“Tengo dolores musculares desde los 12/13 años de edad, principalmente en el tronco y en los brazos. ¡Ya hice innumerables consultas, exámenes, tratamientos y con nada mejoran! Ni los medicamentos me alivian. Y le tengo horror al agua, me da pánico. No entro en piscinas, en el mar, hasta en una calle inundada tengo miedo. Cuando llevo un susto tengo que gritar hasta llorar, entonces se me va pasando... si me encierro, ¡me desmayo! ¡Me falta el aire, me ahogo! Si me doy con la cabeza, me desmayo. Basta una llamada de teléfono con una noticia mala o si presencio un accidente de tráfico, empieza a faltarme el aire, parece que me voy a morir.”
Sesión de regresión (M=terapeuta; P=paciente)
La paciente, de seguido al relajamiento, demuestra sentir dolor en la espalda, llorando, suspirando, gimiendo.
M – ¿Qué te pasa en la espalda? ¿Qué está pasando contigo?
P – ¡Ay, qué lugar tan apretado, qué ahogo! ¡Que aprieto, que lugar apretado!
M - ¿Qué es lo que te está pasando?
P – Ay, que lugar apretado, me aprieta este lugar, ya estuve en este sitio antes... no sé... no consigo saber dónde es este lugar... (bien encogida)
M- ¿Y cómo vas a salir de ahí?
P – ¡Que alguien me saque de aquí! (llorando). Ay, necesito de alguien que me saque de aquí. Necesito ayuda, tengo que salir, necesito ayuda, que alguien me ayude para sacarme de aquí. (llorando)
M – ¿Está oscuro? ¿Qué ves en ese lugar?
P – No veo nada, es una cosa gris. Ay, que lugar apretado, como aprieta, no sé, me parece que ya estuve en este lugar antes, pero no sé...
M – Y en la espalda, ¿qué tienes en la espalda? ¿Qué está pasando?
P – En la espalda, no lo veo, no consigo ver, pero por delante todo es gris, todo gris, no consigo ver...
M - ¿Cómo vas a salir de ahí? ¿Quién viene a ayudarte?
P – ¡Necesito que alguien me saque de aquí! (llorando). ¡Necesito que alguien me saque de aquí! (Mucho llanto, gemidos, suspiros)
M – Vamos a ver dentro de poco... como vas a salir...
P – Quiero salir de aquí! Quiero que alguien me ayude a salir, quiero salir de este lugar apretado, de esta angustia en que estoy. Ay, no sé si estoy dentro del agua. ¿Dónde estoy?
M - ¿Es agua?
P – Sí, parece que sí, no consigo sentirla en mí, está a mi alrededor, no estoy mojada de agua, pero no consigo salir, estoy dentro de un túnel, así, que no consigo salir. ¡Ay, quiero que alguien me dé la mano para que pueda salir!
M - ¿Tú estás dentro del agua? ¿Es agua?
P – No, no es agua, parece que vienen unas olas, pero no llegan a mí, hay una distancia, mas yo no puede salir de aquí, estoy presa con algo, no consigo salir! Necesito que alguien abra para que yo pueda salir, tengo que salir fuera.
M – Quien sabe ves una luz... un Ser de luz... Que venga a ayudarte, para salir de ahí, para subir...
P – Quiero salir de aquí, ir para un lugar más abierto, que yo pueda... alguien va ayudarme... alguna Luz va a llegar aquí, ayudarme a salir de aquí, me va a alcanzar, alguien me va alcanzar... (llorando, respiración jadeante, suspiros)
M - ¿Qué es?
P – Esto se está quemando, ardiendo...
M - ¿A qué te refieres?
P – No sé decir qué es, pero es mucho ardor...
M - ¿Qué pasa entonces?
P – Tengo sueño, tengo que dormir, pero esto arde demasiado, está ardiendo... está ardiendo mi cuerpo, la espalda, los brazos. Estoy cansada. Alguien tiene que ayudarme a salir de aquí.
M – Dentro de poco verás una Luz, que va creciendo... (se relaja, suspira) ¿Dónde estás ahora?
P – No consigo saber en qué lugar estaba.
M - ¿Está claro u oscuro?
