Muchas personas me cuentan historias de situaciones en las cuales se colocan en posición de víctimas indefensas de las circunstancias, de donde sólo podrán salir si llega una acción externa. No consiguen encontrar nada que puedan hacer para abandonar aquella situación de sufrimiento.
Considero que nosotros… “siempre” podemos hacer algo para salir de ese círculo vicioso en que nos colocamos cuando permanecemos repitiendo indefinidamente las mismas situaciones.
Muchas veces el sufrimiento llega porque no actuamos, no por que otro haya hecho algo o haya dejado de hacerlo.
No siempre nuestro sufrimiento, como erróneamente pensamos, proviene de la acción o no acción de otro. La causa del dolor puede deberse mucho más a lo que no estamos haciendo…
Existen momentos en nuestra vida en que la “espera” es la acción más correcta… pero existen otros en que esa misma espera nos hace sufrir, porque nos coloca a merced del otro como única forma de salvación.
Frecuentemente no conseguimos siquiera vislumbrar dónde podemos actuar para transformar y liberar situaciones de sufrimiento o de conflicto, porque parece que no existe ninguna salida que dependa de nosotros.
Siempre hay algo que podamos hacer… y en esto está toda la diferencia.
No encontramos salida para muchas de las situaciones que nos entristecen, porque las miramos muy de cerca…
Tan de cerca que nos vamos enmarañando cada vez más en los problemas… hasta que, de tan enmarañados… acabamos por prendernos en la tela de eternas víctimas indefensas de la vida…
Cuando atribuimos al otro y sólo al otro el poder de libertarnos.
Nadie fuera de uno mismo puede hacer por nosotros el movimiento que el Universo nos pide cuando nos coloca en situaciones de aprendizaje. Los demás pueden facilitar, pero existe algo que sólo nosotros mismos podemos hacer. Ese algo puede ser una nueva comprensión y una nueva postura interna ante la situación, que aparece cuando… finalmente nos distanciamos un poco y lo miramos todo desde un punto diferente, avistando nuevas salidas.
Cuando ampliamos nuestro campo de visión también se amplían las posibilidades, y soluciones muy sencillas pueden aparecer para problemas aparentemente “complicadísimos”.
¿A quién nunca le ha pasado irse a dormir con un problema mayúsculo y despertarse con una salida totalmente inesperada que demostraba que ese problema, al fin y al cabo, no era así tan grande?
El sueño ha producido ese distanciamiento… hemos entrado en otro estado de consciencia y nuestra Alma nos ha ‘soplado’ al oído la solución…
Cuando te encuentres en una situación sin salida, en la que piensas que no puedes hacer nada más… y que la solución está “en manos” de otro… retírate un poco de la escena.
Toma distancia y corre hacia adentro… ese es el único lugar en el que encontrarás la solución al escuchar la voz del Alma… a veces es todo cuanto necesitas para darte cuenta de que siempre puedes hacer algo para modificar tu destino…
Mira hacia adentro y examina el mundo a partir de ahí… encántate al percibir que siempre puedes hacer alguna cosa… porque existen millones de posibilidades donde tú no veías ninguna salida…
Publicado dia 7/10/2006 11:46:56 AM em STUM WORLD
