No obstante estar muy difundido, el concepto acerca del poder que tiene la mente, de crear una nueva realidad en nuestras vidas, es todavía una verdad que muy pocas personas aceptan.
Paradójicamente, aquellos que dudan de que su mente tenga algún poder, generalmente viven bajo el dominio de ideas negativas concebidas por la mente.
Al considerar que no son capaces de transformar la propia vida, y que no conseguirán libertarse de la falta de confianza en si mismos, están simplemente dando poder a creencias arraigadas en sus mentes.
La mente es, de hecho, muy poderosa y posee una gran fuerza creativa. Jamás descansa, está permanentemente transmitiéndonos mensajes acerca de nosotros mismos y de los eventos que forman parte de nuestra vida.
Si analizamos la frase: “la fe mueve montañas”, podemos percibir que reafirma el hecho de que, aquello en que creemos, o sea, las creencias que habitan en nuestra mente, tienen un poder enorme de transformar la realidad.
Esto aumenta enormemente nuestra responsabilidad, visto que podemos atraer tanto lo positivo como lo negativo, para nosotros y para quienes nos rodean, a través de nuestros pensamientos. Todo pensamiento produce algún tipo de manifestación, en algún nivel.
Por tanto, debemos analizar con buen criterio a qué especie de pensamiento o de creencia estamos concediendo poder. Si nuestra vida está dominada por el miedo, la inseguridad o la falta de confianza en nosotros mismos, ello se debe a que hemos permitido que estos pensamientos dominen nuestra mente. Ahora bien, si los pensamientos negativos tienen el poder de determinar nuestra realidad, podemos deducir que los pensamientos positivos pueden, del mismo modo, operar una transformación en nuestra vida.
Algo que parece tan sencillo, no lo ven tan claro muchas personas, cuando hablamos acerca del poder que posee la mente para manifestar una nueva realidad.
Esto se puede demostrar fácilmente, basta que, todos los días, intentemos invertir la polaridad de nuestra mente hacia lo positivo, la fe, la confianza y la certeza de que merecemos lo mejor de la vida. Todos, sin excepción, podemos realizar tal milagro, si así lo deseamos.
Sé feliz
La personalidad irreal está siempre en contra de disfrutar de alguna cosa. Ella está siempre en contra de ti: tú no debes disfrutar. Ella siempre está por el sacrificio de las cosas, por el sacrificio tuyo en favor de los otros. Parece bello, porque has sido educado en esto: ‘Sacrifícate por los demás’ – esto es altruismo. Si estás intentando disfrutar de ti mismo, eso es egoísmo. Y en el momento en que alguien dice que “esto es egoísmo”, ello se convierte en un pecado.
Pero yo te digo, el tantra es un punto de vista básicamente diferente. El tantra dice que, a menos que tú puedas disfrutar de ti mismo, no podrás ayudar a nadie a disfrutar. A menos que tú estés realmente contento contigo mismo, no podrás servir a los demás; tú no puedes ayudar a otros en dirección al contentamiento. A menos que tú estés desbordante de tu propia bienaventuranza, eres un peligro para la sociedad, porque una persona que se sacrifica siempre se convierte en un sádico.
…Disfruta de ti mismo; cólmate de bienaventuranza. Y cuando estés desbordante de tu propia bienaventuranza, esa bienaventuranza llegará a los demás también. Pero esto no será un sacrificio. Nadie está debiéndote a ti nada; nadie tiene por qué agradecerte. Al contrario, te sentirás grato a los demás por estar participando de tu bienaventuranza. Palabras como ‘sacrificio’, ‘deber’, ‘servicio’, son feas; son violentas.
El trantra dice que a menos que tú estés colmado con luz, ¿cómo podrías ayudar a los demás a ser iluminados? Sé egoísta; solamente entonces podrás ser altruista. De lo contrario, todo el concepto de altruismo es absurdo. Sé feliz; solamente entonces podrás ayudar a otros a ser felices. Si te encuentras triste, infeliz, amargado, tenderás a ser violento con los otros y les crearás miseria…
Y ¿qué hay de malo en disfrutar de ti mismo? ¿Qué hay de malo en estar feliz? Si existe algo malo, se encuentra en tu infelicidad, porque una persona infeliz crea ondulaciones de infelicidad por todo su alrededor. ¡Sé feliz!
…A decir verdad, todas las morales están contra la felicidad. Alguien está feliz y tú sientes que algo está equivocado. Cuando alguien está triste, todo está bien. Vivimos en una sociedad neurótica en la cual todo el mundo está triste. Cuando tú estás triste, todo el mundo está feliz, porque todo el mundo puede compadecerse de ti. Cuando tú estás feliz, todo el mundo queda perturbado. ¿Qué hacer contigo? Cuando alguien se compadece de ti, mira la cara de la persona. La cara reluce; un brillo sutil llega hasta la cara. Ella está feliz por compadecerse. Si tú estás feliz, entonces no existe posibilidad para eso. Tu felicidad crea tristeza en los otros; tu infelicidad crea felicidad. ¡Esto es neurosis! El propio fundamento parece estar loco.
El tantra dice: sé real, sé auténtico contigo mismo. Tu felicidad no es mala, es buena. ¡Ella no es pecado! Solamente la tristeza es pecado, solamente ser miserable es pecado. Ser feliz es virtud porque una persona feliz no creará infelicidad a los otros. Solamente una persona feliz puede ser campo para la felicidad de los otros.”
Osho, El Libro de los Secretos