P – No, no es oscuro, no es claro, es un color... como gris. Parece que estoy dentro de un lugar, con el agua alrededor. Pero el agua no llega a tocarme. No llega... sólo que estoy presa dentro de aquel lugar. Parece que estoy en un lugar... se hundió... parece que estoy dentro de una caja muy grande, la caja está dentro del agua, oigo el ruido del agua alrededor, sólo que estoy presa y quiero salir. Quiero salir pero nadie llega para libertarme de allí, quiero salir, no sé si voy a encontrar agua cuando salga de aquí de dentro.
M – Quizás se ha muerto ya tu cuerpo... y de ese modo tú puedes salir del cuerpo... Quizás se ha muerto ya tu cuerpo... y puedes salir... flotando... Dentro de poco vas a ver cómo has podido salir... flotando... en Espíritu... cuando el cuerpo muere, puedes salir del cuerpo... puedes subir para la luz...y entonces todo pasa, todo termina... Si el cuerpo ha muerto, el Espíritu puede salir...
P – ¡Quiero salir de aquí!
M - ¿Estás encogida ahí dentro? ¿Como estás?
P – Estoy encogida y no puede estirarme.
M - ¿Te duele la espalda? ¿Que sentís?
P – Mi espalda, siento que se quema, estoy cansada, me di un golpe y ahora sólo está ardiendo, parece que me aplastaron.
M – Dentro de poco vas a ver como vas a subir para el Astral, verás como te libertas... cuando pasa bastante tiempo... vamos a ver como sales de ahí... te libertas... después de que ha pasado bastante tiempo... vamos para el momento en que sales de ahí... te libertas...
P – No he conseguido salir todavía...
M – Vamos encontrar en tu memoria el momento en que sales... subiendo... flotando... leve... Vamos a encontrar este momento en que te liberas.
P – No consigo saber dónde estoy. Es algún otro lugar. Ya no estoy dentro de aquel apretado, ya no.
M - ¿Es un lugar más claro?
P – Es mas claro.
M – Vamos a ver cómo es ese lugar donde tú estás... qué personas están ahí... ayudándote, cuidando de ti...
P – Ya estoy fuera, estoy en un lugar más claro, pero no veo nada, estoy en un lugar más claro, ya no estoy en aquel lugar apretado donde estaba. Pero no veo nada ni a nadie. Ya puedo moverme, no es apretado, antes no podía, tenía que estar encogida, ahora no, puedo estirar las piernas. Parece que van pasando unas nubes, algo así.
M – Entonces puedes subir... para la Luz... ¿Cómo te sientes ahora?
P – Me siento mejor... Ya veo un espacio grande, aún continúan las nubes, unas más oscuras, otras más claras... ¡Qué bien! ¡Ha pasado!
M – Entonces relaja, descansa. Por hoy está bien. Ya has salido de aquel lugar, estás libre.Retorno
“Los dolores se aliviaron bastante. Aquel lugar en que me vía durante la regresión... recuerdo que cuando era niña soñaba continuamente con él. Cuando me echaba a dormir, les decía a mis padres que iba a soñar con aquello nuevamente... Era como un ataúd y yo dentro. Y me han dicho que yo gritaba mientras dormía, desde bebé. Mis padres venían a despertarme, yo escuchaba sus voces como muy lejos, poco a poco era como si fuese volviendo... Algunas veces yo gritaba durante mucho tiempo y no conseguían despertarme. ¡Y es el lugar en que me vi durante la regresión! Los dolores que sentía en la regresión son los que padezco desde pequeña. Y la postura en la que me encontraba allá es la misma en que me acomodaba para dormir. Ahora ya me estiro, duermo estirada. Los dolores mejoraron en un 80%. Soy mucho más segura, me siento más suelta, antes me sentía siempre atrapada. Y también aquella tristeza que sentía, ha mejorado mucho. Me siento más calma, ya no tengo aquella ansiedad, aquel miedo. ¡Qué alivio!
por Mauro Kwitko
Consulte grátis
Avaliação: 5 | Votos: 1
Sobre o autor Mauro Kwitko é médico auto-licenciado do Conselho de Medicina para poder dedicar-se livremente ao seu trabalho como psicoterapeuta reencarnacionista. Em 1996, começou a elaborar e divulgar a Psicoterapia Reencarnacionista. É fundador e presidente da ABPR. Ministra Cursos de Formação em Psicoterapia Reencarnacionista e Regressão Terapêutica há muitos anos, tendo formado centenas de psicoterapeutas reencarnacionistas. Email: [email protected] Visite o Site do Autor