La capacidad de establecer vínculos es algo fundamental para ser desarrollado por el ser humano. El primero y más profundo vínculo que creamos es con nuestra madre, pues está relacionado no solamente con lo emocional, sino también con nuestras primeras sensaciones físicas. Es ella la que sacia nuestra necesidad de alimento para el cuerpo físico y de alimento emocional, la que alivia nuestra incomodidad y nuestros miedos primordiales. Este vínculo se extiende, a continuación, hacia la figura paterna o hacia quien represente ese papel en nuestra vida.
Cuando este vínculo inicial no es lo suficientemente fuerte, el niño comienza a establecer otras ligaduras, tales como: con el cobertor, con el chupete, con el juguete favorito. Más tarde, un animal de su estimación, los amiguitos, los hermanos u otros familiares, acaban ayudando a fortalecer su capacidad de establecer vínculos.
Si durante la primera infancia la formación de vínculos sufre una quiebra, varios problemas podrán surgir. El narcisismo es uno de ellos. Éste hace a la persona centrada en sí misma, y, al mismo tiempo, incapaz de comprometerse profundamente con las personas amadas, con el trabajo, la profesión o con el sentido de la ética y de valores que le sirvan como parámetro para la vida.
Vínculo significa ligadura, por tanto, el paso fundamental para cualquier cosa que deseemos realizar en la vida es que nos comprometamos con tal objetivo, estableciendo con él una unión de alma, sin la cual nada puede ser posible.
Establecer el vínculo afectivo y emocional con nuestros padres es esencial para que desarrollemos esta capacidad en nosotros. A partir de ahí, podremos recorrer solos nuestros caminos, siendo capaces de escoger, por nuestra propia cuenta, con cuáles objetivos o personas estableceremos una ligadura.
Por paradójico que parezca, establecer vínculos es esencial para que podamos desarrollar el sentido de independencia de nuestro Self. Lo importante es que no seamos esclavos de ningún vínculo, y sí nos mantengamos fieles tan sólo a los que nos traigan felicidad.
Aprendemos desde muy pronto a reprimir nuestras pasiones y a mantenerlas bajo control. Estar apasionado se ve como cosa de lunático, de alguien que ha perdido la noción del buen sentido. Sin embargo, existe una forma de pasión que nada tiene que ver con la locura, al contrario, representa una manera saludable de vivir. Es un sentimiento de entusiasmo, de arrebatamiento, que nos moviliza por entero en dirección a aquello con que nos identificamos.
Felicidad, entusiasmo, éxtasis, son los sentimientos más presentes en aquellas personas que establecen vínculos profundos en la vida, con cualquier cosa que sea.
Cuando estos sentimientos predominan, ello es porque las ligaduras que establecen con todo, a su alrededor, suceden al nivel del alma.
Las elecciones hechas por el ego generalmente están relacionadas con las pasiones desmedidas, que traen sufrimiento y desesperación. Las que se hacen en sintonía con el Self, la parte de nosotros en que reside la sabiduría divina, traen realización y un sentido profundo de armonía con el Universo.
LA ACTIVIDAD DE LA PRESENCIA YO SOY Extraído del Libro de Oro de Saint Germain, este texto, cuya autoría se debe al propio Maestro, habla de la constante actividad de Dios en nuestra vida y cómo se debe usar la afirmación de Yo Soy para manifestar perfección.
La vida, en todas sus actividades, donde quiera que se manifieste, representa a Dios en Acción. Debido al desconocimiento de cómo aplicar el pensamiento-sentimiento, los humanos interrumpen el paso de la Esencia de Vida. Si así no fuese, la vida expresaría su perfección, con toda naturalidad, en todos sus momentos.
La tendencia natural de la vida es la convivencia con el Amor, la Paz, la Belleza, la Armonía y la Opulencia. A la propia vida le es indiferente si os servís o no de estos beneficios. Ellos continúan surgiendo, más y más, para manifestar su perfección, siempre con el impulso vivificador que les es inherente.
Yo Soy es la actividad de la vida. ¡Es increíble que los estudiantes más sinceros no siempre lleguen a captar el verdadero significado de estas dos palabras!
Cuando decís Yo Soy, sintiendo profundamente, contactáis con la Fuente de la Vida Eterna para que ella transcurra, sin obstáculos, a lo largo de su curso. Así, abrís ampliamente la puerta a su flujo natural.
…Tened cuidado de no fijar la atención en aquellas cosas de las que queréis libraros. No debéis recordar aquello que no salió bien. ¿No es maravilloso que, después de los siglos en que habéis estado construyendo limitaciones, podáis, en poco tiempo, extirparlas, conquistando la libertad a través de vuestro propio esfuerzo?
La forma más rápida de conseguir esa conquista es servirse del humor. La sensación ligera que da la alegría permite maravillosas manifestaciones. Si os empeñáis en invocar la Ley del Perdón, podéis consumir todas las malas creaciones del pasado con la Llama Violeta Transmutadora y seréis libres.
Debéis tener conciencia de que la Llama Violeta es la Activa Presencia de Dios obrando.
Cuando sentís deseos de hacer algo constructivo, esforzaos, con toda la fuerza interior, para conseguirlo. Aunque no presenciéis la manifestación inmediata, no os preocupéis, pues los frutos vendrán inevitablemente.
Sabed que es posible hacer tan consciente la Presencia de Dios que, en cualquier momento, podréis ver y sentir Su Radiación derramándose plenamente en vosotros.
Para todo lo que no quiere, el estudiante demuestra su confianza en el mundo exterior.
Por eso, para que se concretice aquello que desea, debe confiar en la materialización de lo que ya ha sido elaborado en el plano espiritual. Debe siempre creer en sí mismo colocando en práctica estas enseñanzas, intensificando esta actividad. – Maestro Ascensionado Saint Germain - El Libro de Oro de Saint Germain está disponible para download en el site link