Quien no erró nunca?
Errar no es ningún drama. Es una faceta de la condición humana.
Por lo tanto, el crimen no es el error. Es insistir en él y no cambiar.
Yo cometí muchos errores en esta mi vida. Y sigo cometiendo. En tanto, instalé una campañita en mi mente que toca cada vez que cometo un error. Puede no tocar inmediatamente, en la horita exacta en que el error está siendo cometido. Pero toca. Ah! Si toca! Muchas veces en el medio de la noche, cuando despierto medio sofocada, me siento en la cama y me pregunto:
- Que está pasando? Que es esta sensación incómoda y que me está queriendo decir?
Inmediatamente hago una revisión de lo que pasó en las últimas 48 horas y allí está el error. Anoto el error en un papel, y regreso a dormir y al día siguiente analizo con calma lo que puedo hacer para reparar el error.
Fui injusta con una hermana? La llamo por teléfono, le pido disculpas o le mando flores con una tarjeta bien amorosa explicando mi ceguera al respecto de lo que pasó, un gran pedido de “discúlpeme” y sigo adelante, de cierta forma, gratificada por haber concertado el error y encima de todo aprendido con él.
El Dr. Epstein dice que lo importante es que la gente pida perdón. Si el otro quiere o no perdonar el problema no es nuestro. Es de la otra persona.
El día que él afirmó eso durante una de sus aulas sentí un inmenso confort y pasé a pedir perdón personalmente o durante mis ejercicios con imágenes mentales a todas las personas que pasaron por mi vida y que, de una forma o de otra, fueron “víctimas” de mis errores.
Si usted quiere también hacer eso, dejo aquí un ejercicio para practicar, mínimo, durante 21 días, antes de irse a dormir.
Recuerde que deberá estar sentada(o), pies firmes en el suelo, manos apoyadas en las piernas con las palmas volteadas para dentro, ojos cerrados.
Entonces, respire calmadamente tres veces y lleve su atención para la intención de este ejercicio que es bien rápido.
Ejercicio de la segunda chance
Vea, sienta, imagine o haga de cuenta que usted está en un jardín muy lindo, repleto de sus flores favoritas. Camine por él hasta encontrar un lindo espejo de agua límpida y cristalina. Mire a este lago y vea reflejada en él a la persona o a la escena donde usted está cometiendo el error.
Localice y visualice bien esta escena. Ahora arroje un cristal azul sobre esta escena y perciba como las ondas del lago desdibujan la escena. Respire una vez y vea las aguas nuevamente calmas y proyecte sobre ellas la imagen de la situación esclarecida y resuelta. Imagine entonces que un rayo de sol viene del cielo como un flash sobre esta imagen fotografiándola y archivándola en todas sus células. Y sintiendo un gran alivio, respire y abra los ojos.
Izabel Telles é terapeuta holística e sensitiva formada pelo American Institute for Mental Imagery de Nova Iorque. Tem três livros publicados: "O outro lado da alma", pela Axis Mundi, "Feche os olhos e veja" e "O livro das transformações" pela Editora Agora. Visite meu Instagram. Email: Visite o Site do Autor