Se aproxima la fecha de la Navidad y como siempre, como todos los años que se siguen, gradualmente te vas poniendo más y más melancólico, triste.
Ves las imágenes simbolizando la Navidad como si fuesen una película en la que de algún modo tendrás que participar, sin embargo te das cuenta de que desgraciadamente no te encuentras apto para entrar en ella con el corazón abierto, feliz. ¿Por qué será?
¿Por qué será que esa alegría que contagia a tantos con la llegada de la Navidad, a ti al revés, te deja más y más ensimismado, confuso? Siendo que muchas veces terminas invadido por un sentimiento de nostalgia indescifrable, por una angustia sin nombre, sin límites para el grado de tristeza que te asola...
Caminas por las calles, observas a las personas comprando regalos, las calles iluminadas por el clima de la Navidad y te sientes totalmente ajeno a esta historia...
-Todo brilla, menos tú.
Todo lo que evoca la Navidad tan sólo sirve para deprimirte y lo peor es lo que tú ya sabes. Este sentimiento de angustia siempre se repite, año tras año... De repente, más atónito aún, en tu silencio interior, gritas una pregunta, con la esperanza de que este escenario se rompa, de forma mágica, quien sabe imaginando que algo nuevo pueda tomar la delantera. Y la pregunta se repite resonando desde las profundidades de tu psiquismo, de tu alma: - ¿Hasta cuándo esa sensación de tristeza me perseguirá siempre en Navidad? Y ¿por qué???
Parece que una de las cuestiones principales evocadas en Navidad sea la renovación. Sí, lo nuevo abriendo espacio dentro de cada uno, la esperanza.
....Y el día de Navidad se va acercando. Fatalmente, si no te encuentras con la familia, como mínimo te acordarás de ella. Situaciones de afectos reprimidos, indefinidos o con matices de desamor y rechazo se vuelven a presentar extradimensionalmente. Y por más que luches contra ello, serás invadido por innumerables recuerdos sobre los más diversos asuntos relacionados con tus situaciones familiares y de vida.
La Navidad por sí sola provoca esta confrontación. Te invita a entrar en contacto con todo este cúmulo y más que eso: te incita a hacer una renovación sin precedentes... Por el simple motivo de ser este el clima de la Navidad.
La Navidad avisa a todos de que el perdón debe estar presente en nuestras vidas y el día 25 esa es una de las cuestiones que aparecen como emergencia.
El clima de la Navidad te invade en la medida en que te invitas a ti mismo a perdonarte.
Finalmente, la Navidad representa una ducha de autoconsciencia en el alma de cada cual y ciertamente puede deprimir a muchos o incluso colocarnos frente a frente con cuestiones depresivas ya pendientes.
La Navidad nos obliga a repensar todo lo que atañe al amor genuino y a los intercambios afectivos reales. Clama por toda suerte de transformaciones de aquello que no está bien.
....Y allá en lo profundo, aunque no quieras contártelo a ti mismo, el clima de la Navidad siempre te ofrece la oportunidad de percibir con mayor claridad las áreas de tu vida en que te encuentras paralizado.
Entrando en contacto más lúcido, seguramente tendrás la oportunidad de conquistarte, comenzando por poner en movimiento el flujo de tu existencia con la intención clara de efectivamente hacerte mejor.
Atiende a que en tiempos de Navidad es más fácil entrar en contacto con lugares tuyos en los que ya existe la amargura y la depresión, puesto que la egrégora emergencial de renovación permanece durante este tiempo rondando el planeta y de este modo esas cuestiones se tornan, para muchos, literalmente avasalladoras.
Mi sugerencia, como un comienzo de renovación es - si estás dentro del enfoque delineado en este texto -, aprovecha y cataloga todas tus sensaciones, sentimientos, recuerdos y pensamientos que vengan y, si no consigues dar cuenta de organizar metas de renovación, comienza por escribir todo cuanto venga a tu mente, en una hoja en blanco, simultáneamente creando metas de transformación personal.
Colócate en un lugar de responsabilidad suprema en cuanto a tu propia vida, evitando el conocido victimismo. Sé responsable, en todos los sentidos que entiendas por el término responsabilidad, que es muy amplio, y actúa por ti mismo.
Aprovecha el clima de la Navidad, recibe con cariño todas las sensaciones que vengan y extrae provecho de todo ese capital, a fin de que deliberadamente puedas transformar tu vida para mejor...
Decide ahora. Tú puedes.
Silvia Malamud é colaboradora do Site desde 2000. Psicóloga Clínica, Terapias Breves, Terapeuta Certificada em EMDR pelo EMDR Institute/EUA e Terapeuta em Brainspotting - David Grand PhD/EUA.
Terapia de Abordagem direta a memórias do inconsciente.
Tel. (11) 99938.3142 - deixar recado.
Autora dos Livros: Sequestradores de almas - Guia de Sobrevivência e Projeto Secreto Universos