Me ha gustado mucho su texto: Dolencias – Causas y Funciones, dice Simone, una internauta cuya luz interior está actualmente apagada, empobrecida por las vicisitudes de la vida.
Me gustaría que V. definiese por qué una persona acaba sufriendo un A.V.C. (derrame) después de una discusión con su ex marido. Le han quedado secuelas durante 60 días y 1 año más tarde ha venido el diagnóstico cruel: padeces Esclerosis Múltiple. Esa persona soy YO, hoy tengo 35 años.
La historia de Simone es dramática e ilustra muy bien un tema que he desarrollado recientemente en el artículo Delitos y Avisos, acerca de los efectos de actitudes insanas o inconsecuentes en nuestra vida y relaciones.
Tiempos atrás, he atendido el caso de una mujer, Eliziete. Padecía esclerosis múltiple – al menos sus manifestaciones mostraban ese proceso. No reconocía objetos como una cuchara, un plato, y su movilidad era limitada. Sin embargo, tras los análisis, el médico la orientó: usted padece un estrés nervioso muy acentuado, sólo eso. Nada se había encontrado que pudiera hacer pensar que fuese esclerosis múltiple. A pesar de lo cual ella continuó padeciendo los mismos síntomas de la enfermedad.
Descubrimos que ella vivía un drama grave: su marido se estaba alejando y pensaba dejarla por otra mujer.
Para esto, ya que no había proceso alguno, formamos conexiones espirituales de apoyo, liberándola del asedio de espíritus que la atormentaban, aprovechándose de su estado de inestabilidad nerviosa y emocional. Y hemos conversado mucho, señalando proyectos, caminos y decisiones que podrían devolverle la tranquilidad y las ganas de vivir. En poco tiempo, ha recuperado su salud y la esclerosis múltiple ha desaparecido.
No, no es un milagro. En realidad, estados depresivos severos, alteraciones del sistema nervioso, traumas y otros procesos pueden generar en el organismo “dolencias psíquicas”, no radicadas en el cuerpo, pero evidentes en el comportamiento. Si no se les impide desarrollarse podrían extenderse y echar raíces que transforman a una criatura saludable en un enfermo.
Maurilius era un hombre muy fuerte y risueño. Tenía mujer y un hijo y vivían bien. Un día estaba en una fiesta en casa de amigos. Terminó el baile y se fue a un rincón a tomar una bebida. A su lado había un viejo, que fumaba en su pipa. Era una persona interesante, decía cosas, hacía adivinaciones y era conocido en los alrededores porque tenía la facultad de ver el mundo espiritual.
El hombre miró a Maurilius y le dijo: mira, chaval, ten cuidado con tu vida, mientras tú bailabas con tu mujer el maligno se entrometía en tu baile, muy sarcástico. Maurilius rió, tomando el aviso como si fuese una broma. El visionario lo miró de pies a cabeza y se fue, echando pestes contra el desdén del joven.
La noche siguiente, en su casa, la mujer despertó sobresaltada con el ruido que oía a su lado, junto a la cama. El marido estaba caído, intentando arrastrarse, sin fuerzas para mover el cuerpo. Maurilius estaba tetrapléjico, o sea, sin movimiento alguno desde los pies hasta el cuello. Fue socorrido y conducido al hospital.
Fueron años de mucho tratamiento y luchas interminables. Con mucho coraje y la ayuda de la esposa, una mujer extraordinaria, había conseguido recuperar el movimiento de los brazos y, en su casa, orientaba a deficientes físicos en la recuperación de los movimientos.
He acompañado ese proceso durante algunos años, hicimos todo tipo de apoyo, sin resultado. Un gran neurólogo de Sao Paulo, que desarrollaba un trabajo muy humano con niños deficientes me dijo una vez: Este amigo tuyo no presenta ninguna patología en el campo neuronal. Es complicado prescribir cualquier medicación por la falta de signos en los análisis.
Maurilius ha dejado el cuerpo, llevándose al mundo paralelo su alegría y ganas de vivir. Y el enigma de la danza con aquel espíritu maligno permanece hasta hoy en mi mente.
Una cosa entiendo, y es que, sublevación expresiva, resentimientos profundos, y tantos otros estados de anomalía nerviosa o emocional, pueden causar daños grandes en nuestro cuerpo.
¿Podrá Simone recuperarse, como le ha sucedido a Eliziete? Sí, es posible, si su desarreglo se queda apenas en los límites de la rabia, de la tristeza. Pero hay casos en que la criatura ya posee una predisposición orgánica, entonces las consecuencias pueden ser fatales e irremediables.
Por otra parte, sabemos que la intromisión de un Espíritu Maligno en un proceso de enfermedad o estado de desequilibrio pueden traerle al paciente muchos más efectos nocivos que los que la propia dolencia le hubiera causado. En el caso de Maurilius, he sabido que un poco antes de la danza macabra, él se había desentendido con su padre, en una discusión violenta. Y sepan todos, independientemente de nuestras razones y derechos, un desentendimiento con el padre o la madre conlleva agravantes serios para nuestro cuerpo y alma. Pero esta historia de la interferencia de padre y madre en nuestro psiquismo es tema para otro artículo. Hasta entonces.
Wilson Francisco é Terapeuta Holístico, escritor e médium espírita. Desenvolve o Projeto Mutação, um processo em que faz a leitura da alma da criatura e investigação do seu Universo, para facilitar projetos, sonhos e decisões, descobrindo bloqueios, deformidades e medos que são reprogramados energeticamente.
Participe do Projeto Mutação confira seus artigos anteriores Email: [email protected] Visite o Site do Autor