Os habéis dado cuenta como algunas veces estamos tan serios y tomándonos tan en serio que acabamos embarcando en una jornada sin salida... porque ni siquiera damos oportunidad a la alegría y a la levedad que siempre despejan el tiempo más nublado.
Cuando estamos así... tomándonos muy en serio, y cuando eso influye en todo lo que está en nuestra vida en el presente... trabajo, relaciones... puede ser que el Gran Misterio nos prepare una sorpresa que en principio puede no agradarnos mucho, pero que seguramente tendrá un efecto liberador.
Puede ser que nos veamos colocados en una situación donde no nos reste otra alternativa más que reírnos de nosotros mismos...
Muchas veces esa seriedad excesiva es una forma de sabotaje muy sofisticada, que sirve de disculpa para nuestro no crecimiento.
Al fin, ¿por qué las cosas no están saliendo bien si yo me lo tomo todo tan en serio?
Lo que parece ser la solución podría exactamente ocultar el problema... si se toma tan en serio. Seriedad no es sinónimo de responsabilidad y siempre podemos hacerlo todo con levedad y alegría cuando tenemos la conciencia y la motivación correctas...
Cargar con el peso que viene de una seriedad excesiva sólo hace que nuestro caminar sea más lento...
Aprendemos a creer que para ser respetados o reconocidos tenemos que añadir cada vez más cosas a nuestro "currículum"... Esto es bueno si es lo que el Alma pide... lo que ocurre es que todas esas cosas muchas veces vienen con rótulos, que pueden ser una armadilla para el ego... haciéndonos sentir muy importantes... y para mantener esa supuesta importancia podemos de repente asustarnos al darnos cuenta de que nos estamos tomando muy en serio...
Del cúmulo de las muchas cosas que "somos", viene un trabajo enorme para mantener todo aquello... pero en la realidad no somos nada de eso... Nuestro verdadero Ser es de una sencillez que no requiere ninguno de esos añadidos...
Cualquiera, sin darse cuenta, de repente puede caer en la armadilla de la seriedad, sin que siquiera lo note... y cuando eso sucede, el Universo puede colocarnos en situaciones donde la única salida es reír mucho... y esto tiene el poder de descortinar nuevos horizontes de una manera casi milagrosa...
¿Quién no ha experimentado los efectos que tiene una sonora carcajada, de romper incluso las tensiones más resistentes?
Hay momentos en que una carcajada es el único remedio capaz de dar una sacudida, rompiendo todo lo que es innecesario y que impide a nuestra naturaleza fluir más libremente... y si el motivo de la risa somos nosotros mismos, entonces... no hay ego que resista...
A fin de cuentas nosotros no estamos aquí de paseo, pero... tampoco hay que tomar todo tan en serio hasta el punto de no divertirnos con la vida.
Publicado dia 8/20/2006 4:33:18 PM em STUM WORLD
