Si, sueños lógicos, en una vida utópica... con certeza les digo que vale la pena!
Sean muy felices!
*Logos Planetario: Es el núcleo de Conciencia de pura energía, que crea y sustenta el Universo, como un todo o partes focales de los Universos. Incluye entidades, Avatares, regentes monádicos, mònadas y otras partículas de vida.
** Consejo Cósmico: Entidad que representa la custodia de puntos específicos del Plan Evolutivo y estimula el desenvolvimiento de este Plano, en el sector en que actúa.
El Consejo Alpha y Omega, capta energías superiores, que sirven de fuente de inspiración para la humanidad.
***Kumaras: También conocidos como hijos de Brahma. En sánscrito, significa joven inocente y puro. Es la manifestación del arquetipo del hombre perfecto.