"Es mejor ser alegre que ser triste
La alegría es la mejor cosa que existe
Es igual que la luz en el corazón” –
(Samba da Benção – Vinicius de Moraes/Baden Powell)
La alegría, lo creamos o no, es algo plenamente accesible a cualquier ser humano. Claro que para muchas personas la vida presenta desafíos monumentales, que pueden comprometer seriamente su capacidad de ser felices.
Si durante la infancia, la alegría, la inocencia y la felicidad natural con que todos nacemos no se ve nutrida y estimulada, rápidamente serán sustituidas por el dolor y el sufrimiento y la infelicidad pasará a ser nuestra naturaleza, una falsa naturaleza, moldeada por el mundo exterior.
A lo largo de la vida, tenemos la tarea de redescubrir la felicidad que nos es intrínseca y que constituye nuestra verdadera y única naturaleza. Nuestro ser interior, aquel que no se deja herir, seducir ni destruir por las circunstancias exteriores, espera para ser re-descubierto, y traer de vuelta la alegría, la paz y la serenidad que tanto deseamos.
Si estamos dispuestos, cada día, a descubrir nuevos motivos para reírnos y sentirnos felices, a pesar de las dificultades y desafíos que siempre se presentan, ciertamente una nueva cara de la existencia se abrirá para nosotros, y algo que muchas veces parecía inalcanzable, se tornará tan sencillo y accesible como el acto de despertar.
RISA
Cuando una criatura nace, la primera actividad social que aprende, o tal vez no esté correcto decir aprende, porque ya la trae consigo, es sonreír. La primera actividad social. Sonriendo ella se torna parte de la sociedad. Parece muy natural, espontáneo. Otras cosas vendrán después; esa es su primera chispa de vida de estar en el mundo, cuando sonríe.
...Reír es la primera actividad social y debe permanecer siendo la actividad social básica. La persona debe continuar riendo durante toda su vida. Si puedes reír en todo tipo de situaciones, te tornarás capaz de enfrentarlas y ese encuentro te aportará madurez. No digo que no se llore. En verdad, si no puedes reír, tampoco podrás llorar. Van juntos; son parte de un solo fenómeno: de ser verdadero y auténtico.
Hay millones de personas cuyas lágrimas han secado; sus ojos han perdido el brillo, la profundidad; sus ojos han perdido el líquido, porque no tienen llanto, no pueden llorar, las lágrimas no pueden fluir naturalmente. Si la risa se ve frustrada, las lágrimas también se verán frustradas.
Sólo la persona que ríe bien puede llorar bien. Y si tú puedes llorar y reír bien, tú estás vivo. El hombre muerto no puede reír ni puede llorar. El hombre muerto puede ser serio. Observa: anda y mira para un cadáver; el hombre muerto puede ser serio de una manera más habilidosa de lo que puedas serlo tú. Sólo un hombre vivo puede reír y llorar y lamentar.
Esos son humores de tu ser interior, esos son climas enriquecedores.
Pero, poco a poco, todo el mundo olvida. Lo que era natural en un principio se torna artificial. Tú necesitas de alguien para que te provoque la risa, te pellizque para la risa; sólo así tú ríes. He ahí por qué hay tantos chistes en el mundo.
La risa trae vigor. Ahora, incluso la ciencia médica dice que la risa es uno de los más profundos remedios que la naturaleza ha providenciado para el hombre. Si puedes reír cuando te encuentras enfermo, pronto obtienes de vuelta tu salud.
Si no puedes reír, aunque estés saludable, tarde o temprano perderás la salud y te pondrás enfermo.
La risa trae alguna energía desde tu fuente interior hasta la superficie. La energía comienza a fluir, acompaña a la risa como una sombra. ¿Has observado ya eso? Cuando tú realmente ríes, en esos pocos momentos quedas en un profundo estado de meditación. El pensar cesa. Es imposible reír y pensar al mismo tiempo. Son diametralmente opuestos: o ríes o piensas. Si realmente ríes, el pensar cesa. Si todavía estás pensando, la risa será apenas pasable, será solamente así-así, retardada. Será una sonrisa deformada.
Cuando realmente ríes, de súbito la mente desaparece. Hasta donde yo sé, danzar y reír son las mejores, las puertas más naturales y fácilmente abordables. Si realmente danzas, el pensar se detiene. Tú vas y continúas, tú giras y giras y te conviertes en un remolino; todas las fronteras, todas las divisiones desaparecen. Ni siquiera sabes dónde termina tu cuerpo y dónde comienza la existencia. Te disuelves en la existencia y la existencia se disuelve en ti; existe una superposición de fronteras. Y si tú estás realmente bailando; no administrando la danza, sino permitiendo que ella te administre, permitiéndole poseerte; si tú estás poseído por la danza, el pensar se detiene.
Lo mismo sucede con la risa. Si estás poseído por una risotada, el pensamiento se detiene. Y si llegas a conocer unos momentos de no-mente, esos vislumbres te prometerán muchas más recompensas que están por venir.
Solamente necesitas tornarte más y más del tipo, de la calidad, de la no-mente.
Más y más, el pensar tiene que ser abandonado.
La risa puede ser una bella introducción para el estado de no-pensar.
En el momento en que consideres que el sueño se ha ido, en primer lugar comienza a reír, luego abre los ojos y eso se tornará una tendencia para todo el día. Si pudieres reír por la mañana temprano te reirás durante todo el día. Habrás creado una cadena de efectos; una cosa conduce a la otra. La risa conduce a más risa.
Casi siempre he visto a las personas haciendo exactamente lo equivocado.
Desde por la mañana temprano se levantan de la cama quejándose, mal humoradas, tristes, depresivas, miserables. Entonces una cosa conduce a la otra... y por nada. Y se enfadan... eso es muy malo, porque eso va a modificar tu clima para todo el día, va a fijar un patrón para todo el día.
¡Intenta esto! Comienza y termina tu día con risa y verás que, poco a poco, entre estos dos, más y más risa comienza a suceder.
Publicado dia 1/13/2007 9:23:43 AM em STUM WORLD
