La interferencia de los Espíritus en la vida humana está estrechamente ligada a la sintonía. Esta es la ley que gobierna las relaciones, siempre naturalmente acompañada por la ley de la misericordia y de la justicia.
Ante esto, podemos considerar que es difícil realizar un proceso para desligar a alguien de un contacto. Es necesario, antes que ninguna otra cosa, que realmente lo quiera la criatura sometida, o entonces, que la acción esté causando una coerción e incluso un sufrimiento. En ese caso se puede desencadenar una intercesión (misericordia) por acción propia de la ley o por la apelación de terceros, o de la propia persona.
Hay situaciones en que esta sintonía crea en la vida de la criatura un obstáculo/sufrimiento, pero este proceso resultará en un aprendizaje necesario, y así prevalece la ley de justicia.
Recordemos que el dolor nunca es necesario, pero en nuestra etapa existencial es todavía un camino. Día vendrá en que no habrá más dolor aquí en la Tierra, sea por acción de la propia ciencia, que camina a pasos largos para realizar ese evento, o por parte de la propia humanidad, que poco a poco va tomando conciencia de que Dios ha creado al ser humano para ser feliz, permitiéndole habitar una máquina extraordinaria (el cuerpo físico), que, bien cuidada y utilizada, no se desorganiza ni falla.
A propósito de interferencias, voy a contar una experiencia que he vivido, hace poco tiempo. Allan, mi nieto de siete años, empezó a sentir miedo de dormir con sus hermanos, Ícaro y Lucas. Decía estar oyendo llorar y hablar a una criatura. Días más tarde, los otros confirmaban oír también llorar a la tal criatura. Pedí autorización a mi hija y fui hasta su casa, al cuarto de los niños. Les expliqué que las personas, después de que se mueren, se quedan con Jesús, en otro lugar, al que denominamos mundo espiritual. Y que aquella criatura no quería quedarse allá con Jesús, porque le gustaba mucho Allan y sus juguetes y también su casa. Ellos lo entendieron. Les he dicho que esa criatura era del Bien. Entonces les pregunté si ellos me ayudarían a conversar con la criatura, para que ella volviese a Jesús. Los tres estuvieron enseguida de acuerdo. Hice una oración con ellos y después he ido diciendo, y ellos repitiendo, palabras de cariño, informando a la criatura de que aquella no era su casa, que en otro lugar había una casa, con los juguetes que eran suyos. Hicimos después una oración de agradecimiento a Jesús por habernos permitido ayudar a aquella criatura y terminé el proceso. Ellos nunca más han oído ni visto a la criatura.
Rubens Meira, orador espírita residente en Cuiabá recibió, todavía joven, el libro “El Génesis”, de Allan Kardec, como regalo. Lo guardó, pues en aquella época era ateo y no quería envolverse con cuestiones religiosas. Se formó como contable, pero en la práctica no conseguía cerrar un balance. Consiguió un trabajo en una empresa y estuvo hasta altas horas de la noche, sin conseguir éxito. Cansado de tanto trabajar, dormitó. Entonces apareció ante él un hombre. Volvió en sí, asustado, se levantó de la silla y sacó la pistola para matar al intruso. El hombre le dijo: esta arma no me mata. Siéntate ahí que vamos a terminar ese trabajo. Él se sentó y ya no vio nada más. Despertó al día siguiente y se acordó del episodio. Miró el montón de papeles sobre la mesa y, espantado, vio que el balance estaba terminado, con su propia letra. Se levantó y se fue directamente a la estantería, tomó el libro de Kardec y lo leyó entero, sin parar. Desde aquel día se ha convertido, tornándose adepto del Espiritismo.
He realizado, con él, trabajos interesantes de pesquisas con la máquina Kirlian, aquí en Sao Paulo. Él y yo hemos visitado varios Centros Espíritas de la ciudad, realizando experiencias. Él daba la palestra y después hacíamos fotos de los pacientes y de los pasistas antes y después del pase, constatando la interferencia energética que las personas reciben en su cuerpo y la recuperación, inmediata, tras la acción de los médiums pasistas. Hemos aprendido que una persona o Espíritu puede irradiar su energía envolviendo a otra criatura. Y observábamos, por otro lado, que en algunos casos, la irradiación energética no alcanzaba o no permanecía en la persona. La experiencia ha demostrado que tanto irradiar como recibir energía es una elección que la criatura realiza, interiormente.
Estas experiencias demuestran y confirman, ‘ipsis litteris’, aquello que el Espiritismo informa acerca de la interferencia causada por cualquier irradiación mental, sea de Espíritus o de criaturas humanas.
Wilson Francisco é Terapeuta Holístico, escritor e médium espírita. Desenvolve o Projeto Mutação, um processo em que faz a leitura da alma da criatura e investigação do seu Universo, para facilitar projetos, sonhos e decisões, descobrindo bloqueios, deformidades e medos que são reprogramados energeticamente.
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