Cuando entrevisto a alguien, que tiene una amargura muy grande, le pregunto por algo, un lugar, una música, o cualquier otro acontecimiento que, al pasar por allí, al oír tal música, todo el pensamiento se encamina a la persona que le ha traído esa pena, y siempre se descubre uno de los “gatillos” que disparan aquel recuerdo, y hacen que se queden grabadas escenas vividas de amor o dolor, informa mi amigo Denir Lopes de Volta Redonda – RJ.
Willam Sena, pedagogo y músico holístico, persona muy amiga y de alta confiabilidad, le informó a María de que su madre se había fracturado la muñeca para tenerla a su lado. Entre María y su madre existe una historia de desatención y animosidad desde pequeña, que aumentó con la gravidez prematura y el matrimonio con persona indigna, a juicio de la madre, y para rematar, el “abandono” del hogar para unirse en segundo matrimonio con un “ex amigo”, con el cual la madre no tenía ni tiene grandes afinidades.
Sin embargo, allá en el fondo, donde dormita la esencia espiritual, las cosas tienen otras connotaciones, y día tras día iba llegando el punto de maduración o momento de mutación, según mi concepto.
Como en los elementos, tenemos nuestro punto de saturación. En ese momento, si el individuo no toma ninguna decisión por fuera, en la relación, la esencia forma una conspiración. Y en ese caso, tanto María como la madre habían dejado rodar el tiempo, sin ninguna disposición personal para resolver aquellos desentendimientos, y con ello ofrecieron energías para que ellas mismas, en Espíritu, decidiesen.
¿Parece extraño esto? No tanto.
Trigueirinho nos enseña que hay casos en que la esencia espiritual decide dejar el cuerpo y de un modo o de otro provoca la muerte, tanto es el distanciamiento de lo que el Ser quiere y necesita, en relación a lo que la Personalidad (el actual él) está realizando.
En el caso de la madre de María la conspiración fue la muñeca fracturada, mano izquierda, la mano buena. Entonces ella quedó a merced. ¿De quién? De María, claro, porque la otra hija es misionera y no tiene tiempo, necesita salvar el mundo, esa es su misión y por otro lado no tiene compromisos de reaproximación ni comprometimiento de reajuste con la madre.
Entonces María asumió la misión, se iba tempranito y regresaba por la noche, molida, machacada. Todo el día peleando con los evangélicos, la madre es evangélica y el personal, siempre que venía a visitar, abordaba a María para realizar la conversión.
Pasaron dos meses hasta que ocurrió la reconciliación. Y fue lindo ver a su madre toda desmañada, tocando el cuerpo de María, dándole mordisquitos (¡María detesta arrumacos!) mientras ésta lavaba la vajilla.
Y yo le recordé lo que había dicho Willam Sena, la muñeca fracturada es una búsqueda de reconciliación. Y a continuación, para fundir más su cabeza, el Chinés, un espíritu amigo con el cual realizamos sesiones de Espiritismo, confirmó y aún le sugirió dar ella también unos abrazos, unos besos a la madre.
Mira, Chinés, esto ya es demasiado. Y todo se quedó ahí. Hoy, María ya no va todo el día, la madre se ha recuperado. Y están de luna de miel.
Pues bien, todo esto lo digo para que se entiendan los misterios del dolor.
Roberto Crema, de la UNIPAZ, acerca de esto, hace un estudio excelente, en el libro Plenitud y Salud. Leedlo, os va a gustar.
1 - la pérdida de un cargo afecta a nuestra imagen personal, pudiendo ocasionar una depresión;
2 - alguien se deprime al escuchar una música. Investigada su vida, se descubre que esta música la escuchó por primera vez en el funeral de su padre.
3 - una persona se deprime siempre en Navidad, sin justificación aparente. Pesquisado el árbol genealógico, se sabe que un miembro familiar se había ahorcado en Navidad, tres generaciones antes.
4 - en un grupo de terapia, surge una criatura con severa depresión. Una de las personas que integra el grupo entra en llanto convulsivo. Lo que ocurrió allí ha sido un proceso de catarsis realizado por el integrante del grupo, en sintonía con la situación de aquella criatura que acababa de entrar. Él lloraba un dolor que no era suyo y descubre en sí mismo una capacidad de auxilio que desconocía.
El dolor aún es un misterio para todos nosotros. Pero una cosa es cierta, siempre surge del alma, de la esencia espiritual. El año pasado he dado sabrosas carcajadas con Cristina Cairo. Ella habló acerca del lenguaje del cuerpo en el Instituto Brasileiro de Psicoterapia Autógena, donde realizo mis vivencias.
Es un tema interesante, ella realizó pesquisas y colocó su propia vivencia en este estudio, transformándolo en un delicioso libro. En él, ella explica sobre cómo nuestro cuerpo nos informa sobre todo cuanto ocurre en nuestra intimidad espiritual o mental.
Como explica Weill, en El Cuerpo Habla, también un excelente libro, cada movimiento de nuestro cuerpo demuestra un estado de alma, un modo del ser.
Y es así como ocurre también con el dolor, con los disturbios que detonan nuestro organismo. Por detrás de cada dolencia está un acontecimiento que desintegra; una palabra destructiva; un pensamiento maldoso; un odio contenido o una situación opresiva.
Tiene razón Denir, hay gatillos que están listos para detonar nuestra existencia y es bueno que permanezcamos atentos observando nuestras actitudes y dolores. Unas y otras estarán siempre indicándonos qué hacer y que futuro tendremos.
Wilson Francisco é Terapeuta Holístico, escritor e médium espírita. Desenvolve o Projeto Mutação, um processo em que faz a leitura da alma da criatura e investigação do seu Universo, para facilitar projetos, sonhos e decisões, descobrindo bloqueios, deformidades e medos que são reprogramados energeticamente.
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