Observando los atendimientos espirituales bajo la óptica de la Numerología, principalmente en estos 10 últimos años, he llegado a la conclusión de que el día del nacimiento era un fuerte indicador de las opciones de aquella persona. Durante el atendimiento, procuraba hacer un paralelo entre los acontecimientos y el día en que la persona había nacido, con independencia de que el mapa numerológico abarcase más en cuanto a las informaciones.
Comprendí, entonces, por qué he elegido ser numeróloga.
El proyecto RENACIMIENTO, que me ha sido regalado por los amigos espirituales, envolvía un conocimiento en ese campo. Una persona nace en un determinado día, para vivir determinadas situaciones, facilitadas o no por ese día elegido. Al renacer, se elige el día complementario para invertir la situación. Lo que no era facilitado por el día del nacimiento, pasa a serlo por el día del renacimiento. Como ejemplo, quien nace un día 14, trae el karma familiar y la dificultad de abundancia. Podrá tener prosperidad, pero en la medida justa. Renaciendo entonces un día 15, se abren puertas de constitución familiar y riqueza. Pero no basta apenas renacer, es preciso cambiar la actitud de vida.
Cuando se hace el proceso, se debe modificar el patrón mental de comportamiento inducido por las influencias antiguas de la fecha natalicia.
No hace falta cambiar todo cuando se tiene algo que va bien. En el lenguaje informático, desechamos lo que no funciona, retiramos los programas que no nos interesan y aumentamos el grado de calidad de nuestras vidas, para sintonizarnos con lo que hay de mejor y actual. Parece un poco frío, pero en realidad es práctico. Poseemos un cuerpo que funciona sin tener en cuenta nuestra voluntad. No es necesario que vigilemos, a través del pensamiento consciente, para que se haga la digestión o incluso la respiración. Ellas suceden naturalmente.
Todas las informaciones están contenidas en nuestro ADN. No sólo las físicas como también las de comportamiento. Allí es donde están instaladas todas tus elecciones. Y tan sólo tú puedes tener acceso a ellas. Tú tienes la contraseña de entrada, que es tu deseo de cambiar. Nadie puede invadir tu espacio. El libre albedrío es poder elegir qué se va aprender y de qué forma. La limpieza de los 21 días, que también es un regalo de los amigos espirituales, nos limpia de todos nuestros patrones negativos, conocidos o desconocidos, sin contar otras formas de aprisionamiento. Nosotros hemos elegido este ambiente del planeta Tierra, con sus reglas de la dualidad y de los acontecimientos dramáticos (guerras, enfermedades, disputas por el poder y otros), porque entendemos ser esa la forma de aprender para evolucionar.
A medida que comprendemos y evolucionamos, ya no es preciso vivir de esa forma. El Planeta también evoluciona como un organismo vivo. Todo cuanto aquí habita está donde debería estar. Con independencia de que sea para aprender o para ayudar.
Renaciendo y practicando la limpieza de los 21 días, vuestra trayectoria pasa a tener un sentido mucho más placentero de vivir.
Publicado dia 8/18/2007 12:08:36 PM em STUM WORLD
