Psicoterapia Reencarnacionista

Publicado dia 7/29/2005 6:39:12 PM em STUM WORLD

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Traducido por Teresa - [email protected]

Una propuesta de expansión para la Psicología y la Psiquiatría

La Psicoterapia Reencarnacionista, creada por el Dr. Mauro Kwitko en 1996, en Porto Alegre/RS, nació con la finalidad de aportar a la Psicología y a la Psiquiatría una posibilidad de expansión nunca antes imaginada. La Reencarnación y la actuación de los Espíritus obsesores se agregan a los conceptos psicológicos y psiquiátricos, logrando una nueva manera de encarar los conflictos de todos nosotros, así como las enfermedades mentales.
Con la Reencarnación deja de considerarse la infancia como el inicio de la vida y pasa a verse como la continuación de nuestra vida eterna; nuestra familia ya no es un conjunto de personas que se han unido por casualidad con lazos afectivos, sino un agrupamiento de Espíritus unidos por lazos kármicos; las situaciones que a lo largo de la vida nos vamos encontrando no son aleatorias, y sí reflejos, consecuencias, resultados de nuestros actos pasados, necesidades para nuestro proyecto evolutivo espiritual.
Y considerando que todos somos Espíritus, con diversos grados de evolución e intención, algunos insertos dentro de un cuerpo físico, otros libertos de esa prisión, pasamos a darnos cuenta de que existen a nuestro alrededor millones de seres invisibles, capaces de afectarnos benéfica o negativamente. Y tal como afirmaba el Dr. Bezerra de Menezes en su libro "La locura bajo nuevo prisma", los casos de enfermedad mental en su mayor parte están provocados por la actuación de Espíritus desencarnados sobre los enfermos.
La Psicología actual considera nuestra vida solamente desde la infancia y por ello limita su campo de acción a una fracción mínima de nuestra existencia. Trabaja con un concepto equivocado que es la Formación de la Personalidad, pues afirma que no existíamos antes. Considera, pues, que las características de nuestra personalidad se originan en el "inicio" de la vida, igual que nuestros sentimientos negativos, por la conjunción de factores genéticos, hereditarios y ambientales. Todo se ha originado allí, obligadamente, pues nada había antes. Pero... ¿y nuestras encarnaciones pasadas? En nuestra anterior vida encarnada ¿no teníamos una personalidad? Es evidente que sí, entonces ¿no es razonable y sensato pensar que somos la continuación de aquél que hemos sido en esa vida anterior a la actual? Esto derriba el concepto de Formación de Personalidad y crea un otro concepto, revolucionario, evolucionista, esclarecedor: el de Personalidad Congénita, uno de los pilares básicos de la Psicoterapia Reencarnacionista.
¿Y nuestros familiares, nuestro padre, nuestra madre, nuestros hermanos y demás parientes? Dentro de los principios reencarnacionistas sabemos que somos Espíritus ligados por cordones energéticos de afinidad y de divergencia. Estos cordones son los que rigen nuestra aproximación, lo cual explica las simpatías y antipatías entre familiares, y aun los odios y aversiones. ¿Y por qué nos aproximamos nuevamente? En el caso de la afinidad, para que continuemos juntos en un proyecto de amistad, de trabajo conjunto; en el de la divergencia, para que hagamos las paces, nos armonicemos, nos amemos. Y esta última cuestión es uno de los principales asuntos en las consultas de Psicoterapia Reencarnacionista, cuando tratamos conflictos entre padres e hijos y entre hermanos.

Añadiendo la Reencarnación a la Psicología se crea una Psicología nueva, basada en nuestra vida eterna, en nuestra búsqueda de evolución espiritual, de purificación. Ya no somos personas, somos Espíritus encarnados; no somos hombres y mujeres, somos Espíritus en cuerpos masculinos y femeninos; no somos blancos o negros, somos Espíritus en "cáscaras" de color diferente; no somos brasileños, argentinos, americanos, iraquíes, somos Espíritus que han encarnado, de esta vez, en esos países. La Reencarnación, además de la capacidad de ensanchar la Psicología al infinito, tiene el potencial de eliminar el racismo, los prejuicios y la violencia de la faz de la Tierra.
Teniendo la visión clarificada de que estamos en un lugar de paso, con la finalidad de evolucionar espiritualmente, las cuestiones de la vida terrena pueden clasificarse en 2 grupos: importantes y sin importancia, con grados entre sí. Hemos de tener la capacidad de percibir lo que nos puede ayudar en nuestra Misión Personal y lo que nos puede distraer de ella. Pero, para esto, es de fundamental importancia que cada unos de nosotros sepa para qué reencarnó esta vez. Y esto no es tan difícil, basta tener a la vista nuestras imperfecciones y dificultades, los conflictos con otras personas, nuestras tendencias negativas, en fin, todo lo que nos hace sentir mal y nos quita la paz.
Algunas personas reencarnaron para trabajar cuestiones morales, como tendencias al robo, al engaño, a la mentira, a las trapacerías, atributos de un Ego autónomo, miope, disociado de su Maestro Interior; otros reencarnan para trabajar con características personales que afectan más a ellos mismos, como la timidez, la amargura, el miedo, la introversión; algunos están aquí para liberarse de la ira, que daña a sí mismos y a los otros. Cada uno de nosotros está aquí, en el Astral Inferior, para encontrar sus puntos débiles, que frecuentemente traen a cuestas desde hace centenas o miles de años, habiendo pasado por muchas encarnaciones en las que su actuación en cuanto a evolución, liberación, ha sido menor de lo que podría haber sido. Una de las finalidades de la novísima Psicoterapia Reencarnacionista es ayudar a la gente a aprovechar mejor sus encarnaciones, en el sentido de búsqueda de la purificación, de su regreso al Todo.

