Wilma Rodrigues, integrante del Centro Espírita Evangelio en Acción (Calle Leite Penteado, 207 – Vila Munhoz, Sao Paulo), relató una experiencia interesante que envuelve sincronismo, consciencia espiritual y visualización.
El día 5 de febrero de 2000 ella fue a caminar muy temprano, como es su costumbre. Mientras andaba por la calle se acordó de que en aquella noche debía dar una charla en el Centro Espírita que frecuenta.
Se dejó envolver por aquel proyecto/pensamiento y visualizó con tranquilidad y seguridad el desarrollo de la alocución. Y mientras caminaba, venía a su mente todo el desarrollo de los temas, historias, conceptos y todo lo demás. A través de la visualización llevó a cabo una plática de 60 minutos. Se sintió bien con aquella conexión.
Entró en el club y dio algunas vueltas. Al salir, preocupada con el horario y los quehaceres de ama de casa y de colaboradora en la empresa de su marido, se dirigió a la calle, por el lugar acostumbrado.
En aquel momento algo la “empujó” hacia otra dirección. Era un camino diferente del que hacía siempre. Se dejó llevar por aquel proceso y encontró, sentada a la vera de un árbol a una mujer, que al verla dijo, tristona:
Estoy siempre aquí. Hace un año que vivo sola, he perdido a mi marido victimado por un trauma cardíaco. Y la mujer siguió hablando, sin cesar. La conversación se desarrolló y la mirada de la mujer se transfiguraba, escuchando las palabras de consuelo de Wilma.
Hubo una sintonía perfecta entre las dos. Su mirada, al final, irradiaba paz.
Wilma recobró sus sentidos terrenos y se dio cuenta del horario y de los compromisos. Se despidió de la mujer, invitándola a nuevos encuentros.
Se abrazaron. Y la mujer, llorando de felicidad, dijo:
“Él” está aquí.
Y Wilma hizo un gesto afirmativo con la cabeza, permaneciendo en silencio. Ella también había visto a un hombre al acecho, asistiendo y participando en aquel encuentro, con un aspecto de paz y gratitud.
Este es un auténtico caso de sincronismo, de plena atención y visualización. Wilma, a un solo tiempo, realizó todos estos eventos. Y con esto está vivenciando en su día-a-día, el arte de transitar de la corporalidad para la espiritualidad.
Nuestro templo es nuestro cuerpo. Cuando la criatura da fe de su creencia, es decir, practica en la vida diaria todo aquello en lo que cree, se transforma en un puente de luz y entra en conexión con el Universo.
La mujer allá bajo el árbol, con su dolor, estaba preparada y aguardando la respuesta de los cielos; su marido, ya en otra dimensión, se había unido a ella en la solicitud.
Y Wilma, en sinergia con sus propias potencialidades espirituales, captó el aviso del Creador, transmitido por aquella alma afligida y, salvando las barreras de los prejuicios, del horario apretado y de las preocupaciones con la rutina vivencial, se transformó en Dios, realizando un puente de luz.
Wilson Francisco é Terapeuta Holístico, escritor e médium espírita. Desenvolve o Projeto Mutação, um processo em que faz a leitura da alma da criatura e investigação do seu Universo, para facilitar projetos, sonhos e decisões, descobrindo bloqueios, deformidades e medos que são reprogramados energeticamente.
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