Todo el mundo desea la felicidad, aunque parezca que pocos de entre nosotros la encontramos. En nuestra búsqueda de satisfacción pasamos de una relación a otra, de un empleo a otro, de un país a otro. Gastamos nuestro dinero con sofisticados aparatos de sonido, computadores, vacaciones al sol. O intentamos volver a la Naturaleza, comer alimentos integrales, practicar yoga y meditar. Prácticamente todo lo que hacemos es una tentativa de encontrar la verdadera felicidad en “cosas interesantes” y evitar el contacto profundo con nosotros mismos. Tenemos miedo de ese contacto porque se basa en el miedo a la ignorancia, a la rabia y al apego.
No hay nada malo en cualquiera de esas cosas; no hay nada malo en conseguir relaciones y bienes materiales. El problema es que los miramos como si tuviesen alguna habilidad inherente para satisfacernos, como si fuesen las causas de la felicidad. No obstante, no pueden serlo - simplemente porque no perduran. Todo cambia constantemente por naturaleza y eventualmente desaparece: nuestro cuerpo, nuestros amigos, todas nuestras pertenencias, el medio ambiente. Nuestra dependencia de las cosas que no son permanentes y nuestro apego a la felicidad multicolor que aportan, sólo causan decepción y dolor, no satisfacción ni contentamiento.
De hecho, experimentamos la felicidad con cosas exteriores a nosotros, pero esto no nos satisface verdaderamente ni nos libera de nuestros problemas. Es una felicidad de calidad inferior, inconstante y de corta duración. Ello no significa que debamos abandonar nuestros amigos o posesiones para ser felices. Al contrario, lo que necesitamos abandonar son nuestras falsas concepciones acerca de ellos y nuestras expectativas poco realistas acerca de lo que ellos pueden hacer por nosotros.
Según el Budismo, existe una felicidad duradera, estable; y todos poseemos el potencial para experimentarla. Las causas de la felicidad están dentro de nuestra propia mente, y los métodos para conseguirla pueden ser puestos en práctica por cualquier persona, en cualquier lugar, en cualquier estilo de vida – viviendo en la ciudad, trabajando en un empleo de ocho horas por día, cuidando de una familia, divirtiéndose los fines de semana.
Practicando estos métodos – la meditación – podemos aprender a ser felices en cualquier ocasión, aún en las más penosas.
La Meditación es un método para familiarizar nuestra mente con la virtud. Cuanto más familiarizada con la virtud se encuentre nuestra mente, más calma y serena se tornará.
Cuanto más serena esté, más libres estaremos de las inquietudes e incomodidad mental y experimentaremos la verdadera felicidad.
Si nuestra mente no se encuentra serena, aunque nuestra situación exterior sea agradable, no seremos felices. Sin embargo, si entrenamos nuestra mente para tornarse serena, seremos felices todo el tiempo, incluso en las condiciones más adversas y difíciles.
La meditación es una actividad de la conciencia mental: envuelve a una parte de la mente que observa, analiza y trata con el resto de la mente.
Si somos capaces de observar, ya no somos totalmente inconscientes. Estando conscientes podemos transformar.
La meta de la meditación es despertar un nivel de conciencia extremadamente sutil y utilizarla para descubrir la realidad, directa e intuitivamente.
Meditación analítica
Comprensión conceptual de cómo son las cosas. Es una sesión de estudio intensiva que puede despertar un nivel de pensamiento conceptual mucho más sutil y potente que aquel que poseemos en el día-a-día.
Antes de poder saber “cómo son las cosas” hemos de identificar nuestras concepciones equivocadas. Por esto, en LAM RIM meditamos inicialmente para desarrollar la renuncia, la determinación de escapar del sufrimiento, de no estar bajo la influencia de esas concepciones erróneas. Igualmente meditamos para despertar el amor y la compasión sinceros y por fin meditamos erradicando la concepción de errónea realización, la permanencia tranquila y la percepción de la vacuidad.
Meditación analítica es la contemplación, es la base para la meditación estabilizadora. La Meditación analítica depende de oír, leer y recibir las enseñanzas de Dharma.
Contemplamos las enseñanzas hasta que surge una experiencia: una inspiración virtuosa, como un sentimiento profundo de compasión que lleva nuestra mente a un pensamiento claro y determinado. Cuando surja esa sensación, meditamos en ella como único enfoque. Si la mente pierde esa concentración, volvemos a la meditación de contemplación hasta que vuelva la sensación despertada y poder concentrarse en ella nuevamente.
Meditación estabilizadora (o posicionada en la concentración de único enfoque)
Concentración dirigida a un único punto: la respiración, la naturaleza de la mente, un concepto, una imagen visualizada – sin interrupción.
Decir a la mente: “¡Piensa y siente esto!”
Las meditaciones estabilizadoras y las analíticas son complementarias y utilizadas en una misma sesión. La meditación de visualizaciones Tántrica también engloba estas dos etapas.
Bibliografía: COMO MEDITAR – um guia prático. Kathleen McDonald. Ed. Pensamento
CÓMO MEDITAR
1- Rezos preliminares: preparan nuestra mente para una meditación exitosa: purifican e inspiran la mente positivamente.
2- Contemplación a través de analogías y preguntas que despiertan preguntas.
3- Cuando, por medio de nuestras contemplaciones, el objeto aparece claramente, dejamos nuestra meditación analítica y nos concentramos en el objeto con enfoque único. En el propio ‘insight’.
4- Dedicación: estabiliza y multiplica la energía positiva creada. Si no, puede ser fácilmente destruida por la rabia.
5- Práctica subsiguiente: incorporar la experiencia en la vida cotidiana.
Bel Cesar é psicóloga, pratica a psicoterapia sob a perspectiva do Budismo Tibetano desde 1990. Dedica-se ao tratamento do estresse traumático com os métodos de S.E.® - Somatic Experiencing (Experiência Somática) e de EMDR (Dessensibilização e Reprocessamento através de Movimentos Oculares). Desde 1991, dedica-se ao acompanhamento daqueles que enfrentam a morte. É também autora dos livros `Viagem Interior ao Tibete´ e `Morrer não se improvisa´, `O livro das Emoções´, `Mania de Sofrer´, `O sutil desequilíbrio do estresse´ em parceria com o psiquiatra Dr. Sergio Klepacz e `O Grande Amor - um objetivo de vida´ em parceria com Lama Michel Rinpoche. Todos editados pela Editora Gaia. Email: [email protected] Visite o Site do Autor