A finales de 2005 recibí un e-mail de una amiga, E.C., con quien no había tenido contacto desde hacía más de veinte años, en el cual decía que “he llegado sin querer a tu artículo: ‘La Fuerza mágica que acelera el crecimiento espiritual’, en el Site Somos Todos Um, al pesquisar acerca de Psicoterapia Autógena, a instancia de un profesor de aquí de la FGV, que tiene un hijo enfermo. Me gustaría obtener informaciones sobre el trabajo en el instituto y el tipo de asistencia que realizas con enfermos.”
Tras leer ese e-mail, desconecté el computador y me fui al salón. Sentí un fuerte olor a azufre y una sensación extraña. Soy sensitivo/médium, pero mi percepción es un tanto frágil, pues soy totalmente consciente. Aunque crea bastante en la espiritualidad, en todos los procesos me planteo muchas cuestiones, además de que me gusta mucho investigar respecto de la espiritualidad.
En aquel momento, me vino también un deseo enorme de leer un libro; me fui a la estantería y tomé, así como que por “acaso” el libro “Del Otro Lado del Espejo”, dictado por el Dr. Inácio Ferreira, al médium Carlos Bacceli. Lo abrí y leí un capítulo. Y mientras leía, vino la siguiente intuición: Ese caso que E.C. va más tarde a contar tiene algo que ver con todo esto. Escribí todo cuanto me vino a la cabeza en un papel y lo pasé al computador. El texto/diagnóstico es este:
-Este niño ha sido raptado por un elemental en profundo proceso de dominio, atrayéndolo hacia los subterráneos de la Tierra (de ahí el miedo y las crisis convulsivas);
-Tendencia de infiltración tóxica, que envuelve el cerebro en dolencia contaminativa;
-Asistencia energética indicada: baño en agua fluidificada, con ruda y rosas blancas;
-Grupo de personas en profunda vibración de afectividad para irradiar energías en favor de la criatura;
-E.C. debe conversar con el niño, (dirigir la conversación hacia el Tercer Ojo, atrayendo la atención del Espíritu que habita aquel cuerpo infantil), sobre la belleza de la vida y sobre el perdón;
-Pedir apoyo a un grupo especializado disponible, en un Centro Espírita, que tenga apertura y competencia para atraer a seres no-humanos que están en la atmósfera del enfermo, con objeto de realizar el perdón, consciencia y desligamiento, si permitido;
Después de escribir todo esto, he salido con mi mujer para visitar a unos parientes. Regresé a las dos de la mañana y sentí deseos de informar a E.C. sobre esta percepción mía. Cuando abrí la bandeja de entrada de e-mails encontré un nuevo recado suyo, ahora más completo. Obsérvese lo que dice:
“Volviendo al asunto, Wilson, yo trabajo todavía en la Fundación Getúlio Vargas y converso mucho con algunos amigos sobre fuerzas de la naturaleza. Uno de ellos tiene un hijo enfermo y ha oído hablar de Psicoterapia Autógena, no sé exactamente si del Instituto al que atiendes. El niño ha tenido meningitis aguda y sufre un comprometimiento mental muy serio. Aunque su situación mental sea irrecuperable, el crío es muy nervioso, grita mucho, y en honor a la verdad, parece un animalito.
Este amigo mío necesita de algún tratamiento que fortalezca su alma para poder continuar cuidando de esta criatura… Me gustaría saber si tú conoces algún tratamiento para este tipo de casos, en el Instituto”.
Esta palabra – un animalito – ha sido el código identificador para que yo comprendiese que estaba acertado en mi percepción de que el referido niño enfermo estaba en un proceso de encarcelamiento mental que lo transfiguraba, asemejándose a un animal.
Inmediatamente, respondí al e-mail informando de todo cuanto he anotado más arriba y mi amiga E.C. se quedó feliz con esta conexión. Como se puede observar, todo se ha ido desencadenando, como en un verdadero proceso, en el cual cada persona y hechos se iban interrelacionando y dando secuencia para que hubiese revelación, captación, entendimiento y recepción.
Os narro todo esto para que tengáis una idea de cómo el Universo opera en nuestra vida. Dios está en nosotros y cada criatura está en Dios. La comprensión de ese consorcio es fundamental para que podamos vivir con más seguridad y calidad.
Pero vamos aprovechar el espacio para hacer una reflexión más amplia acerca de este proceso de “dominio espiritual”, que ha sido realizado por seres extra-físicos, envolviendo a un crío. Es común que contemplemos a un niño como un ser indefenso, totalmente impune. Está bien recordar que esta criaturita es un ser divino que ya ha peregrinado por otras existencias, tanto en la dimensión espiritual como en la física. El cuerpo se va a desarrollar y el Espíritu podrá, con el tiempo, manifestarse integralmente, desarrollando proyectos, sueños y talentos.
De ese modo, podemos entender que el secuestro realizado por elementales, culminando con el aprisionamiento del niño en regiones subterráneas de la Tierra, debe haber sido planeado y practicado en función de acontecimientos vivenciados en vidas pasadas o en el tiempo que precedió a su “entrada” en el mundo terreno. Esta acción violenta ha originado el proceso de convulsión y miedo e incluso la transfiguración del niño, que, sometido por los verdugos, se presentaba como si fuese un animalito.
La enfermedad mental contaminativa a que me he referido, puede ser causada por la ingerencia mental practicada por estos seres primitivos, que envuelven a la criatura inyectando en su cerebro “virus energéticos” que causan disturbios graves.
En casos de este tipo, lo recomendable es buscar un grupo especializado en actividades de desobsesión, para que pueda atraer a estos seres y realizar negociaciones y diálogos esclarecedores, conducentes a obtener el perdón por parte de los vengadores. Y es importante que se lleve a cabo el otro proceso, que indiqué a E.C., en el cual el agente del Bien podrá procurar conversar con el paciente no como una criatura indefensa o víctima.
La conversación debe hacerse encaminando la energía hacia los chakras del tercer ojo y coronario, hablando con el Espíritu que está habitando aquel cuerpo infantil y motivándolo para el perdón y a la alegría de vivir.
En cualquier proceso que se realice es fundamental rescatar en el paciente la alegría de vivir y el perdón, porque restaurados estos valores esenciales, la criatura tendrá fuerza suficiente para reintegrarse a la vida, dando margen a que los Apoyos Espirituales puedan prestarle el soporte que necesita para librarse de las ataduras y, liberta, realizar una nueva andadura.Como se ve, a pesar de que el mal predomina bastante en la Tierra, es interesante que seamos conscientes de que el Bien es más fuerte y es un talento que todos poseemos. A partir del momento en que utilizamos esa fuerza divina que está en nosotros, nada ni nadie conseguirá detener el amor, el perdón, la tolerancia y la misericordia. Y con estos talentos en acción, todo Mal se disipa, para permitir la cura y el renacimiento de la criatura desde los escombros del dolor.
Permanezcamos seguros de esto y realicemos el Bien, siempre, allá donde nos encontremos. Este es el mejor camino para que podamos desencadenar una ola de limpieza y descontaminación de la atmósfera terrestre, que nos permita poder vivir en paz y armonía.
Wilson Francisco é Terapeuta Holístico, escritor e médium espírita. Desenvolve o Projeto Mutação, um processo em que faz a leitura da alma da criatura e investigação do seu Universo, para facilitar projetos, sonhos e decisões, descobrindo bloqueios, deformidades e medos que são reprogramados energeticamente.
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Publicado dia 6/23/2006 3:09:09 PM em STUM WORLD
