Presiento la libertad rondando mi destino siempre que me acuerdo de ese trozo del libro “O presente da Águia” (El regalo del Águila) de Carlos Castaneda…
“Ya me he dado al poder que rige mi destino. Y no me ato a nada para no tener nada que defender. No tengo pensamientos, por eso veré. No recelo nada, por ese me acordaré de mi mismo. Desprendido y a gusto, pasaré como una exhalación por el águila para tornarme libre”.
Todo ha salido bien… colgué el teléfono después de decir a una amiga que todo había salido bien… Al fin, la noche anterior ella había quedado preocupada por mi llamada…
Todo puede ser tantas cosas… pero en este caso específico me refería a algo no muy palpable… algo que me va en el Alma… ligado a la libertad…
Por lo menudo y dentro de lo posible, ocurre que en estos dos últimos días he tenido acceso a alguna cosa muy en lo profundo… dentro de mí, que pedía por liberación. Es curioso que cuando nuestra Alma siente que estamos preparados para tener acceso y liberar alguna otra cosa que nos limita… eso sucede de las más inesperadas maneras. Esta vez, en la noche anterior yo me sentí un poco sin esperanzas… me puse triste, sintiéndome sin salida.
No es que nada haya cambiado exteriormente y podría ser hasta para extrañarse… porque he estado feliz estos días, con las cosas en aparente orden…
Pero me he visto así… de repente, y sin tener como negar aquel sentimiento. Sé que podría intentar escapar por la tangente sobreponiendo al sentimiento cosas buenas que tengo para agradecer… pero sé que eso de ocultar el sentimiento bajo la alfombra no es cosa buena para quien busca conocerse… a fin de cuentas, si ha venido a la superficie es porque estaba allá en algún punto del inconsciente y mi Alma consideró que era buena cosa traerlo a la luz…
Decidí encararlo de frente…
Como esas cosas no son muy buenas de sentir, intentamos negarlas o huir colocando cosas buenas en su lugar, pero… hay cosas que hablan de patrones antiguos que interfieren en nuestra conducta y que… cuando liberados, abren preciosos espacios de consciencia…
En resumen… me he dormido aceptando aquel sentimiento y haciendo una entrega profunda de mis caminos al Gran Misterio…
En la mañana siguiente ni me acordaba del sentimiento cuando éste ha llegado de forma avasalladora… incluso con síntomas físicos de falta de aire, opresión en el pecho y la garganta apretada…
Me acosté y me entregué a lo que estaba sintiendo, iniciando en seguida una jornada hacia dentro… incluso sin el tambor…
Me he visto encontrando a una mujer presa en una pequeña estancia y a un tipo de trabajo que era totalmente controlado… Ella era alguien que tenía un Don muy especial, pero que no podía ejercerlo de forma natural porque aquel Don estaba siendo controlado… hacía aquel trabajo sin poder tener en cuenta lo que su Alma pedía y sí teniendo que obedecer órdenes… sin poder respetar el tiempo de la creación…
De vez en cuando ella miraba a través de una pequeña abertura redonda, como un agujero en la pared… el Gran Misterio… desde aquella pequeña rendija podía ver el infinito lleno de estrellas y era aquello lo que arrullaba su Alma…
Fue así como la encontré… o me encontré… aún presa a alguna memoria antigua.
Mirando bien aquella pequeña habitación, he percibido que todo alrededor era de una materia muy tenue y casi sin existencia, así como la película que envuelve al huevo entre la cáscara y la clara… con la mano he ido retirando todo y sólo permaneció la silla en que estaba sentada la mujer…
La silla y la memoria de aquella prisión…
Aun viendo que no existía nada más que la sujetase allí, ella se resistía a acompañarme hacia la libertad…
Fue cuando he visto, debajo de la silla, un hilo casi transparente que conducía más allá…
Ahora ya me veía juntamente con la mujer siguiendo por ese hilo a través de un túnel oscuro… íbamos a gran velocidad, dislocándonos en el espacio deslizándonos con las manos sobre ese hilo conductor…
Muchos paisajes pasaron… apenas presentidos, porque estaba bastante oscuro…
Hasta que he sentido que nos sumergíamos en espiral hacia la Tierra… la sensación era de una inmersión en la Tierra… hemos caído en un lugar oscuro, como en una caverna y el hilo se ha caído indicando que era allí nuestro destino…
Con el silencio ocupando nuestra Alma hemos sentido una presencia muy acogedora…
Una mujer… anciana… mujer de raíces… chamana… soñadora… ancestral…
No existen palabras para describir a aquella que comenzó a revelarse con la Luz que entraba…
Ella tenía la fuerza de todas las montañas y la suavidad de todas las brisas…
Miré para la mujer que me acompañaba para compartir con ella aquel encantamiento y observé que ella era sólo luz y al abrazarme se ha fundido en mí…
Me encaminé para el contacto con aquella que me parecía la Gran Madre y esto me arrulló de esperanza…
Lo que pertenece al silencio, no existen palabras capaces de describirlo…
La aceptación se fue instalando y he experimentado una libertad tan grande que se hace difícil explicar… cosas vividas por mí han ido regresando y yo me veía reviviéndolas de otra forma… sin enjuiciamiento… despojada de todo…
Al día siguiente de aquel encuentro, percibo como tengo… o tenía, un miedo enorme de trabajar donde no pudiese ejercer mis Dones, y como… en un punto del camino, mi cuerpo se ha negado terminantemente a hacer el trabajo que hacía y no he tenido otra opción a no ser buscar mis Dones…
Entiendo también que la memoria de esa experiencia me impedía vivir algunas cosas debido al miedo de sentirme atada…
Al evitar tanto lo que pensamos que nos ha de retener… no percibimos siquiera que ese evitar también puede ser una prisión…
Tengo sed de libertad y no percibía siquiera, algunas veces, cómo esa libertad también puede atarnos… Salimos de un extremo y corremos el riesgo de prendernos en el otro…
Y la libertad suele rondar el camino de en medio…
Publicado dia 9/4/2006 2:53:49 PM em STUM WORLD
