Hacía tiempo que yo buscaba semillas de dedalera para plantar allá en las montañas... desde que leí que esas plantas tienen una grande y profunda asociación con las hadas.
Pero no las encontré y me puse muy contenta cuando recibí de una amiga un sobrecito de semillas de esa flor...
Busqué un tiesto en el patio, lo llené de tierra y... con extremado cuidado planté las semillas, muy pequeñitas, de la flor, cubriéndolas con una ligera capa de tierra, y lo dejé por el lado de fuera de la ventana de mi habitación para acompañar el crecimiento de la planta.
Todos los días miraba ansiosa para ver si ya estaban brotando... y nada...
Hasta que después de una semana de muchos cuidados, echándole agua y cambiando de sitio el tiesto para que le diese el sol... me puse muy contenta al ver la primera hojita verde de la planta romper la tierra.
Continué acompañando, encantada, las otras plantitas que comenzaban a crecer en el tiesto. Eran cinco pequeñas plantas que ahora ya tenían unos dos centímetros más o menos.
Un buen día decidí mostrar a Teresa, gran entendida en plantas, mis matitas de dedalera.
Le enseñé el pequeño tiesto en la ventana, con las cinco plantitas... muy orgullosa y feliz.
Ella miró...
Se acercó mucho al tiesto... se aproximó otro poco... y finalmente preguntó:
-¿Dónde están?
Vaya... dije algo perpleja... ¿no las estás viendo? Mientras señalaba las pequeñas plantas.
-Esto es quiebra-piedra.
¿Quiebra piedra? Pregunté decepcionada.
-Sí.
Respondió ella con una seguridad que no dejaba margen a dudas.
Mirando un poco mejor ella me dio una pequeña esperanza cuando identificó una hojita que rompía la tierra muy en el bordecito del tiesto, como “no” siendo de quiebra-piedra... quién sabe podría ser la dedalera.
Confieso que fue como un jarro de agua fría para mi entusiasmo de tantos días, mayor en cada vez que miraba aquel tiesto.
Bueno... aun quien no fuese un profundo conocedor de plantas podía percibir que aquellas plantitas no eran realmente de dedalera... Lo constaté, sintiéndome así como quien percibe que lo que creía oro, en verdad era metal dorado...
Al día siguiente comencé a sentir un débil dolor en el riñón, del lado derecho... que insistió en permanecer acompañándome todo el día... y al mismo tiempo recordé que en los últimos días había trabajado mucho en la liberación de algunos miedos antiguos, traídos a la superficie en sueños y experiencias sutiles para ser liberados...
Y pronto recordé la conexión de los miedos con los riñones... quiebra-piedras es una infusión para los riñones...
¿Tendrá todo eso sentido? Pensé mientras miraba las hojitas verdes del tiesto.
Teniendo - o no - sentido, sé que el dolor pasó... así como también aquellos miedos antiguos...
Pasé a mirar las plantitas de quiebra-piedra con otros ojos... sintiendo que aquella energía de la planta me había ayudado en ese trabajo... mientras yo cuidaba de ella... ella cuidaba de mí.
En cuanto a la dedalera sé que florecerá en el momento oportuno...
Pero lo que quedó, fue la certidumbre de que el Universo nos da más de aquello que necesitamos que de aquello que queremos... si le dejamos espacio para ello.
En ese caso mi decepción por no tener lo esperado duró el tiempo de percibir que lo que yo tenía era exactamente lo que necesitaba...
Sin embargo, muchas veces permanecemos largo tiempo insistiendo en conseguir algo y el Universo nos da otra cosa... y hasta intenta mostrarnos, de muchas maneras, que nuestro deseo no es exactamente lo que necesitamos tener realizado en ese nuestro momento...
Sólo que nuestro deseo personal de conseguir determinadas cosas, a veces es tan grande que ni siquiera percibimos las muchas señales, e insistimos en conseguir lo “que creemos querer”, para después de conseguir aquello, en duras penas sufrir con aquel sentimiento de decepción por no tener la satisfacción que esperábamos...
Cuando terqueamos tanto en querer “aquella” determinada cosa... y sólo aquella, puede ser que ni nos demos cuenta de que estamos deseando un coche, para atravesar un río... cuando el Universo está intentando darnos un barco.
Por eso... siempre es bueno dejar espacio entre nuestras creaciones para que se cumpla la voluntad del Creador Primordial... que nos habla por el corazón...
Publicado dia 1/24/2007 7:44:53 PM em STUM WORLD
