¿Cómo sería el mundo sin nosotros? La pregunta, antes del desayuno, recuerda el consejo de la Reina de Copas a Alicia, allá en el País de las Maravillas: “entrena, entrena, y con la práctica, conseguirás creer en por lo menos seis cosas imposibles antes del primer sorbo de café”...
¿Qué sería del mundo sin esa especie denominada homo sapiens? Ese es el título del artículo de Sergio Augusto en el Cuaderno 2 del Estadao del día 28 de julio de 2007, sobre el libro del periodista Alan Weisman, “Cómo sería el Mundo sin Nosotros” recién lanzado por la editora Planeta Brasil, que me ha hecho pensar en la Reina de Copas y en sus ‘imposibles’...
Tenemos una tendencia – bastante típica, por cierto, de quienes viven mirándose el propio ombligo – a asociar nuestro destino al destino del otro. “Otro” aquí puede ser cualquier uno, desde la pareja hasta el vecino, el extranjero, el planeta...
Cuando oímos las advertencias de los defensores del medioambiente, esa tendencia nuestra a reaccionar frente todo a partir de un punto fijo en el Universo, que somos nosotros mismos, hace que la imaginación viaje por una tierra devastada, vacía de humanos, vacía de VIDA... en el fondo, funciona como una especie de consuelo perverso: sin nosotros la Tierra está muerta, al fin y al cabo ¿no somos los grandes “artífices del mundo, ápice de la Creación, punto culminante de toda la evolución”?
Pues bien, la mala noticia para nuestro orgullo es que ... ¡NO!
El periodista Alan Weisman después de muchos viajes y de decenas de entrevistas con científicos de todo el planeta, diseña un futuro muy diferente para la Tierra sin nosotros: ¡en algo así como 500 años – lo cual hemos de convenir, a escala planetaria es menos que nada – las marcas de nuestra presencia por aquí habrían casi desaparecido, incluso las ruinas de nuestros colosos arquitectónicos estarían cubiertas por la exuberante presencia de la Naturaleza, libertada de nosotros!
En vez del desierto triste del Planeta de los Simios, el tejido de la vida, rehaciéndose en coloridas y exuberantes versiones; en vez de nubes pestilentes, el aire nuevamente puro, que soplaría para lejos los vestigios del largo invierno químico que marcaría el planeta luego de terminarse nuestra aventura por estos parajes.
Tan sólo una especie más, extinguida... eso es lo que seríamos. ¡Lo cual, aquí entre nosotros, es una idea bastante irónica si imaginamos cuántas otras especies nuestra predadora presencia ha colaborado a extinguir!
El caso es que, aún esquilmada por nosotros, manchada por nosotros, maltratada por nosotros, la Tierra, sin nosotros, poco a poco, renacería.
Por eso, es mejor guardar la arrogancia en el fondo de la maleta y adoptar una práctica más humilde de convivencia con el planeta. Porque en el fondo, la “Naturaleza”, como concluye el reportero del Estadao, “aguanta todas nuestras agresiones. Nosotros, no”.
Véase en el sitio web del proyecto El mundo sin nosotros O mundo sem nós las simulaciones visuales del impacto de nuestra ausencia en la vida del planeta.
Adília Belotti é jornalista e mãe de quatro filhos e também é colunista do Somos Todos UM. Sou apaixonada por livros, pelas idéias, pelas pessoas, não necessariamente nesta ordem...
Em 2006 lançou seu primeiro livro Toques da Alma. Email: [email protected] Visite o Site do Autor