El psicoterapeuta reencarnacionista debe llevar a la práctica en sí mismo los principios evolucionistas, purificadores, a fin de tener una credibilidad interior que le capacite para ser un consejero espiritual de sus pacientes. Debe eliminar cualquier vicio moral, liberarse de la ira y del rencor, debe tener cuidado con el orgullo y la vanidad, debe desarrollar una manera de ser agradable, simpática, equilibrada, leve, desprendida, y no debe, ¡bajo ningún concepto, beber, fumar o utilizar drogas! La Psicoterapia Reencarnacionista es una terapia de sello espiritual en que los Seres Superiores pueden estar presentes dependiendo del modo de vivir del psicoterapeuta. Y éste debe, desde luego, procurar tener merecimiento para recibir esa ayuda superior que, entre otras cuestiones, le posibilita permanecer inmune a los ataques de seres espirituales inferiores, interesados en perjudicar a los pacientes y al propio psicoterapeuta. Por esto, es de fundamental importancia que adopte una actitud recta, centrada, en busca de sintonía con el mundo superior, colocándose en su lugar de ser humano, pequeño, imperfecto, procurando obedecer las órdenes superiores. A nuestro lado se colocan nuestros hermanos más evolucionados, orientándonos, dándonos intuición, auxiliándonos en el trato con los pacientes y en el ámbito de las interferencias inferiores espirituales. No estamos solos en nuestra vida cotidiana; en nuestro consultorio existen presencias con intenciones varias.

Hemos de procurar mantener elevada nuestra frecuencia, sintonizando con las presencias de la Luz e inmunizándonos contra las presencias de las Tinieblas. El cuidado con nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras acciones es de fundamental importancia para el éxito de nuestra vida encarnada, individualmente y como psicoterapeuta reencarnacionista. Estamos faenando con cuestiones espirituales, muchas veces interactuando con seres poderosos cuya intención es perjudicar a los que acuden a nosotros y a nosotros mismos. Por eso, ¡todo cuidado es poco! La oración diaria, la elevación de nuestros pensamientos a los seres de la Luz, la actitud humilde de hacernos servidores de nuestros hermanos superiores, la postura de no enfrentamiento contra los seres de poca Luz que nos acosan, entendiéndolos, comprendiendo su actitud, motivada por traumas suyos de hace mucho tiempo atrás, mirándolos también como a hermanos, como a hijos de Dios, como a compañeros de jornada, incluso porque no sabemos si en otras épocas hemos estado a su lado...

Hemos de colocarnos como representantes de Dios en la Tierra, como aliados del Mundo Superior en esta misión de purificación de nuestro planeta, de clarificación, y procurar, en todo momento, principalmente en las situaciones conflictivas, actuar a través de nuestro Yo Superior, con Luz en nuestra Conciencia, Amor en nuestro corazón y Paz en nuestros sentimientos.
¿Y la Psiquiatría? Toda vez que no trabaja con la realidad espiritual, atribuye la enfermedad mental al cerebro, como si los pensamientos residiesen en él, no dándose por enterada todavía de que el cerebro no es más que el codificador, el intermediario entre el cuerpo físico y la Mente. Las enfermedades del pensamiento son, en su mayor parte, originarias de encarnaciones pasadas, de acciones practicadas y acciones sufridas, en un desequilibrio entre el Ego y el Espíritu, que produce en los enfermos enormes dificultades para sintonizar con los niveles superiores espirituales y, por el contrario, hace que sintonicen con los niveles inferiores, obscuros, donde viven los hermanos nuestros que no divisan la Luz y cuando la atisban la consideran desagradable porque les revela la Verdad. Los enfermos mentales, con terribles traumas en su Inconsciente y sufriendo con la presencia de seres inferiores espirituales, viven en un infierno interior, con ideas y actitudes incomprensibles para nuestra Psiquiatría oficial, incompetente para entender estas cuestiones. De ahí procede la rapidez de los rótulos psiquiátricos y la intervención medicamentosa psicotrópica. Los rótulos clasifican y dan al paciente y a sus familiares la convicción de que éste es un enfermo de la mente, cuando, más frecuentemente, es un enfermo del Espíritu. La causa de la enfermedad, materialmente atribuida al cerebro, por lo regular se encuentra escondida, en lo recóndito del Inconsciente y a su lado, en el mundo invisible. Es urgente la necesidad de ensanchar la Psiquiatría hacia la Reencarnación, hacia el interior del Inconsciente y hacia el desbravamiento de la vida espiritual. Los psicotrópicos obran beneficiosamente en las urgencias y en las emergencias, cuando a menudo se hacen imprescindibles y pueden o deben utilizarse por un tiempo limitado, nunca por un período prolongado, o lo que es peor, como terapia en sí misma. A largo plazo ocasiona las consecuencias terribles de sus efectos colaterales, a menudo peores que los síntomas iniciales, 'cronificando' y perpetuando la enfermedad. La medicación psicotrópica no puede constituir el tratamiento, sino auxiliar por cierto tiempo, mientras tanto se localiza el origen, la explicación, la causa de los síntomas.

