Muchas personas aún sienten gran dificultad en entender qué significa abandonar la actitud de lucha, entregarse, dejar que las cosas sucedan, fluir con la vida sin forzar los acontecimientos.
Para ellas, cuando un Maestro propone esta nueva actitud, está sugiriendo que abandonemos nuestras tareas cotidianas como el trabajo, el estudio o la convivencia con amigos y familiares.
Sin embargo, no se trata de eso. Es más, el mayor desafío que un buscador de la Verdad necesita enfrentar en los días que corren, es conseguir manifestar su esencia, su verdadero ser, en medio de la locura del mundo.
Sin la meditación esta tarea se hace imposible, pues solamente reservando un tiempo para ir al encuentro de nuestra luz podemos fortalecernos y encontrar la fuente de la sabiduría de que necesitamos para guiarnos en cada momento de nuestras vidas.
La actitud de entregarse a la existencia con confianza absoluta en aquello que ella reserva para nosotros, es la única manera de atraer exactamente las experiencias de que necesitamos para alcanzar el crecimiento interior que nos proponemos en la presente encarnación.
Por ello es importante que valoricemos esta oportunidad que ahora vivenciamos y nos empeñemos para vencer los desafíos que la vida nos presenta. Sin ellos, la jornada sería más fácil, sin duda, pero totalmente vacía de sentido.
“Continúa siendo una persona de negocios, pero olvídate de eso por algunas horas. No quiero que huyas de tu vida cotidiana. Estoy aquí para hablarte acerca de los caminos, las formas, la alquimia que te permitan transformar lo ordinario en extraordinario.
Sé una persona de negocios en la oficina, no en casa. Y, de cuando en cuando, olvídate por algunas horas incluso de la casa, de la familia, del cónyuge, de los críos. Permanece a solas contigo mismo. Sumérgete cada vez más profundo en tu ser. Diviértete contigo mismo, ámate a ti mismo.
Entonces, poco a poco, percibirás que una gran alegría está creciendo, sin ninguna causa externa. Esto es tu propio ser, tu propio florecer. Esto es meditación.
…Verás crecer esa gran alegría en tu ser sin ningún motivo. Comparte esa alegría, espárcela entre los que están a tu alrededor.
…Una vez que te hayas convertido en un meditador, ¡sannyas no está muy lejos! Mi sannyas en particular, no es nada más allá de vivir en el mundo común, pero vivir de tal manera que no me sienta poseído por él. Permanecer trascendental, permanecer en el mundo, pero un poco por encima de él. Esto es sannyas.
No es sannyas a la moda antigua, en la cual tenías que huir de tu familia, de tus hijos y tus negocios, irte al Himalaya. Esto nunca ha funcionado bien. Muchos se han ido a vivir a las montañas, pero se han llevado consigo sus mentes estúpidas.
…Puedes dejar el mundo, pero no puedes dejar tu mente aquí. La mente irá contigo, ella está dentro de ti. Y donde quiera que estés, esa misma mente creará el mismo tipo de mundo a tu alrededor.
…El contentamiento es el objetivo de la vida, y la meditación es el medio para alcanzarlo. Sin la meditación nadie nunca sabría verdaderamente qué es el contentamiento.
No es placer. El placer es fisiológico, químico. No posee profundidad y es muy momentáneo… No puede ser más profundo que eso, pues la fisiología no es profunda.
Contentamiento no es siquiera alegría. Lo que denominamos alegría es psicológico. Siempre que encuentras un momento de exaltación y entusiasmo, tu ego queda saciado y te sientes alegre. Cuando obtienes una victoria, sales elegido o ganas en alguna competición, te sientes alegre, pues has derrotado a los adversarios, has obtenido éxito, fama, dinero, gloria. Pero pronto te cansarás de todo eso.
…Siempre que tu ego se encuentre colmado, te sentirás feliz. Pero el contentamiento es otro fenómeno, completamente diferente. No puede ser placer, pues no es fisiológico. No puede ser alegría, pues no hay saciedad del ego. Por el contrario, es la disolución del ego, es la disolución de tu identidad.
Meditación es eso: la junción, la disolución en el todo, olvidando completamente que eres algo separado, recordando apenas tu unidad con el todo.
…Somos uno solo con el todo aunque pensemos que estamos separados de él. Somos inseparables. No podemos separarnos simplemente porque pensamos que estamos separados. Basta recordar. Basta dejar atrás esa falsa noción de que somos separados.
…Por tanto, es preciso aprender a asimilar el espíritu de la meditación. No importa cuanto tiempo llevará, cuál será el precio, es preciso estar preparado. Una vez estés preparado, no será difícil. Es ese estado de espíritu que te hace merecedor de ese enorme contentamiento, y las cosas pasan a ser bien sencillas entonces.”
Osho – del libro Aprendiendo a silenciar la mente.