La Psicoterapia Reencarnacionista es una aliada de la Religión Espirita en cuanto recomienda la investigación y el tratamiento espiritual en los casos de enfermedades mentales. En mi caso particular, a todo paciente que viene a mi consulta informando ver seres y/o escuchar voces, le recomiendo una consulta en Centro Espirita. No doy inmediatamente por válidos los diagnósticos psiquiátricos, principalmente los de Esquizofrenia y Paranoia, porque admito la posibilidad de que sea cierto lo que piensan, ven y oyen estos pacientes. Forma parte de la práctica de consultorio del psicoterapeuta reencarnacionista encaminar a sus pacientes a los Centros Espiritas cuando sospecha de la presencia de Espíritus obsesores perturbándolo. La Regresión Terapéutica para los casos de fobias, trastorno del pánico, depresiones rebeldes, ideas paranoides, etc., debe realizarse tan sólo después del tratamiento desobsesivo. La utilización de las Medicinas Homeopática y Floral está recomendada desde el inicio del tratamiento.
Una nueva Era se vislumbra para la humanidad, al abrirse la conciencia de la gente gradualmente a la realidad espiritual y entonces se hace necesario que las grandes Instituciones de Cura Mental y Emocional, como la Psicología y la Psiquiatría se liberen de las ideas religiosas que las tienen atadas a solamente esta vida, limitando su visión y su campo de actuación. La Psicoterapia Reencarnacionista viene a alinearse con la expansión de los conceptos psicológicos y psiquiátricos, buscando entender mejor los males humanos, el sufrimiento de millones y millones de enfermos mentales, confinados en su mundo interior, amordazados por medicamentos psicotrópicos que no son capaces de curarlos de verdad, al no poder penetrar en su Inconsciente, donde reside la causa de su dolor, que teniendo capacidad para disminuir la percepción de los seres invisibles que acosan a estos enfermos, no la tienen para alejarlos. La evolución de la humanidad en cuanto a la cura de su enfermedad primordial, que es el olvido de su naturaleza espiritual, ha de ser acompañada por la evolución de las Instituciones que trabajan con la salud. La visión del hombre como un ser físico, emocional, mental y espiritual, deben utilizarla las Instituciones en la práctica y no solamente como un discurso teórico. En Europa y Estados Unidos, miles de médicos psiquiatras y de psicólogos ya trabajan con esas realidades espirituales como tema científico; aquí en Brasil, estos asuntos todavía se consideran religiosos y aquellos profesionales que los practican se ven amenazados y sancionados por los Consejos de Medicina y de Psicología. No obstante, la evolución es inexorable y a vuelta de algunos años seremos invitados por las Universidades para enseñar Psicología Reencarnacionista, Regresión Terapéutica y otras Medicinas Energéticas y Espirituales. Asimismo se llevarán a cabo convenios con Centros Espíritas, a fin de atender espiritualmente a los enfermos mentales que encaminen allí los profesionales que les atienden psicoterápicamente en el consultorio. ¡De esto estoy seguro!
por Mauro Kwitko

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Sobre o autor
Mauro Kwitko é médico auto-licenciado do Conselho de Medicina para poder dedicar-se livremente ao seu trabalho como psicoterapeuta reencarnacionista. Em 1996, começou a elaborar e divulgar a Psicoterapia Reencarnacionista. É fundador e presidente da ABPR. Ministra Cursos de Formação em Psicoterapia Reencarnacionista e Regressão Terapêutica há muitos anos, tendo formado centenas de psicoterapeutas reencarnacionistas.
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